Capítulo 2 | Descripciones

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6:00 am ~ JUE 5/11/2037 ~ Casa De Matthew.

«Me encontraba en la nieve, estaba corriendo a toda velocidad, huyendo de unas criaturas que nunca había visto antes, deben ser alguna especie de mutantes. Tienen cuerpos de leopardo y evidentemente también poseen su rapidez, cada vez se acercan más a nosotros, sus garras deben ser muy filosas y sus ojos verdes parecen emanar una especie de luz del mismo color. Son criaturas realmente extrañas, sus pelajes eran completamente negros, como el carbón, y poseían algunas manchas blancas, con una forma y distribución similar a las que poseen los leopardos. Ella también está corriendo junto a mí, su tez es algo pálida, cabello oscuro, su rostro no pude observarlo por completo, pero se parecía a la chica que vimos ayer en «The Groove», la chica del ascensor. Cada vez aquellas bestias se encontraban más cerca de nosotros, y lo peor de todo era que nos estábamos acercando a un acantilado, esto iba muy mal, no teníamos escape. Nos miramos por unos segundos y decidimos lanzarnos, estábamos cayendo cada vez más rápido, aquellas mutaciones se quedaron atrás. Sólo podía sentir el frío del viento, mientras descendíamos hacia el abismo a toda velocidad... ¿Esto es real?»

Desperté bruscamente gracias al sonido del despertador, a pesar de que sólo había sido un sueño, todo había sido demasiado real. Luego de desperezarme, me levanté de mi cama, las sábanas tenían un patrón de figuras de color jade, negro y gris claro. Salí de mi habitación, y en el camino hacia la cocina saludé a mi padre, que estaba subiendo las escaleras, tomé una rebanada de pan y subí a mi cuarto para hacer mi rutina de ejercicios.

Poco después de terminar, caminé directo hacia el baño para ducharme, configuré el agua en el panel táctil hasta dejarla tibia, calentándola un poco más de lo usual, debido a que últimamente el agua salía mucho más fría, algo normal para estas fechas. Salí de la ducha para vestirme, me puse una sudadera verde encima de una camiseta negra que tenía un estampado blanco en el centro, un pantalón jean negro, y unos botines verdes.

Me observé unos segundos en el espejo, detallando mi blanco rostro, en el cual resaltaban mis ojos azulados con tonos grises, además de mi despeinada cabellera negra. Me peiné rápidamente luego de echarme perfume y caminé hacia la biblioteca en donde guardaba las libretas, para guardarlas en mi bolso; los libros siempre los dejaba en el casillero de la universidad, además de algunos cuadernos que solía usar a diario. En mi biblioteca, también estaban todas mis colecciones de libros. Decidí agarrar uno para llevarme, siempre suelo leer en tiempos libres o cuando estoy sólo en mi casa sin ningún capítulo nuevos de cualquiera de mis series favoritas. Guardé todo lo que iba a necesitar hoy, en el bolso, el cual iba bastante ligero, los días jueves salgo mucho más temprano de lo usual.

—Buenos díaaas —saludé a mi madre, quien estaba en el sillón de la sala. Yo me dirigía hacia la cocina para buscar una botella de agua para llevarme.

—Buenos días Matt... —respondió ella mientras yo abría la nevera— ¿Cómo amaneciste?

—Con ganas de seguir durmiendo al menos cinco minutos más, ¿y tú? —Respondí mientras guardaba la botella de agua en el bolso.

—Bastante bien, tuve que levantarme más temprano de lo usual, para poder ver mi novela de las seis... —respondió ella— Ya está en los capítulos finales y no me quiero perder ni un segundo.

Típico de ella, siempre ha sido fanática de sus novelas, últimamente siempre veía un capítulo de esa antes de irse al trabajo. Agarré mi bolso y busqué mi teléfono, el cual estaba encima del cargador inalámbrico, una pequeña base circular de color negro, la cual estaba justo al lado del Smart TV de la sala. Guardé el teléfono en mi bolsillo, me despedí de mi madre y salí rumbo al garaje de mi casa, en donde me esperaba mi padre para llevarme a la Universidad. Tenía al menos treinta minutos para llegar, así que no andaba apurado. Saludé a Scott mientras observaba a mi padre sacando el auto del garaje, el portón se abrió sólo una vez el auto estaba lo suficientemente cerca para que los sensores lo detectasen. A través del parabrisas, pude ver que él ya estaba con su típica ropa formal que usaba para ir al trabajo.

Experiment 407bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora