-:-- am ~ VIE 20/11/2037 ~ Zona de Tormentas.
Y fue entonces cuando desperté. Albert ya se había levantado, al parecer; Maxim seguía durmiendo plácidamente. Salí de la habitación, para ver si había alguien más despierto a esta hora. No encontré a nadie en el primer piso, por lo que decidí bajar al lobby, en dónde tampoco pude encontrar a nadie. Abrí la puerta principal y lo primero que noté fue que la lluvia había cesado; sin embargo, el cielo aún estaba nublado, con truenos sonando cada cierto tiempo, y uno que otro relámpago impactando a lo lejos, levantando tierra en el impacto. El granizo había dejado de caer y los tornados de arena se habían disipado, ahora sólo quedaban los trozos de hielo en el suelo y pequeños remolinos de arena que se formaban durante pocos segundos debido al fuerte viento frío que aún había.
—Al fin despiertas —dijo Albert, él venía junto a Clemence.
—Habló don madrugador... —dije con sarcasmo— Seguro fuiste a la cocina todo sonámbulo para buscar más galletas y entonces Clemence te despertó, de lo contrario te hubieses devuelto a la habitación para seguir durmiendo —dije.
—¿Cómo lo supo? —dijo Albert con una expresión desconcertada, sorprendido. Clemence se rio un poco.
—Tengo poderes —sonreí.
—Primera vez en la vida que te veo riendo —dijo Albert, dirigiéndose hacia Clemence.
—Ya deja de mirarme como si hubieses descubierto una nueva especie, sólo fue una simple carcajada —dijo Clemence con una mirada asesina.
—¿Todos se levantaron de mal humor? ¿O soy yo que ando sensible hoy? —dijo Albert mirando algo cautelosamente a Clemence, preocupado de que le fuese a clavar una de sus dagas justo en la arteria carótida común.
—¡Buenos días! —dijo Christina, que acababa de llegar.
—No son buenos, no estando aquí atrapados y sin saber cómo escapar —dijo Alessia, quien venía detrás de ella.
—Tienes razón, pero simplemente estaba saludando... —dijo Christina— Debemos ser optimistas, algún día tenemos que salir de aquí, de una forma u otra.
—Concuerdo con Tina... —dijo Albert— Saldremos de aquí, ya sea por la puerta de entrada, o en una bolsa para cadáv...
—¡Albert! —Alessia y Christina chillaron.
—¿Qué? —Albert protestó— ¡Sólo digo la verdad!
—Al, mejor cállate antes de que Alessia te meta en una de esas bolsas antes de tiempo... —dije, riendo.
«Y así comenzó nuestro quinto día atrapados en este lugar. Ya saben, lo usual»
Volvimos al edificio y entre todos comenzamos a preparar el desayuno, mientras conversábamos acerca de hacia dónde iríamos hoy. Poco después de nuestra conversación, Sarah y el resto llegaron a la cocina. Ya todos despiertos, con nuestras energías renovadas gracias al desayuno, decidimos trazar nuestro siguiente movimiento.
—Bien, hoy vamos a registrar este edificio a fondo... —dijo Clemence— Según el mapa que conseguimos ayer, hay muchos pisos subterráneos que aún no hemos revisado. Tal vez encontremos algo.
—Mantengan sus ojos bien abiertos, observen atentamente cualquier detalle que pueda ayudarnos a escapar de este lugar... Hasta lo más mínimo podría ser la clave... —dije, dándole a Albert una mirada que decía: "Por favor, se útil por primera vez en tu vida y encuentra algo".
—¿Qué? —Albert protestó.
—Nada —reí. Alessia no pudo evitar soltar una carcajada.
—Como sea, ya vámonos —dijo ella, sonriendo mientras terminaba de recoger sus cosas.
ESTÁS LEYENDO
Experiment 407b
خيال علمي¿No es increíble como la vida es una cosa y luego, en un instante, se convierte en otra? Saga Experiment - Libro #1: Experiment 407b. Matthew Walker es un chico normal que asiste a la universidad. Todo en su vida era bastante normal. Al menos, todo...