10: Sorpresa desagradable.

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La cena de negocios que había tenido, había resultado mejor de lo que esperaba. La compañía estaba avanzando a gigantes pasos.  Había  logrado  firmar  un gran contrato  con un viejo amigo  y uno de los hombres de negocios  más influyente.

Esa mañana se levantó animado, aquello era lo que necesitaba para distraerse de cierta persona que no salía de su mente. El trabajo se había convertido en su vida, era su refugio.

Seleccionó  un trabaje azul marino ,una camisa  de un  blanco inmaculado  y una corbata  a juego.

La vestimenta era impecable,hecha  a la medida  del  hombre que  la portada. Desde  los pies a la cabeza  era el tipo  de hombre  que llamaba  la atención  a dónde fuera. Había  nacido en cuna de oro,siempre había tenido  lo mejor,  la mejor  educación, los mejores  juegos...

Cuándo llegó, lo primero que noto fue que ella no estaba en su puesto de trabajo, lo cual le resultaba extraño, teniendo en cuenta que siempre llegaba primero que él.

Pensó que a lo mejor se había retrasado un poco. Pero una hora más tarde ella aun no había aparecido.

Su celular sono ,sacándole  de sus pensamientos, al ver el nombre   en la pantalla  lo dejo  sonar, tendría  que  ponerle las cosas clara a Anya, no quería  que confundiera las cosas,  aunque  en su afan por mantener  la distancia  con Mirian, había  prestado más  atención de lo debido  a Anya.

Entro a su oficina y tomo los documentos  que necesitaba, para la reunión  que había  convocado.

Al salir  de la sala de juntas,  se encontró  con que ella aún  no había llegado.
Regreso a su oficina, de mal humor. Pero luego se calmó al pensar que quizás estaba enferma o le había ocurrido algo. Le llamó al celular pero no obtuvo repuesta,  aquello ya le estaba preocupando.

Un sobre blanco encima de su escritorio captó su atención.

Para cuándo terminó de leer la carta, varias emociones le asaltaron, rabia, sorpresa, tristeza. Era una mezcla de sentimientos. No había esperado aquello , le había tomado desprevenido. Sabía que era su culpa, ella le había dejado. La había lastimado más de lo que él había imaginado.

Ver su escritorio vacío, le provocó nostalgia, era extrañó no verla allí, apenas habían pasado horas y ya le extrañaba. No iba aceptar eso, era la mejor secretaria que había tenido. Había sido más que eso.

Salió de la oficina dispuesto a buscarla y traerla de vuelta.

Si le hubiera prestado más atención, aquello no hubiera sucedido. Recordaban vagamente que el día anterior , ella había intentado entregarle un sobre, pero no sé había detenido que verificar que era, solo le había ordenado que lo dejara en su oficina, y eso había hecho. Pero nunca hubiera imaginado que aquel sobre contenia la carta de renuncia.

Por otra lado Miriam había tenido suerte.

-Entonces puede iniciar mañana- le estaba diciendo su nuevo jefe. Era un hombre atractivo pero nada que ver con su antiguo jefe, aquel hombre era único. Tenia que olvidarse de él.

-Gracias, mañana estaré aquí a primera hora.

Había conseguido un trabajo como recepcionista en un hotel. El sueldo era más bajo, y trabajaría más tiempo. Pero por el momento era todo lo que tenía.

No podía darse el lujo de estar sin trabajo, le sorprendía la rapidez con la que había encontrado trabajo. Había supuesto que tomaría más tiempo. Era como si el destino le estuviese dando una oportunidad para iniciar de nuevo, lejos de Tayler.

Estaba de un  humor  que ni él se aguantaba. Todos en la empresa sabían el porque. No había una sola persona que no supiera que Miriam había faltado aquel día. Su jefe normalmente era un buen jefe, pero aquel día mucho evitaban toparse con él.

Alessandro, era el amigo más cercano que tenía Tayler, era dueño de una gran variedad de casinos  en diferentes  países  era de origen Alemán   y un hombre de negocios brutal.

Era un rubio espetacular, muchas se había rendido a sus pies. Pero él solo tenía ojos para una mujer, su secretaria aquella tímida joven que le hacía sentir cosas diferentes. Pero no quería involucrarse allí, pero había algo en aquella triste mirada de la joven que le hacía querer protegerla.

Sabía lo que le sucedía a amigo el menos estaba en la misma situacion.

Entro a la oficina sin tocar.

-¿Que mierda quiere?- escucho a su amigo gruñir , este aún no se había dado vuelta, estába de espalda en el  area  del ventanal de cristal.

-Con ese humor no digo yo a estar sin secretaria-Murmuro irónico.

Tayler le miró con tanta intensidad, que levantó las manos en forma de rendición, con una leve sonrisa en su rostro.

-Cerramos el negocio ayer, ¿Que quieres?- gruñó, entre ellos había una gran amistad y confianza.

-Solo pasaba a saludar, mañana regreso a Estados Unidos.

- ¿Tan pronto?

-Si, a surgido algo.

-¿Con tu secretaria?- preguntó ,

Alessandro le había contado de lo estraño que era ver a su secretaria llegar con moretones en los brazos o algún  golpe, apesar de que la joven se había esforzado por ocultarlo. Era una situación que no tenia  clara aún,  pero estaba dispuesto a descubrir lo que sucedía. Cuando  ella le miraba  con aquellos ojos  cargado  de tristeza  y una sonrisa  en su rostro, algo dentro  de el quería  tomarle en brazos  y borrar esa mirada.

-No- la repuesta fue breve y su rostro paso de divertido a serio-¿Que paso con tu secretaria? La última vez que vine parecian llevarse bien.

-No te haces una idea.

La expresión en su rostro le confirmaba que había entendido. El había estado allí , cuando había perdido a Zoé, había sido de gran apoyo.

-Entonces si te importa, ve por ella. Tienes que vivir en el presente.

Se había pasado la última media hora tocando su puerta, pero no había tenido respuesta alguna. Parecía que no estaba en casa.

-¿Dónde diablos estás?- murmuro para si. Le había llamado incontable veces al celular y salía el buzón.

Dos día después aún no sabía nada de ella. La situacion se le estaba escapando de la manos ,era como si ella se le escondiera.

Bueno  aquí otro capítulo.¿ Qué opinan del amigo  de Tayler?😉

Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora