Sentada en la cama en pleno amanecer, mientras observaba a tras vez de la venta, el despertar del sol. Recordó aquella lejana mañana en la que había despertado en su brazo, él le había observado durante una rato casi con adoración luego le había besos lentamente, de eso había sido casi un mes. Algo que tenía claro era que de no ser porque se encontraba débil por la enfermedad le hubiera hecho el amor allí mismo y ella sabía que no hubiera podido resistirse. ¿Como iba hacerlo?, siendo sincera consigo misma lo deseaba y no tenía la fuerza suficiente para resistirse a sus encantó, el hombre sabías como seducir una mujer. Sólo basta con un toque para que ella ardiera de pasión por él.
Todo había vuelto a su carril. Tayler se había mantenido un poco alejado debido al trabajo.
Tenía una montaña de papales que firmar y citas de negocios que realizar. Todo aquello se había acumulado durante las semanas que estuvo enfermo, aquello le había contado una vez al teléfono, le llamaba cada noche sin falta. Hablaban de todo y durante horas.Él le había pedido constantemente que regresará a su trabajo. Lo había estado pensando durante mucho tiempo pero no se había decidido, hasta entonces.
Lo había pensado muchas veces, ya había tomado una decisión .
Aquel día le daría una sorpresa. Él le había informado que su puesto estaba disponible en cuanto ella quisiera regresar.Esperaba no estar cometiendo un error nuevamente. La última vez había salido muy lastimada.
Bajo de la cama decidida, tenía que pensar positivo, aquella vez todo sería diferente.
Lo suyo había terminado antes de empezar.
Tomó una ducha y luego busco en el armario algo adecuado para el trabajo.
Al mirarse al espejo, sonrió complacida. Tal vez se había arreglado más de la cuenta. Decidió dejarse el pelo suelto para variar.
La larga cabellera risada caí en la espalda, gloriosa y brillante.
Sabia el horario de su llegada. Siempre había estado allí primero que él.
Cuando llegó lo primero que hizo fue pasar por recursos humanos. Pero no fue necesario decir nada, al parecer el jefe ya se había encargado de todo por si ella decidía regresar. La secretaria suplente fue reubicada en otra planta.
Era bueno estar allí.
Supo que había llegado apenas escucho sus pasos. El hombre tenía pasos firmes.
No pudo evitar que su corazón se acelerará de emoción.
-Buenos días, señorita Harrison- dijo interrumpiendo la conversación que tenía a través del celular.
Llevaba varios papeles en una mano y en la otra sostenía el celular. No miro hacia el escritorio, de haberlo hecho se hubiera dado cuenta de que su nueva secretaria no estaba allí, y que en su lugar había otra persona.
Una persona que él había estado esperando. Era un hombre muy observador, pero en los últimos días estaba teniendo mucho trabajo entraba temprano a trabajar y salía pasada la medianoche. Tenía Que mantener el negocio estable y seguir abriéndose paso en el mercado.
-Buenos días señor Takisto, me temo que la señorita Harrison fue enviada a otra planta.
Se detuvo en seco al escuchar aquella voz que también conocía, la mano se quedó frisada en el pomo de la puerta. Como si se tratase de una película giró la cabeza lentamente y al ver la allí, sonrió de oreja a oreja. Una sonrisa sincera, real y hermosa. Era un más apuesto cuando sonreía.
ESTÁS LEYENDO
Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...