Tayler regreso al día siguiente y al siguiente. Pero ella lo evitaba constantemente, excepto aquel día. No podía continuar posponiendo lo inevitable.
Tayler se sorprendió al ver que ella al fin de dignaba a recibirlo. Entro sin esperar una invitación.
La miro con una furia que apenas pudo contener.
- Una nota, ¡una maldita nota! Sólo eso déjate. No se te ocurrió que al menos darme una explicación- le recriminó conteniéndose tanto como pudo para no explotar. Era un hombre apasionado en todo los sentidos.
Parecía furioso y amenazante. La miraba con una furia que le asusto por un momento.
Tomo haciendo ya que le temblaba todo el cuerpo, y dudaba que pudiera continuar de pies.
-¿Porqué?-era una sencilla pregunta, pero conllevaba una gran repuesta.
Aquella vez su voz sonó casi melancólica. Ella lo miro y noto que no tenía el aspectos implacable que le caracterizaba.
-Hice lo correcto - contestó, no podía decirle la verdad. No podía decirle que lo amaba tanto y que no podía soportar el hecho de que él nunca la amara no, podía decirle que había escuchado todo y que sus palabras la habían destrozado. Había sido un duro golpe.
Lo único que le quedaba era su orgullo, no iba a rogar por su amor, simplemente no podía competir contra un fantasma. Había hecho lo que debía, sabía que había llegado el momento de abandonar aquella batalla sin opciones de ganar.
-Maldita mujer-exploto-como iba hacer esto lo correcto-tiro la nota arrugada a sus pies.
Ella sabía lo que había escrito allí.
-Tayler...
-Me deseas aún lo puedo ver en tus ojos-le dijo y como para demostrar sus palabras la tomo en sus brazos y la beso. La beso con urgencia y anhelo, hizo que Mirian se estremeciera.
Casi se rindió a su beso, su cuerpo reconoció inmediatamente su tacto, pero por mucho que quisiera entregarse a sus brazos no podía hacerlo. La realidad la golpeó, miro al hombre que le había roto el corazón.
-Por favor, suéltame.
- No.
Ella se obligó a alejarse de él y puso tanta distancia entre ellos como pudo.
- No te acerques -grito, cuando lo vio moverse hacia ella.
-Mirian, no puedes negar lo que hay entre nosotros. Cariño regresa conmigo, te prometo que sea lo que sea que provocó todo esto lo solucionamos¿ Hice algo que te molestó? habla contigo.
Las lágrimas se agolparon en sus ojos. La ternura en su voz , no podía, simplemente no podía lidiar con aquello.
- No quiero estar más contigo, todo lo que hubo entre nosotros terminó. No voy a regresar contigo.
Tayler palideció, lo último que imagino fue que ella lo iba a rechazar.
- No-trono, no podía aceptar aquello.
- Si, Tayler. No te quiero. Lo entiendes. No quiero volver a verte.
Por un momento se quedó sin palabras, no sabía que hacer o decir. Las palabras de Mirian le habían dolido. Porque él si quería estar con ella.
De pronto ciertos pensamiento, le atravesaron. Tenía que ser por aquel hombre.
-Hay alguien más-gruño furioso viéndola de pronto con desprecio. No fue una pregunta, si no una afirmación.
- No, no es eso-casi se atragantó con las palabras. Como podía él pensar eso.
-¡No mientas!, te vi con él, así que esa es la razón por la que me dejaste-dijo.
Aquella no era la razón, no obstante no lo negó. Que creyera lo que quisiera. Al menos así la dejaría en paz.
-Adiós Tayler.
Tayler se puso tenso y ella noto lo pálido que estaba.
-Eres una arpía.
-Por favor ,márchate.El portazo retumbo en toda la casa.
Atreves de la ventana lo vio subir a al coche negro.
Dejarlo marchar había sido muy difícil, una parte de ella, quería ir tras él y aclararle que era un error que no estaba con nadie más. Que aquel hombre que había visto era su hermano mayor.
¿Cómo era posible que hubiera caído como un tonto en sus mentiras? Había pensado que tal vez podían tener un futuro junto, era la única mujer de la cual se había permitido querer y establecer una relación seria después de lo de Zoé. Pero ella le había engañado todo el tiempo. A la vez que estaba con él, se había metido en la cama de otro.
Dios aquello lo estaba carcomiendo por dentro. No podía negar que su traición le había dolido.
Por otra parte Mirian continuaba en el mueble, con el rostro bañado en lágrimas. Lloro hasta que él dolor que le oprimía el pecho ceso.
Desde aquel día no había vuelto a saber nada sobre Tayler, este había cumplido sus palabras. Sobrellevaba los días como podía. Había encontrado un trabajo y allí volcaba toda su energía.
Tayler hacia lo mismo, se mataba trabajando y en la noche tomaba hasta caer inconsciente. De tan solo pensar que ella estaba con otro hombre sentía tanta furia.
Sus ojos frío brillaban con un témpano de hielo al recibir luz, dándole un aspecto peligro.
Una vez había amado tanto, se creía el hombre más feliz, hasta que la muerte se había llevado a la mujer que amaba, alterando todo. Con Mirian había pensado que podía amarla, pero ella le había traicionado. El amor era algo muy peligroso, volvía a los hombres débiles y estúpidos. No volvería a caer en aquello nunca más. Cuando Zoé murió la amaba mucho y había pensado que no podría vivir sin ella, pero lo había logrado. Había sido más fuerte de lo que pensaba. Si había podido sobrevivir a aquello también sobreviviría a la traición de Mirian.
El simple hecho de recordar aquello, fue suficiente para que el rencor se apoderara de él.
-Maldita mujer-maldijo en la oscuridad. Como podía seguir extrañándole cada noche después de lo que ella misma había confesado.
Por otra parte Mirian contemplaba la prueba de embarazada que daba positiva. Se había quedado helada al ver los resultados. No podía creerlo, aquello no podía estar pasando. Lo último que necesitaba era estar embarazada del hombre que había dejado.
Con los ojos llenos de lágrimas se dejó caer en el suelo. Como era posible que no lo notará antes. Había sentido mareos y las náuseas, había pensado que se debía a un virus.Se puso en pie y camino hasta la cama, no iba a entrar en pánico, no iba a dar nada por sentado las prueba caseras podían fallar. Al día siguiente iría al médico.
Saludos a todos los que me leen. Gracias por estar aqui.
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Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...