29:Tal vez es mío.

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Tayler no volvió y a su pesar  aquello le dolía. Porque lo amaba, no era un sentimiento que pudiera desaparecer de la noche  a la mañana a pesar de los acontecimientos ocurridos. Solo el tiempo le haría  olvidar aquel amor imposible.

Tayler  por su parte se había mantenido bajo perfil, no había  dejado de ir ni un solo día, pero  sólo entraba a la habitación  cuando ella estaba durmiendo. Pues sabía que su presencia   le alteraba.

Abecés sólo la observaba durante un largo rato en silencio. Le costaba  creer que ella le hubiese engañado a pesar de que ella misma lo había dicho.  Sus sentimientos  estaban divididos. Como iba a odiarle viéndola tan frágil, tan débil e indefensa , y sola.

Durante aquellos días, había estado haciendo algunas gestiones.
Hizo todo los arreglos necesarios, para la salida  de ella del hospital.

Cuando entro a la habitación  ella estaba despierta, aunque parecía muy pensativa. No podía ver su rostro  con claridad.

Era imposible no reconocer su presencia  aunque no lo había visto. Se puso en pie y le dio la espalda por completo, rápidamente  seco su mejilla y se quedó  allí para que él no presenciara  su momento de debilidad. Cuando se calmo un poco entonces hablo.

-¿Qué haces aquí?

-Vine por ti.

-¿Por mi?, no entiendo.

-Me ocupare de ti.

-¿A que se debe eso? No soy  una cosa de la cual debas ocuparte, no soy tu responsabilidad.

-Tal lo seas-comento mirándola  con intensidad.

Ella entendió  su comentario.

¿Reconoces  que es tu hijo?

-Reconozco que tal vez exista la posibilidad  de que sea mío, pero  eso no quita el hecho de que me engañaste.

Ella lo miro con una pequeña  esperanza en sus ojos, le iba a demostrar  que no le había engañado y que el bebé era su hijo.  Reconocía  que aquello había sido su error por dejar que las cosas llegarán a ese punto, pero  había estado tan tristes  y enfadada con él que no había  pensado en las consecuencias de sus actos.

- No lo hice, tal vez nunca debí  confirmar aquella idiotez, él  es mi hermano  no mi amante.

Él  llegó hasta ella tan rápido que la tomo desprevenida.

-Ya basta de mentiras, no pienses que me creeré esa idiotez. Tu familia vive muy lejos  de aquí. No digas una palabra más, está vez no caeré en su engaño- sus labios formaban una línea recta y sus ojos brillaban por la furia  retenida.

-Es la verdad-insistió.

-Nos vamos en diez minutos-comento  ignorando  el tema a propósito y soltándola.

-No iré a ninguna parte contigo- se cruzo de brazos y lo miro seria.

-El doctor  no te dará el alta, hasta que alguien  se ocupe de ti.  Tu familia  está muy lejos. 

-¿Porqué haces esto?

- Lo haría por cualquier persona- dijo tenso-además si existe la mas mínima posibilidad de que sea mío, no me arriesgare a que le pase algo, tu decides te quedas  aqui o te vas  conmigo  a un lugar donde puedas descansar.

-¿Qué otra opción tengo?

Aquello era una rendición, y él  lo sabía.

Al salir un auto le esperaba, era claro que le iba bien, el auto era nuevo e incluso tenía un chofer.

Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora