Cuando volvió en si, aún estaba oscuro el miedo le invadió. Tenía que salir de allí. Le dolía la cabeza y temblaba de miedo.Al tocarse la cabeza sintió algo húmedo, miro su mano con manchas de sangre.
Se puso en pie aún mareada. Con cautela se dirigió a la puerta de salida. Rogando que aquel hombre se hubiera marchado.
Cuando al fin salió de casa, corrió hasta la casa de su vecino, afortunadamente este era de sueño ligero. Cuando la vio, le hizo entrar de inmediato.
-¡Dios santo! Entra criatura ¿Qué te paso?- el señor Dmitry le hizo pasar. Era un señor mayor el cual vivía con su esposa, tenía el pelo canoso por su edad. Era una persona amable, al igual que su señora.
Le contó parte de lo sucedido entre susurros temblorosos. Quería llorar pero el miedo hasta eso le había paralizado. El nudo en su garganta no le dejaba respirar.
No pasaron ni cinco minutos cuando se escucharon las sirenas de la Policía y la ambulancia.
Le curaron la herida, mientras los oficiales de la policía revisaban la casa y examinaban la zona.
Ella aun estaba en shock. Su vecino había sido quien había hablado con la policía.
-¿Desea llamar a alguien?¿ Podemos llamar a alguien que venga por usted? No es seguro que pase la noche en casa. Mañana cuando este más tranquila tomaremos su declaración- le dijo el oficial amablemente al ver la joven aún temblando. En aquellos casos las víctimas solían resultar lastimada de una forma u otro y en el peor de los casos muerta. Aquella chica había tenido suerte hasta cierto punto.
En cuanto tubo el teléfono en mano el cual le había facilitado el policía, llamo a Tayler, el celular parecía estar apagado. Intento llamarlo al teléfono de la casa , pero este sólo sonaba.
-Por favor-susurro, angustiada.
Desesperada marco el de la oficina, cabía la posibilidad de que él estuviera allí pero al igual que el de casa sólo sonaba.
Se abrazo a si misma, aun temblando lo necesitaba tanto. Estaba sola allí, su casa no era segura por el momento. Aún le dolía cabeza y se sentía mareada. Él ladrón le había golpeado tan fuerte que había caído inconsciente.
Allí estaba ella otra vez, pero aquella vez no le miraba con odio si no con tristeza. Vio las lágrimas en sus ojos, intento acercarse a ella, pero cada paso que daba ella se alejaba más. De pronto no era Zoé la chica que lloraba. Mirian, ella estaba allí llorando, pero no sabía porque. Corrió hacía ella para estrecharla en su brazos, pero ella desapareció.
Despertó sobresaltado y aun mas confuso.
Tayler se había quedado dormido, sentado detrás del escritorio.
El sonido del teléfono le hizo volver en si, pero no fue lo suficientemente rápido para tomar la llamada.
Le resuelto extraño aquella llamada, busco el número Y devolvió la llamada.
Apenas escucho lo que le dijeron salió corriendo de la oficina. Se montó en su coche y arrancó tan rápido como pudo. En cuestión de minutos llego a su destino. Era una suerte que las calles estuvieran solitarias a esa hora.
Apenas llegó vio el auto de la policía y la ambulancia. Él policía que había contestado no le había dicho que ella estaba herida.
Su corazón se acelero, corrió hacías la ambulancia, rogando que ella estuviera bien.
Cuando entró a la ambulancia, la vio sentada en la camilla, ella se abrazaba a si misma y temblaba, tenía una venda en su cabeza.
-Mirian-susurro, para no asustarla.
Ella lo miro con ojos llenos de miedo y entonces empezó a sollozar. Tal como había visto en su sueño.
Él la brazo con fuerza y beso su cabeza con cuidado para no lastimarla.
-Tranquila cariño, estoy aquí. No dejaré que nada malo te pase. Tranquila...
Continuó susurrando palabras de apoyo mientras ella lloraba. A pesar de lo furioso que estaba, hervía de rabia, quería encontrar aquel maldito y matarlo por lo que había hecho. Domino su rabia por ella, era lo que menos necesitaba en aquellos momentos.
Lloraba de alivio, él estaba allí, sólo sus brazos podían brindarle la seguridad que necesitaba. Lo abrazo con fuerza, el calor de su cuerpo le tranquiliza.
Había visto su rostro, ella estaba en estado de shock, su rostro pálido, como de color grisáceo
Cuando se calmó un poco le ayudó a salir del ambulancia. Hablo brevemente con el policía a cargo, sin soltarla. La dejo en el coche y luego se subió a su lado. De camino ninguno hablo, pero él la miraba de vez en cuando. La preocupación era notable en su semblante.
La llevo a su apartamento.
Una vez en el ascensor él la abrazo nuevamente. Sólo se despegó de ella para abrir la puerta. La tomo en brazos y ella lo rodeó con sus brazos, le dejó en la cama, aún temblaba. Odiaba verla así.
- No te vallas - dijo al verlo alejarse.
Él regreso a su lado de inmediato.
- No iré a ningún lado, sólo haré una llamada.
Ella asintió, un tanto avergonzada. Pero aun estaba asustada y dolorida.
El doctor llegó tan rápido como se le hizo posible. Tayler lo recibió y lo llevo hasta la habitación. Ella parecía dormida pero él sabía que no lo estaba, habían estado acostado un buen rato hasta que el timbre de la puerta le había interrumpido.
Ella no protestó , ni hizo preguntas cuando vio el doctor. Él le había explicado que quería que un especialista le examinará la herida.
Él doctor la examinó bajo la atenta mirada de él, el cual no se despegó de ella en ningún instante.
Tayler apretó los labios y su mandíbula se tenso al verlo las marcas en sus brazos. Se juró encontrar aquel maldito y hacerlo pagar por lo que le había hecho a su chica.
Se sentía tan culpable, tan solo si le hubiera prestado más atención, si le hubiera convencido para que pasará la noche con él. Pero en vez de eso la había evitado y casi ignorado todo el día, debido a su remordimientos.
En cuanto ella se durmió, por el calmante que le había inyectado el médico, salió de la habitación con este.
-¿Cómo está?- pregunto, quería una repuesta más precisa.
-Por su estado, es notable que sufrió un trauma. Y sea lo que sea que ha sucedido le a hecho revivir aquello. Estaba muy nerviosa y asustada. Además de la herida en la cabeza, tiene marcas en los brazos, al parecer alguien la agarro con brusquedad.
Él médico lo miro con una interrogante en sus ojos.
Él supo de inmediato las conclusiones que estaba sacando aquel hombre.
-Alguien entró a su casa y la atacó. Fue un robo-aclaro él-Yo jamás golpearía una mujer-remarco para dejar bien claro que él no le había ocasionado las heridas.
-Bien. No es recomendable que este sola, aunque dormirá un largo rato por los medicamentos.
Le pago por sus servicios y lo acompaño a la puerta.
Luego regreso junto a ella. Se acostó a su lado y la atrajo hacia si. No podía perderla a ella también, era la único real y verdadero que tenía. Era una mujer hermosa no sólo físicamente. Era amable, inteligente, trabajadora, apasionada. Tenía que tener más cuidado con ella. Tenía que dejar se pensar en Zoé, dejar su tormentoso pasado atrás, antes de que este lo arrastrará a los dos. Ella no merecía aquello. Por su bien y el de él , tenía que sacar a Zoé de su mente.
Él problema era que no era tan fácil hacerlo, no cuando la culpa lo perseguía.
Que les pareció?
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Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...