Despertó un poco desorientado, solo basto una mirada a su alrededor para saber donde estaba.El dolor le recorría todo el cuerpo, sentía la ropa húmeda y la boca seca.
Había ignorado los síntomas, por eso se sentía peor. Se había quedado dormido en el sofá, aquello si que era extraño. Sólo recordaba que había cerrado los ojos un momento en lo que ella se alistaba.
No sabia que hora era, pero por la ventana vio la oscuridad que envolvía la noche.
Miro su reloj, pero veía los números borrosos. Renuncio a la tarea de ver la hora. No podía ni siquiera coordinar sus pasos.Su caminar era un tanto inestable.
El malestar se había intensificado, al pasar las horas.
Encontró el objeto de sus malas noche en la cocina. Allí estaba ella, estaba de espalda, no podía ver lo que hacia.
Su larga cabellera estaba suelta, se había cambiado de ropa, el vestido le quedaba perfecto. No disimulada ninguna de sus curvas. Estaba descalza, pero apostaba que anteriormente sus pies habían estado adornados por algunos tacos, como si se tratara de confirmar su pensamientos, vio la zapatillas de tacón en un rincón de la cocina.
Como si ella hubiera detectado su presencia, se giro y lo observó. Inmediatamente su semblante cambio.
Dejo lo que estaba haciendo y se acerco a él, tenía mal aspecto.
-Pareces enfermo, siéntate.
-Solo estoy cansado, necesito dormir más, ya se me pasara- dijo, al ver el semblante de preocupación de la joven.
Tomo asiento en la silla que ella le indicó.
-Deberías ir al médico.
-No es nada. Disculpa que me quedara dormido en el sofá.
-No tienes porque disculparte. No estás bien, tu cuerpo lo necesitaba. Así como necesitas ir a un medico.
- Lo único que necesito es a ti-dijo levantándose de la silla. Su cuerpo protestó pero se mantuvo firme, almenas tan firme como podía según su condición.
Ella no se alejo, cuando él la rodeó con sus brazos , sintió el calor que desprendía su cuerpo.
-¡Estas ardiendo!
-Es por ti-dijo juguetón.
-No es momento de bromas. Siéntate, te prepararé un té.
-Si jefa.
Ella lo miro sin una pizca de gracia.
Minutos más tarde le entrego una taza de té, y unos analgésicos. Esperaba que aquello al menos le ayudará a bajar un poco la fiebre.-¿Qué es esto?-pregunto, viendo la pastilla que ella le extendía.
-Solo tómalo, te sentirás mejor. La cena casi está lista.
Minutos mas tarde se sentía mejor, al menos podía coordinar sus pasos. Habían tomado la cena en la cocina, él apenas había comido.
- Sera mejor que me valla.
Se acercó a ella y esta vez la beso sin rodeo.
Seria tan fácil dejar todo atrás y acostumbrarse a aquello. Pero no, no podía caer tan fácil.
-No debiste hacer eso- le recriminó, retomando la compostura.
-Disculpa. Tienes razón pero ya no podía aguantar más. Sin tus dulces labios. Nos vemos mañana.
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Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...