Despertó solo en la habitación. Pero vagamente recordaba una suave voz que le susurraba al oído palabras que no podía entender y una mano que le acariciaba el pelo. No estaba del todo seguro si había sido un sueño o algo real.
Se sentó en la cama con un poco de dificultad , se sentía un poco mejor. Aunque era consiente que no del todo. Aún se sentía débil y aquello le molestaba de cierta forma.
En aquel momento la puerta se abrió.
-Veo que te has despertado-dijo a la vez que avanzaba con una bandeja en mano, hacia él.
No pasó desapercibido para ella el ceño fruncido en su rostro.
-Te traje algo de comer- dijo, un poco vacilante, él parecía estar molesto. Tal vez le molestaba que estuviera allí.
-Ahora lo único que quiero es estar solo- su voz sonó seca sin emoción.
Ella se sintió de sobra, no sabía que había cambiado, él se había mostrado complacido de que estuviera allí horas antes.
- Disculpa la molestia- se giró sobre sus talones dispuesta a irse. Pero su voz le detuvo.
-Quédate- le pidió, estaba vez su voz era suave y amistosa. Hacia tiempo que se había acostumbrado a no necesitar a nadie. Se había vuelto un solitario.
-No te entiendo-dijo confusa y molesta.
-Me disculpo. No eres una molestia- un ataque de tos le hizo parar de hablar.
Ella dejo la bandeja en la mesita y se acerco a él.
-No hables, aún estás débil. Tienes que descansar.
Tomó un poco de agua, del vaso que ella le extendió.
-Déjame explicarte. Es sólo que me molesta estar en esta situación. Estando así no puedo encargarme de mi trabajo, tengo una empresa que manejar, empleados que dependen de mi y negocios que cerrar.
Él se había referido al trabajo, pero ella sabía lo suficiente como para saber que lo que realmente le molestaba era el hecho de estar vulnerable hasta cierto punto, depender de otra persona. Claro que no iba a decírselo, pero ahora podía entender el cambio de humor. Era un hombre, autoritario, implacables,mandon,activo, la lista era larga . El hecho de tener que necesitar ayuda de otra persona estando tan débil, no era fácil para él. Allí la postura de hombre de negocios, había caído. Sólo era un hombre enfermo, eso sí uno muy guapo a pesar de su estado de Salud.
Con su ayuda se tomó un poco de sopa.
Dejo la bandeja sobre la mesita y se sentó en un lado de la cama. Tocó su frente y se percató de que al menos la fiebre había bajado. Pero por su gestos sabía que el dolor de cabeza persistía.
Tomó un frasco de la mesa y le dio una pastilla de la que el doctor le había recetado.
-Es para el dolor de cabeza.
-¿Cómo lo supiste?- cuestionó.
-Mi hermano solía sufrir de migraña con frecuencia . Asique por tus gesto lo deduje.
-Entiendo.
Le hubiera gustado hacer más preguntas, pero estaba sintiéndose un poco mareado.
-Debo ir me.
Al pronunciar aquellas palabras captó toda su atención.
- Lo sé, agradezco tu ayuda cariño. Me disculpo por lo sucedió hace rato. Lo estoy agradecido que este aquí .
Ella le regaló una encantadora sonrisa.
Ella no quería irse y él no quería que ella se fuera. Pero ninguno dijo nada.
-No olvides tomar los medicamentos. Si no lo haces puedes volver a estar como al inicio.
-No lo haré, descuida. Tengo trabajo que hacer.
-Bien, la medicina empezará hacer afectó pronto. Si necesitas algo no dudes en llamar.
Él medio asintió y le regaló una sonrisa de lado.
Después de eso salió de la habitación.
Tayler por su parte paso el resto del día en cama.
A la mañana siguiente despertó mucho mejor.
Estaba aun en cama el reloj apenas marcaba la 7:00 de la mañana, cuándo su celular sonó. La noticia que le dieron hizo que su cabeza martillara de dolor nuevamente.
Unos de sus clientes más importante había irrumpido en su oficina exigiendo hablar con él. Por lo visto el hombre estaba molesto por algo, de lo cual no tenía idea que era. Se negaba a hablar con nadie más, exigía que fuera él quien le atendiera personalmente.
No fue una tarea fácil levantarse Y vestirse.
Cuando los ataques de tos se manifestaban, lo dejaban sin aire y un terrible dolor en el pecho.
A pesar de que vestía impecable y a la medida como siempre, apenas puso un pie en la empresa sus empleados se percataron de su palidez.
El problema había surgido debido a que el hombre alegaba que había recibido una factura con una cifra mayor a lo acordado en el contracto.
El problema se había resuelto casi de inmediato, pues al investigar se había percatado de que todo había sido un error. La factura pertenecía a otro cliente. Debido a la similitudes de nombre había surgido el error.
Después de aquello el hombre se retiró calmado e incluso se disculpó por el escandalo.
A pesar de su estado, el hombre de negocio había surgido, había resuelto el problema. Era bueno en aquello.
Lo que si era un hecho , era que se sentía fatal y el clima húmedo no ayudaba.
Había dejado el coche fuera del estacionamiento, en su afán por llegar deprisa.
Apenas salió una ráfaga de viento frío le golpeó. Con largo paso llegó al coche y para cuando entró a este, estaba mojado por la fuerte lluvia que caía.
Apenas llegó se despojó de la ropa húmeda. Se envolvió en el albornoz y se recostó en el sofá. Estaba cansado de estar en la cama .Se tomó una pastilla para el dolor de cabeza y cerró los ojos.
Estaba casi dormido cuando escuchó el timbre. Con pasos pocos firmes se dirigió a la puerta. Tenia los ojos entrecerrado pues la luz le molestaba.
Apenas lo vio supo, que algo había sucedido. El hombre estaba pálido y parecía peor que el día anterior.
-¿Que hiciste?- le reprochó en voz baja. Para evitar hacer ruido. Pues apenas podía abrir los ojos.
Vio la ropa mojada amontonada a los pies del sofá.
-¡Dios santo! ¿Como se te ocurre salir en estas condiciones? Esta lloviendo a cántaros.
-Un asunto urgente en la empresa requería de mi presencia- su voz estaba totalmente ronca.
-Pues si lo que quieres es sanar, lo estas haciendo muy bien-dijo con sarcasmo.
Paso un brazo por su cintura y le ayudó a subir a su habitación.
Él no protestó, simplemente se dejo guiar.
La medicina había empezado hacer efecto y se sentía aturdido. Sólo fue cuestión de minutos para que él se quedará dormido.
Ella por su parte estaba angustiada y agotada. Había tenido una noche pésima. No había podido dormir, sólo pensando en como él estaría.
El cansancio hizo malla en ella, tomo. Una silla y la acerco a la cama, se sentó allí junto a él, tomo una de sus grandes manos en la de ella,arescosto la cabeza en la cama Y allí se durmió.
La escena era un tanto tierna, ambos dormían profundamente.
Él fue el primero en despertar. Afortunadamente el dolor había pasado. Se sentía mucho mejor y estaría perfecto de no ser por la tos.
La observó dormir, estaba en una posición incómoda. Se levantó de la cama y la acomodó en el lado que había estado vacío. Se acostó junto a ella y la acorruco en sus brazos.
Ahora podía ver el cansancio en su rostro y la ojeras.
No tardo mucho en dormirse nuevamente. Era bueno tenerla allí en sus brazos. Sólo bastaba un toque para que la pasión quemara su piel.
La miraba con ojos de ángel, era más que deseo, más que pasión. Pero aún no encontraba un nombre para definir lo que sentía por ella o tal vez sólo no se había dado cuenta de sus sentimientos.
Estaba tan cerrado a amar de nuevo que rechazaba la sola idea de volverse a enamorarse no obstante ella era especial.Casi salgo de vacaciones, así podré terminal la novela, he durado mucho tiempo. Pero no tengo tiempo suficiente para concentrarme y escribir espero comprendan.
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Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...