Tayler despertó con dolor de cuello, al ponerse en pie y estirarse su cuerpo protestó.
Los pocos minutos que había dormido en aquel sofá, le habían pasado factura.
Mirian había despertado hacia un rato. Lo había estado observando. Cuando dormía tenía un semblante casi vulnerable, pensó.
Él la miro y de inmediato se acerco a ella.
- Veo que estas despierta, cariño -le regaló una sonrisa- ¿Como te sientes?
Ella medio sonrió forzosamente. Su relación estaba un tanto tensa.
-Me siento bien. ¿Cuándo puedo irme?- pregunto a la vez que se sentaba en la cama.
-Tienes buen aspecto, pero hay que esperar que el doctor te examine-respondió él.
- No me gusta estar aquí - protestó.
- Lo sé, pero hay que esperar que el doctor te examine y de el visto bueno -comento él, esta vez sosteniendo sus manos en las de él.
Como todo había salido bien, le dieron el alta. Tayler se encargó de llevarla a casa.
Como no quería dejarla sola, no fue a la empresa aquel día, no obstante estaba al perdiendo de todo. y la consentía en todo.
Tras recuperarse por completo Mirian retornó a su empleo.
Tayler se había comportado muy atento y cariñoso.
Dejando atrás los malos momentos , todo marchaba bien entre ellos. Ninguno había vuelto a tocar el tema del posible embarazo. Pero aquello no quería decir que hubieran olvidado el tema.
Tenían una rutina trazada, cada mañana iban juntos al trabajo, luego regresaban a casa y él le hacía el amor con pasión. Día tras día habían marcado aquella rutina.
Vivían como cualquier pareja, y ella estaba segura de que algún día él la amaría, pues había cambiado mucho su actitud hacia ella. El cambio era notable.
No solo era sexo, algo estaba surgiendo entre ellos. Al menos eso presentía ella. Durante aquellos días todo había marchado como viento en popa.
Tras cerrar un nuevo negocio con unos clientes irlandeses, Tayler regreso a la empresa. Si el negocio continuaba como iba, pronto tendría que buscar un edificio más grande para mover sus oficinas y contratar más personal. Las oferta estaban viniendo de todas partes. Su trabajo se caracterizaba por la buena calidad y el diseño exclusivo de cada proyecto. La arquitectura siempre había sido su fuerte, era algo que le apasionada. Por eso había montado su propia empresa.
Observó a Mirian con interés, estaba en su escritorio y parecía muy concentrada en su trabajo. Sonrió como tonto, no sabía que tenía aquella pelirroja que le hacía sentir tan bien.
Ella sólo escucho la puerta al cerrarse, él ni siquiera le había informado de su llegada.
Le resulto extraño, y no pudo evitar que ciertos pensamiento llenarán su mente. Ella sólo había vuelto a su casa para buscar algunas cosas que necesitaba, desde entonces vivía con Tayler y el pequeño perro que él le había regalado. Era una cosita pequeña y peluda. Ella lo adoraba. Ciertamente él le había sorprendido con aquello.
Apena habían pasado segundo cuando su celular sonó.
Al ver el mensaje sonrió y suspiro aliviada. Sus dudas se despejaron con rapidez, como el cielo nublado cuando salía el sol.
Él roce de sus labios le provocó un estremecimiento de placer. Emitió un gemido cuando le separó los labios con la lengua. La tomo de la cintura y la pego más él.
Ella sintió la notable erección y sonrió en sus labios. Pero pronto él borró la sonrisa, al hacer el beso más intenso.
Aquello era una completa locura, se estaba escapando de sus manos, pensó él. mientras dejaba un rastro de beso en el nacimiento de los pechos.
Era una locura, se repetía una y otra vez. Se obligó a separarse de ella, le escucho gemir en protesta y deseo retomar lo que había parado.
-Te he extrañando el día de hoy, bella-susurro en sus labios.
-Yo a ti- admitió, contenta al escucharle decir aquello.
Él sonrió complacido, poco a poco aquella mujer había ido despertando ciertos sentimientos en él.
¿Cómo te fue ?- pregunto, aunque por su buen humor imaginaba como le había ido.
-Excelente, incluso he estado pensado en que debo buscar un lugar más grande y nuevos empleados. Cada vez la ofertan son más y temo que ya no damos basto.
Era más seguro hablar de aquello, que tocarle.
Ella podía ver el deseo en sus ojos, aquellos penetrantes ojos negros que le miraban con un extraño brillo.
Una mirada que advertía peligro, una mirada candente, ella estaba deseando quemarse en aquel fuego.
Por la mirada de la chica, sabia lo que rondaba en su mente.
-Esa son buenas noticias, eso quiere decir que el negocio va prosperando-comento.
-Si, incluso más rápido de lo que pensé.
-Entonces has logrado tu objetivo, has iniciado desde cero y mira hasta donde a logrado llegar.
-El mérito no es sólo mío, cada persona aquí ha hecho esto posible.
Le gustaba que fuese un hombre consiente, que valorara y reconociera el esfuerzo de los demás.
-Estoy segura de que ellos apreciaran escuchar eso de ti.
-Lo primero es buscar un nuevo local, también he pensado en un aumento de sueldo.
Ella lo observaba mientras él hablaba y hacia planes.
-¿Qué te parece?- pregunto él de repente, pero ella no tenía idea, sobre que le estaba preguntando.
-Disculpa, estaba pensando en otra cosa.
-Espero no sea en otro-dijo las palabras con suavidad y casi sin interés, pero la expresión de su cara no era muy amistosa.
Ella se preguntó si aquel hombre se había vuelto loco, como iba a tan siquiera mirar a otro estando tan enamorada de él. Lo amaba tanto que casi dolía, ¿Como se podía querer tanto a una persona?
- No seas tonto, estaba pensando en ti y en lo mucho que te deseo.
Era más fácil decirle que lo desea a que lo amaba. sabia que aún no estaba listo para escuchar aquello.
-También te deseo, cariño. Pero este no es el mejor lugar para lo que tengo pensado enseñarte esta noche.
La abrazó por un momento y luego se retiró.
-Entonces dime que es lo que decías.
-Solo te preguntaba que te parecía, si organizamos una fiesta como inauguración del nuevo local.
-Me parece excelente idea.
-Entonces dejo eso en tus manos, yo me encargaré del local.
-Bien, tienes algo en mente sobre la fiesta.
-Temo que no es mi fuerte, lo dejo a tu gusto. tienes un excelente gusto.
Ella elevó una ceja y sonrió pícara.
-¿Y cómo sabes que lo tengo?
Mírame- dijo dando una vuelta - soy todo un galán.
-Asique tengo buen gusto según tu, porque me fijé en ti.
-Mas que eso, bella mía. Me elegiste a mi.
Tenía razón en eso, lo había elegido desde un principio.
- No diré que si, no se puede alimentar tu ego.
El soltó una carcajada, que le hizo sonreír a ella también.
-Eres una pequeña bruja. vamos a cenar, para celebrar este nuevo logró.
Tomaron una cena exquisita, él lugar era agradable. La conversación se basó en los nuevos cambios que estaban por suceder en la empresa.
Aquella noche mientras Tayler dormía, después de haber hecho el amor , ella aún estaba despierta pensando en lo bien que se sentía estar allí entre sus brazos.
La cabeza apoyada en el formidable pecho de Tayler y rodeada por su reconfortante brazos se durmió.
Ya se que la tenia abandonadas pero volví. Me disculpo por la tardanza. Ya saben que he estado bloqueada .
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Entre un amor del pasado.(2- Serie magnates apasionados)
RomanceSu jefe Tayler ,era todo lo que una mujer podría desear eso, cuando no estaba gritando y de mal humor. Apesar de la frialdad que le caracterizaba . Miriam se enamoró de él nada más verlo. Después de un viaje de negocios ,que terminó en placer ,su...