Chapitre: Ventotto.

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Esa misma noche, Gerald al salir del hotel muchas cámaras le tomaron por sorpresa. Se cubrió un poco los ojos y camino entre la multitud de paparazzis que la abrumaban.

Un año pasó, un año en el que ella y Bruno se visitaba y llamaban a diario. Tras la muerte de Bernadete ella trato y trato de ser muy amable con Bruno. Ahora la necesitaba más que nunca.

-No puedes dejar las cosas así.-Dijo Bruno tomando su mano.-Fueron muy buenas amigas.

-¿Y que pretendes que diga?. "Hola sasha, perdón por acostarme con tu padre. Casi me hago tu madrastra y por cierto, soy hija del presidente de Italia". Le invitó un café y me haré la ciega para no ver el veneno que le pone a mi bebida. Después tú cobras mi testamento y serás feliz por siempre.

-Bueno. Mi idea era salir por un café que se pusieran al día... Pero tu plan es estupendo.

Gerald río, bebió de su margarita y coloco sus gafas de sol sobre su coronilla. Shasha cumpliría años esa semana así que decidió no amargarle el día y dejar que pasara un poco más de tiempo.

Una semana después Sasha recibió una invitación para tomar el té con Gerald.

Ella río un poco, después de tener una amiga marginada ahora era toda una mujer sofisticada. Guardo muy bien la invitación y observó a Kate.

-Te ves preciosa con ese vestido.

-¿De verdad?

-Claro, serás la mejor vestida del momento.

-Claro que lo seré, soy la novia.-Le mostró si mano izquierda.-Deberiad llamarme mami de ahora en adelante.

Ambas rieron y bebieron de sus copas con bellynis.

El día tan esperado llegó, Sasha se sentía tan extraña e incómoda sola en una cafetería con muchos guardias de seguridad. Alineó el servilletero y después acomodo una flor.

Gerald bajo del auto, con una blusa de manga tres cuartos de color rojo, con una falda corta que le llegaba a la rodilla floreada y zapatillas rojas.

Observó el café con mucha melancolía, era el mismo lugar donde ambas pasaban varias horas juntas riendo y Sasha de vez en cuando ligando a los camareros.

Se colocó sus gafas y entró al lugar, nerviosa vio la espalda de su amiga. Las manos le sudaron y observó a los hombres con traje. Uno de ellos le sonrió dándole un poco más de ánimo.

-Hola.

Sasha se giró a aver a su amiga, observó como se quitaba las gafas y tomaba asiento frente a ella.

Como si fueran las perfectas desconocidas.

-Mirate, seguridad y toda la cosa. Quien diría que antes tu mayor guardian era un gas pimienta que te dí.

-Papá es muy inseguro.

-Ya me di cuenta.

-¿Quieres beber algo?

-Ve al grano. No vine precisamente a tomar café y lo sabes.

-Lo siento.

Sasha la observó, guardo silencio para saber decir exactamente las palabras correctas.

-Te confíe a mi familia y creí que papá te veía como a una hija. Igual no solo fue culpa tuya estabas vulnerable pero tampoco es excusa aunque mi papá debió tener un poco de sensatez... No sé que pensar.

Gerald le cubrió la mano.

-Entiendo si no quieres saber más de mi. Solo quería que tan si quiera tuvieras una explicación.

NENA DE PAPI. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora