Chapitre: Diciotto.

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El rostro de Rami perdido su tonalidad natural. Dejó de ser un tono canela a uno gris, después amarillos y quedó en un tono blanco.

-Papá... ¿Estas bien?

-Si, no es nada.-Se acomodó el saco.-¿Nos dejarías hablar a Gerald y a mi a solas?

-¿Sobre qué?

El pánico la invadió, no quería estar a solas con él no quería llorar de nuevo. No ahora que lo estaba superando.

-Ya sabes...-Se acerco a ella.-Para platicar, siempre la vi como mi hija.

-Bueno, esta bien. Iré por Nach y de paso traemos la cena.

-De acuerdo.-Sonrio Rami muy tranquilo.-Ve, estaremos en el despacho.

Gerald le rogaba con la mirada a su amiga que no la dejara, ambos la vieron irse y escucharon cerrar la puerta.

-Ni de broma me quedo aquí.

Subió las escaleras pero Rami pronto la alcanzó y la jalo del brazo aprisa.

-No vas a ningún lado hasta que me expliques esto.

-Me estás lastimado.

Rami y Gerald llegaron al despacho, el mayor la empujo y la hizo meterse a tropiezos. Ignorando los cuadernos, Rami se cruzo de brazos y espero una explicación.

-¿De quien es el niño?

Gerald guardo silencio, no tenía que darle explicaciones de su vida si Rami no le daba las de él ¿Porque ella sí?

-Que le importa.

-No seas inmadura Gerald, dime de quien es.

-De quien sea y si fuera de usted, jamás le pediría un maldito centavo ni nada que venga de su nombre.

Paso por delante de Rami ignorando esos preciosos ojos que la seguían con la mirada.

-No seas insolente.

Dijo Rami mientras la sujetaba del brazo con fuerza. Gerald estaba roja de coraje, se agitó su respiración.

-Suelteme.

-Dime Gerald.

-Gritare.

Rami se comenzó a reír, verla molesta le dio gracia.

-No tendrás ningún centavo, recuerdalo niña, el que nace para planta del corredor no pasa.

Y fue ahí donde se exalto, no supo de donde sacó el coraje. Pero parecía que lo tenía muy dentro.

-No es tan importante en mi vida.-Se soltó del brazo.-Y esa prueba no es mía.

-¿Entonces?

Gerald recogió sus apuntes y los dejo caer al suelo.

-Estoy preparando una exposición para la clase del lunes. La prueba se la hizo mi profesora, así que estese tranquilo. Usted y su dinero se pueden ir mucho a la mier...

Y no pudo terminar la frase, los labios de Rami estaban sobre los de ella.

-No... Suelteme... Suelte...Suel...

Y Rami la sujeto más fuerte de la cintura,dejándose llevar por el tacto tibio y suave de sus manos. Pero tuvo un poco de cordura y lo alejo de él.

-¿Que pasa?

-Me está costando mucho trabajo dejarlo ir. Por favor... No lo haga mas difícil.

-Entonces no te vayas y quedate conmigo.

NENA DE PAPI. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora