Chapitre: Cinque

7.7K 244 180
                                    

La música que llenaba el resinto se fue haciendo más tenue, sus tacones resonaban en el asfalto.

Detrás de un jardín precioso y bien cuidado repleto de flores y plantas de distintos tipos pudo ver un chalet enorme de dos plantas bastante moderno cuya fachada estaba formada casi en su totalidad por cristales enormes.

-¿Te puedo preguntar algo?

-Si.

-¿Como se llama?

El hombre sonrió ante la amabilidad de la chica.

-Robert.

-Bueno, mi nombre es Gerald y ya que somos sinceros... Me estoy cansado de caminar.

-Ya no falta mucho, usariamos un auto de golf pero el señor no quiere llamar la atención.

En la puerta estaba una señora mayor con el típico traje de servicio con una etiqueta pegada en el pecho en el que se leía su nombre, Lucía. Esta solo observo a la chica y vio al hombre que la acompañaba. Se limpio las manos y se alejo de ahí.

-Acompáñeme la llevaré a uno de los salones donde la espera el señor Malek. - Le dijo amablemente a Gerald, ella le sonrió nerviosa.- Tranquila, no te va a pasar nada.

Tras la puerta pasaron por un recibidor enorme con escaleras a ambos lados que subían a la segunda planta en el que se veían tres pasillos, uno hacia el ala izquierda, otro a la derecha y un tercero más corto hacia el fondo.

En el mismo recibidor el hombre que la acompañaba se paró en lo que era la puerta de un ascensor que les condujo a la siguiente planta. Tras recorrer un largo pasillo con puertas y habitaciones a ambos lados se acercaron a una de doble hoja ya abierta tras la que se encontraba un salón inmenso con varios espacios como un comedor y dos conjuntos de sofás y sillones de distintos estilos.

En uno de ellos pudo ver a un Rami de cuarenta años que físicamente no los aparentaba, era bastante joven como podría serlo. Era tremendamente guapo, su espalda delataba las horas en el gimnasio, un señor muy normal e impecablemente vestido con un traje de dos piezas color negro.

-Gerald, un auténtico placer. - Dijo acercándose a ella con una amplia sonrisa que solo cerró para darle dos besos.-¿Qué tal todo? ¿Te gustó la decoración, ¿tendrás hambre?.

A ella le gustó la forma en la que le recibió educada, pero le resultó extraño tras el altercado hace unas horas atrás, Esperaba a un hombre más estirado, distante y furioso.

-Pues... muy bien todo, claro. Y sí, la verdad es que con los nervios de no hacer el ridículo no comí hace rato.

-Sentémonos a la mesa te he esperado para la cena.- Dice Rami.-Robert por favor que calienten la comida y que alguien nos la sirva.

Tras retirar amablemente la silla de Gerald para que se sentara, él hizo lo propio y la miró con aprobación. A ella le llamaron la atención sus preciosos ojos azul claro aunque no le mantuvo la mirada por mucho tiempo, le intimidaba.

-¿Bueno qué tal?, ¿qué te parece mi casa?.

Dijo Rami  mientras les servía una muchacha platos variados con carnes, verduras, frutas y vinos.

-Es preciosa tiene un gusto muy bonito señor Malek.

-¿No exagere?

-Bueno es una casa enorme no había estado antes en ninguna igual… Claro más que en la suya que está en el centro ¿no se pierde?.

Lo dijo un poco tímida, Rami se exitaba cada vez que la palabra "Señor Malek" es salía de esos jóvenes labios.

-¿Perderme?.- Se río un poco. - Pero si la diseñé yo, un amigo que es arquitecto solo hizo el trabajo más fácil.

NENA DE PAPI. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora