NENA DE PAPI. (TERMINADA)

Fine

Camine a mi a las escaleras para subir a mi despacho, Kate esta en la cocina preparando galletas o un pastel.

No tengo idea.

Me sentía cansado, pero no físicamente. Estaba cansado de seguir con todo esto.

Quiero a Kate, pero jamás perdí la fè de que Gerald apareciera y dijeron algo como "Estoy embarazada" o algo así para que no cometiera la peor estupidez de mi vida.

Entre a mis despacho y observé el sofá que ella escogió, se me hizo un nudo en la garganta al recordarla dormir tan plácidamente.

No me pude desprender de absolutamente nada, cada cosa me recordaba a ella, el sofá, las escaleras.

Y que decir del Chalet, Kate quería remodelarlo, me pedía que llamara a Gerald y que le pidiera una una cita.

Simplemente me reí, ella sabía lo que había pasado entre ambos, pero no sabía que la amaba y que las e reacciones que tenían al llegar a la habitación eran por las grabaciones antiguas de ella y una que otra imagen que había guardado en mi memoria. 

-Señor Malek.

La voz de la mucama me hizo regresar a la habitación.

-Pasa Sof. ¿Que sucede?

Se veía un poco incómoda y culpable a la vez.

-La señora dice que si puede archivar los papeles por ella. Su madre está por llegar y quiere tener todo listo.

-Claro Sof. Dejalo aquí por favor.

Sofía dejó la charola de plata en la mesa y acerco mi abre cartas, me dio una media sonrísa.

-No voy a abrir ninguna carta.

-Lo hará.

Y se marcho.

Encendí mi laptop y deje aún lado las cartas, coloqué mis lentes y moví mi dedo sobre la parte más lisa de la computadora.

No había nada nuevo, correos basura y algúna que otra publicación sobre mi nueva corporación. Gerald se había tentado el corazón de no publicar nada de lo que habia dicho eso día.

Entre a Google para buscar un par de cosas y de paso configurar mi cuenta de correo, en la plantilla de inicio observe la imagen de alguien que conocía.

Vestida de blanco.

A lado de Bruno.

Rápidamente entre y mi corazón latía furioso. Pero de detuvo al mismo tiempo que vi la imagen.

Gerald con un vestido perfectamente blanco con su cabeza apoyada en el pecho de ese imbécil, ambos al parecer bailando muy juntos.

Ella seguía siendo hermosa, joven e inocente. Y el color blanco no hacía más que ayudarla en encerrarse en esa aura de paz y piedad que siempre la caracterizaba.

Leí brevemente el blog y con cada palabra escrita yo me moría un poco más.

Me quite los anteojos y frote mi ojos con una mano. Decidí que era momento de dejar las cosas en paz, porque solo me estaba haciendo daño.

Así que tome los folders de Kate y los comencé a leer.

Cuando termine, los tomen todos y los alinè dejandolos caer en la mesa al dejarlos aún lado de mi computadora observe un sobre de color rosa pálido.

Recorde lo que dijo Sofía, con curiosidad por ver el contenido, tome el sobre y lo analice no había remitente o destinatario, simplemente una firma y ya.