Capitulo 14

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CAPITULO 14

ATENEA

Nose porque estoy haciendo esto, no tengo la más mínima idea de porque lo estoy acompañando.

El chico de ojos azules me saca de la carpa y toma mi mano y corremos juntos.

Yo dejo que tome mi mano.

No tiene ni idea de lo que se siente ese ligero roce.

Se siente como si mi corazón se ensanchara en mi pecho, dificultándome la respiración. Se siente como si mi cabeza le hubiera faltado oxigeno en un largo tiempo y me hubieran dado una dosis. Se siente como si mi estomago estuviera lleno de aleteos constantes.

Es como una droga. Una droga a la que soy adicta.

Nose su nombre, solo sé que ayudo a Keyra. Es comandante de Calent, lo veo por su insignia. Aun no puedo creer que este corriendo con él. ¡No estoy loca! ¡El si existe!

¿Pero porque quiere que hablemos? ¡El no me conoce! Dudo que siquiera sepa que yo ya lo conozco. Esa frase que dijo de que ya nos conocemos es muy común en las parejas cursis llenas de amor falso. Seguramente quiere matarme sin audiencia.

¿Si se que quiere matarme porque no me voy?

¡No tengo idea!

Seguimos corriendo y dejamos atrás los sonidos de la guerra. Estamos solos y siento en mi corazón un sentimiento ajeno, que solo sentía cuando leía mis libros escondidos en mi habitación.

Siento esperanza.

Debo creer.

¿Pero cómo?

Llegamos después de varios kilómetros en silencio a un lugar lleno de árboles y arbustos. Es una especie de bosque alejado de todo desierto. Me resulta tan familiar. Es como el bosque que está al lado de mi casa. Lo extraño, extraño a Grace. Le dije que regresaría.

Pero me duele más que ella ni siquiera piense en mí.

Nos internamos en el bosque y el chico de ojos azules suelta mi mano. Yo me quedo congelada en mi lugar. Nose que hacer.

Veo que él se pone las manos en su cabello y camina unos pasos adelante, luego atrás y me ve con preocupación y un poco de desesperación.

Me escondo detrás de un árbol. Soy una presa fácil, siempre lo he sido.

-Por favor no te escondas- murmura mientras me encuentra- lo siento, pero nose ni por donde comenzar.

Retengo la respiración y me encuentro con su mirada penetrante.

Veo a otro lado.

No puedo sostenerle la mirada porque sé que entonces caeré en su juego. Sé que él me matara.

-Mira, yo te conozco- dice mientras se pone a mi lado, detrás del gran roble. Con un ligero roce se sienta en el suelo y levanta una rodilla solo para poner su mano.

Nose que hacer.

Así que hago lo mismo que el.

El está en un lado del roble y yo en otro. No podemos vernos, pero siento la conexión, de alguna manera se que él está en el otro lado y sé que el también sabe que estoy aquí.

Es mi momento para escapar.

Pero no lo hago.

-Yo también te conozco- susurro.

El exclama sorprendido.

-¿Me conoces?

-¿Crees que es extraño?- pregunto esperando una reprimenda.

I Promise YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora