Capitulo 49

8 0 0
                                    

CAPITULO 49 

El corazón se cayó de mi pecho y el aire se escapo de mis pulmones.

-¿Qué?-fue lo único que pude decir.

-¿Por qué estas mojada?-me pregunto sonriente.

-Estás vivo-susurre mientras me levantaba.

-Lo estoy-admitió frunciendo el ceño.

-¡Estás vivo! ¡Kay me dijeron que habías muerto! ¡He pasado estas horas creyendo que tu….! ¡Kay estás vivo, estas aquí!-grite mientras lo abrazaba como si mi vida dependiera de ello. Lo cual era cierto.

El me rodeo con sus brazos mientras me decía.

-Siempre te encontrare. ¿Recuerdas mi promesa Atenea?

Entonces volteo su cabeza y me beso.

Lo bese con furia y deseo. Mi corazón y mi cuerpo lo necesitaban, había sufrido demasiado, quería tenerlo cerca, tenerlo conmigo para siempre. Le rodee el cuello con los brazos mientras él me tomaba por la cintura.

-Te amo Atenea-susurro-y lo hare siempre.

-Te amo-le dije mientras lo abrazaba una vez más.

Escuchamos que alguien corría hacia nosotros. Nos separamos pero él se quedo con mi mano, entrelazadas. Vimos en dirección al bosque y escrudiñe a la persona que se acercaba.

-¡Atenea! ¿Por qué corriste así?-pregunto Adler empapado de pies a cabeza-¿Por qué no me dijiste que había un…?-se quedo a mitad de la palabra.

Su boca se abrió, claramente sorprendido mientras sus ojos poco a poco recuperaban la vida.

-¿Her…hermano?-pregunto dando la idea de un nudo en su garganta.

-¿Adler?-pregunto Kay igual de sorprendido.                         

Sonrió y cruzo los labios en mi pecho.

Adler corrió a abrazar a Kay, que aun seguía postrado en el cielo con la mirada perdida y los ojos llorosos. Adler lo abrazo fuertemente y río, sonrío con verdadera alegría. Kay termino abrazándolo y también sonrío.

Soy testigo de un encuentro familiar.

-¡Adler! ¡No lo puedo creer!-exclamo Kay aun riéndose.

-Marica, soy increíble-le dice Adler dándole una palmada más fuerte de  lo común en la espalda.

-¿Pero cómo? ¿Cuándo…?-pregunta Kay aun confundido.

-Tenemos que ir al avión-le responde- te lo contare en el camino.

Regresamos al avión.

El camino de regreso se me hace un poco más largo. Quizás porque esta vez voy un poco más consciente y con un paso más usual.

Kay me toma de la mano o pasa su brazo por mis hombros. Adler le cuenta lo que me había contado a mí y Kay le hace algunas preguntas. No me intereso mucho en ello.

En lugar de eso, lo miro durante casi todo el camino. La manera en que arquea las cejas y juega con ellas de una manera tan única y sensual. Como sus labios se curvean y como la sombra de un hoyuelo se forma en su mejilla. Como su cabello chocolate ondea al viento, llenándolo de aroma a cacao.

Lo amo, jamás amare a otro. Jamás.

Pensé en las horas en que creí que él había muerto, en que creía que el ya no existía. Siempre, siempre considerare esas horas como las peores de mi vida. Sufrí mas en ese lapso de tiempo de lo que había sufrido en toda mi vida.

I Promise YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora