Capitulo 51

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CAPITULO 51

ATENEA

El jet desciende lentamente. Sujeto a las niñas con mis brazos, con pánico a que se me resbalen de las manos. Observo como las luz deja de entrar al avión y como todo se oscurece. Huele diferente y se siente diferente. Mi sexto sentido se pone en máxima alerta. Es como si una parte escondida de mi cerebro me anunciara que este no es un lugar para mí, que huya.

Me pregunto si Kay se sintió de igual manera cuando se quedo atrapado en Dimas.

Me quedo sentada, con las niñas, esperando a que el jet se detenga por completo. Cuando lo hace y me empiezo a levantar, Kay me lo impide y me indica que nos escondamos en el baño con una seña.

Yo asiento y me llevo a las niñas pidiéndoles en silencio que se mantengan calladas. Las tres entramos al baño del jet y nos sentamos juntas en el piso frio de baldosas.

Las tres nos mantenemos en silencio. Una parte de mi se quiere quedar a cuidarlas y asegurarme de que estén bien, pero la otra parte lucha por ir a juntarse con Kay. Quiero asegurarme que está a salvo y que no corre ningún peligro.

Yo no quiero ser la damisela en apuros.

Después de unos minutos la puerta del baño se abre y Grace reprime un grito.

Es Keyra.

Ella se sienta a nuestro lado y apoya la cabeza en mi hombro. Yo la rodeo con los brazos.

Pienso en las musarañas mientras veo transcurrir el tiempo. Observo a Macy conversar con Grace. Aunque Kay y yo intentemos con todas nuestras fuerzas que nuestras hermanas no carguen con estos problemas, es imposible mantenerlas al margen de todo.

-¿Dónde estamos?-escucho que Grace le susurra a Macy.

-En casa-contesta ella sonriendo-ya que mi hermano venga, te llevare a mi casa y te mostrare las muñecas que tengo.

-¿Casa? ¿Vives muy lejos de mi casa?-pregunta Grace confundida.

-Mucho, mucho-responde Macy.

-Ojala pudiera ir a tu casa-se lamenta Grace.

-¿Por qué no?

-Porque todos moriremos.

Dejo mi boca abierta al escuchar eso. Ellas se dan cuenta de lo que está pasando. Keyra voltea a verme y baja la mirada. Se siente horrible escuchar a una niña decir eso y aun más si por esa niñita darías tu vida.

Me pregunte porque Adler y Kay no se llevarían a Macy. Ella trae el uniforme de cadete de Calent.

Claro, no querían ponerla en el más mínimo peligro.

Estoy empezando a sentirme claustrofóbica. Adler y Kay llevan horas afuera. ¿Sera que la guerra ya comenzó? ¿Y si no pudieron burlar a los guardias? ¿Si ellos…?

-Hay que salir de aquí-digo levantándome.

Entonces en justo ese momento la puerta se abre. Tomo mi pistola de mi pantorrilla y apunto.

-Tranquila-dice con una sonrisa picara Kay levantando las manos.

Suspiro y me lanzo a sus brazos que se cierran torno a mí. Lo beso con ímpetu y fiereza.

-¿Dónde estuvieron?-pregunto con la respiración acelerada.

-Podrán pasar sin problemas-dice Kay tranquilizándome.

-¿Cómo lograron eso?-pregunta Keyra recelosa a mi lado-es imposible.

-No lo es-musita Adler detrás de Kay- no lo es porque la guerra ha comenzado.

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