Capitulo 34

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CAPITULO 34

ATENEA

Maldito sea Kay, malditos sean sus ojos azules, malditos sean sus cálidas manos, maldito él, malditos todos.

Por una parte, me alegraba que Kay se hubiera ido, así podría desahogarme. Pero por otro lado, no quería que se fuera. Era una adolescente patética y superficial que quería que su novio viniera y le suplicara perdón.

Maldición.

Para empezar Kay es la persona más orgullosa que puedas toparte en la vida, el no te pedirá perdón, y eso lo debo de entender, lose, pero aun así quisiera que cuando menos regresara y me dijera porque estaba enojada con él

Soy una tonta.

Regrese al cuartel como pude y fui a ver a Keyra practicar. Como era común había mucha gente a su alrededor, viéndola ensayar. Simplemente cuando Keyra tomaba una lanza tenias dos opciones. Una correr para salvar tu pellejo u observarla como la manejaba con gracia y tenacidad.

Me senté en una silla cercana y sonreí mientras Keyra me guiñaba un ojo. Ella lanzaba la lanza hacia el techo, la atrapaba con una mano y hacia unas cuantas marometas, teniendo la lanza entre las manos o en el aire. Verla con ella, es como si tuviera un brazo extra, porque la lanza era otra parte de ella.

Voltee al otro lado del cuartel mientras unos cadetes estaban sentados frente a otro que explicaba algo en un pizarrón. Kristen estaba con ellos. Sonriendo y levantando la mano para opinar mientras el cadete profesor ponía un dibujo de un compuesto químico en el pizarrón.

Kristen me vio y me saludo, yo le sonreí.

Nuevamente sentí algo extraño, como un cosquilleo en el cuello. Mi sexto sentido se puso alerta y pase la mirada por el cuartel. Todo estaba normal, pero la última vez que sentí eso James me ataco.

Un momento.

¿Dónde estaba James?

Me levante y pasee la mirada por toda la sala. No se veía ningún indicio de que él hubiera estado aquí. Generalmente estaba en las colchonetas donde acababa de salir, pero tampoco lo vi.

¿Dónde estará James?

Mi respiración empezó a acelerarse, pero trate de tranquilizarme. Kay había amenazado a James, y no creo que fuera lo suficientemente estúpido para regresar. Aparte si el regresaba ya no sería tan sencillo atacarme, estaba furiosa con él  y no me importaría darle una serie de golpes.

Asentí para mi misma mientras volvía a sentarme y ponía mi cabeza entre las rodillas.

-¿Atenea?-me pregunto Keyra mientras se sentaba a mi lado.

-Hola Keyra-la salude mientras me levantaba para darle una falsa sonrisa.

-¿Estás bien?-me pregunto ansiosa.

-Sí, lo estoy-asentí.

-Me alegro, ¿estás herida de la pierna? ¿Quieres que te lleve a la enfermería?-se ofreció mientras se levantaba.

-Estoy bien Keyra, regresa a practicar. Necesitas estar lista.

Ella asintió e hizo afán de irse, pero dio media vuelta y regreso conmigo.

-Atenea…la guerra que se avecina… ¿te das cuenta de que va a pasar cierto?

Arquee una ceja.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que, he escuchado rumores entre los cadetes diciendo que irán todos los cuarteles, ira toda la fuerza de Dimas. Todos-remarco.

-Si- asentí fingiendo estar distraída.

I Promise YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora