Capítulo 15

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Los días pasaron en calma y llenos de amor, Jungkook había considerado volver a encerrar a Jimin en el sótano, pero no lo hizo. No lo creía necesario, ya no era un rehén, era su pequeño príncipe, conviviendo junto con el. Era su pequeña familia.

Lo encerró en su cuarto, aunque ya no era un prisionero del todo, pues ahora se quedó por su propia voluntad, aun así no era seguro, temía que Chang volviera y le hiciera daño o lo alejaran de su lado, la puerta se aseguraba de adentro le decía a Jimin que la cerrara bien y que no le abriera a nadie, si tenía hambre  podía salir a la cocina, aunque le dejaba frutas para que se alimentará mientras el no estaba.

Dormían juntos y no en una cama, no había una, pero si un colchón ancho y grueso en el suelo, con mantas y edredones blancos, lleno de almohadas.

Luego de alimentarse y asearse los dos estaban acurrucados en las mantas, Jungkook abrazado de la cintura de Jimin.

- ¿Te gusta el color blanco?- preguntó Jimin jugando con el cabello del pelinegro mientras miraba las paredes que lo rodeaban preguntándose ¿Porqué no habían adornos en las paredes, ni fotografías?, solo libros de hecho había una pila a un lado de la cama, de ciencia ficción,  aventura, románticos, poesía y tragedia.

Incluso uno que otro cuaderno con dibujos del pelinegro, debía admitir que sus dibujos eran muy buenos, pero la que más le gustaba era una de él mismo, que el azabache le había dibujado, Jimin era curioso por naturaleza, así que no dejó ningún espacio sin conocer sus secretos, pero ¿Porque no era capaz de preguntarle su nombre?, siempre pensaba en que se lo preguntaría,  pero terminaba olvidándolo.

- Tal vez, ¿Por qué lo preguntas? - Jimin rodó los ojos, acaso no era obvio, pensó.

- Porque sólo tú cuarto es blanco, el resto de la casa tiene pintura desgastada color crema, ¿Significa algo especial para ti?. - interrogó con ojos curiosos.

- Porque este es mi espacio, solo mío, ahora también tuyo - dijo mientras acariciaba las mejillas del rubio - el blanco a veces puede ser un color vacío, eso era antes, ahora este color significa paz. - dejo un corto beso en el mentón  de Jimin, este sonrió, y suspiro. Pero aún tenía muchas preguntas por hacer.

- Es gracioso, esta manta es amarilla, ¿Porque la compraste, también te gusta este color?. - inquirio energético.

- Bueno la vi, y me acordé de ti, combina con tu cabello. - dijo mientras despeinada al rubio, ambos sonrieron, Jimin un poco ruborizado.

- ¿Porque no tienes móvil?...Todos los adolescentes lo tienen pero tú no, ¿porqué?. - Jimin pensaba que no lo extrañaría tanto si tenían un medio con el cual comunicarse,  cuando no estaban juntos.

- Bueno....Mmmm.....no se me da mucho el socializar, no le veo la utilidad la verdad. - Jimin puso los ojos como platos, en el siglo XXI, el móvil es el elemento más importante de cualquier adolescente,  redes sociales, video llamadas, fotografías,  o videos para tener recuerdos almacenados,  ¿En qué siglo vive el pelinegro?.

- ¿Estas bromeando?...Y..¿ Cómo te comunicas con tus amigos?. - preguntó inquisitivo.

- Son solo dos, y los veo todos los días, bueno últimamente no, pero, no es que seamos tan cercanos, además los libros y tú han sido lo más cercano a mí  - se levantó un poco recargando su frente con la de Jimin, ante esa inevitable cercanía el corazón de ambos, no se frenaba en sentir, que a veces los besos no eran suficientes - sobre todo tú.

Rozó sus labios con los de Jimin, al cual cerró los ojos ante el tacto, le gustaba el cómo se sentía cuando lo besaba, era especial y único.

Con el paso de los días,  los besos pasaron a ser apasionados, las caricias más atrevidas, incluso llegaron a masturbarse juntos, era algo inevitable eran jóvenes y enamorados, explorando sin prisas los placeres. Cada vez agotaban más esa necesidad de estar más cerca física y emocionalmente.

Cuando Estuve En Tú LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora