Capítulo 18

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Para SeokJin, perder a su segundo hijo, fue y ha sido su peor pesadilla,  siempre se culpo de ello, a veces quisiera despertar; encontrarlo correteando por los pasillos, o haciendo malabares para alcanzar la alacena de las galletas de chocolate, para llenarlo de besos, por sus ingeniosas travesuras.

Quisiera....Su vida estaba llena de quisiera.

Cada vez en sus tiempos libres,  va a los rincones solitarios a llorar en silencio, solo quiere a Kookie de regreso, pero habían pasado tantos años, que cada año, veía más lejana la posibilidad.

Hubo un tiempo en  que dejó de alimentarse y constantemente tenía episodios de depresión,  pero el apoyo incondicional de su esposo Namjoon y su hijo Tae, logró salir de aquellas crisis, pero aún quedaban huellas de un vacío,  difícil de llenar.

Se preguntaba ¿Qué estaría haciendo su hijo ahora?, aunque las posibilidades de seguir con vida eran nulas, él sentía,  el sabía, su lado paternal le decía,  que Jungkook estaba vivo, por eso fundó aquella organización,  a pesar de tener éxito en rescatar a otros niños, nunca encontró al suyo, era como si se lo hubiera tragado la tierra, odio y maldijo miles de veces, al bastardo que  lo arrebato de su lado, pero no se daba por vencido.

El sentía que podía reconocerlo, su cabello negro, su piel blanca, y un lunar singular debajo de su labio inferior, sus ojos grandes curiosos.

Suspiro profundamente, su imaginación volaba en su soledad.

Ahora estaba preocupado, por el dulce Jimin que iba desaparecido ya tres meses, era también como su hijo, y no lo encontraban, habían rastros e indicios sobre el asesinato de aquel estadounidense, en su departamento habían encontrado, un pasaporte falso de Jimin pretendían sacarlo del país con una red de trata de personas, incluso un video de él,  encerrado y atado en un cuarto oscuro, solo esperaban que estuviera bien.

Sabía que Jimin estaba en Corea, o eso esperaban.

De pronto, por los parlantes, escucho que le llamaron por una emergencia, limpio sus lágrimas y corrió hacia la sala de emergencias.

Encontró un gran alboroto.y

- !Doctor! ¡Doctor!, tiene que ayudarlo - suplico la enfermera Shin.

Y cuando alejo la cortina, se sorprendió al reconocer a Jimin, con su rostro amoratado, tomó un respiro profundo y mantuvo la calma, empezó la inspección como el profesional que era.

Pero se estremeció mostrando en su rostro una profunda preocupación,  al darse cuenta de que Jimin había sido violado, daños irreversibles en sus genitales, ano e intestinos tenía desgarros y una hemorragia en la parte interna de su recto, moretones en su cuello, daban indicios de haber sido sofocado, sus muñecas estaban lastimadas con un color morado,  pero lo que más le preocupaba era que estaba inconsciente,  y su pulso era demasiado débil.

Que clase de monstruo, le haría algo tan cruel.

De un momento a otro un pitido de la máquina,  dio a entender que el corazón de Jimin se había detenido, empezó la reanimación cardio vascular manual, lágrimas caían de sus ojos, preguntándose el ¿Porqué tienen que pasar cosas como estas a personas que no se lo merecen? , luego de un interminable minuto, y con ayuda del desfibrilador, logró reanimarlo, ordenó que lo llevaran a terapia intensiva un sudor frío le recorría, Jimin estaba en coma pero debían hacerle exámenes, sabía que Jimin podía quedar con secuelas de por vida, haber quedado un minuto sin oxígeno,  podía acarrear complicaciones,  así que dio indicaciones de todo lo que se tenía que hacer, se acercó a la enfermera Shin.

- ¿Donde encontró a Jimin? - preguntó abrumado por la ansiedad, con la ubicación se podrían dar con los desgraciados que lo habían retenido, y le habían hecho todo esto, como se lo diría a sus padres, quedarían destrozados.

- Jungkook, estaba llorando con el niño en brazos....- no escucho el resto del relato, un escalofrío erizo su piel, aquel nombre lograba sacarlo de la órbita,  ¿Era posible; su Jungkook?.

- ¿Jungkook?- preguntó en un susurro, con los ojos cristalizados. Su respiración parecía detenerse, al tiempo en que un escalofrío erizo su piel, aquella sensación dentro de él, logró desestabilizar sus emociones.

- Sí, el quedó afuera....- sin detenerse a escuchar más,  corrió hacia la salida, sin importar nada, empujó a algunos en el camino, escuchó un grito de frustración y siguió corriendo, divisó un joven pelinegro dar la vuelta, un latido lento, y ensordecedor se reprodujo en sus oídos lo volvió a paralizar, solo logró ver su perfil, con sus manos, y parte de la ropa ensangrentada, pero sentía que era él,  lo vio correr tan rápido,  e intentó alcanzarlo, pero era demasiado rápido  gritó con todas sus fuerzas.

- ¡JUNGKOOK!- pero lo vio desaparecer entre las calles - hijo - susurro.

La primera lágrima retenida cayó,  y una sonrisa temblorosa, lleno un lado de su alma, había sido solo un instante pero fue suficiente, era él, lo sabía, su hijo estaba vivo, su bebé era su Kookie, el lo volvería a ver.

Suspiro  tembloroso tomó su móvil y marcó a su esposo, que contestó al instante.

- ¿Amor? - preguntaron en la otra línea.

- Lo encontré - mencionó seguro y optimista de sus palabras.

- ¿A quien?- Jin rodó los ojos, su esposo podía llegar a ser tan distraído.

- a ¡Jungkook! -grito- a nuestro hijo - un silencio largo se hizo, solo se podía escuchar una respiración.

- ¿Dónde?- la voz de Namjoon sonó sorprendida  y poco convencido.

- Aquí. ...en el hospital. - replicó.

- ¿Está ahí contigo?. - pregunto incrédulo.

- No...Lo vi de lejos, pero era él Namjoon, era él - Nam suspiro frustrado.

- Jin. ..Se que esto es difícil,  pero sabes que las probabilidades...- Jin lo interrumpió frunciendo el ceño.

- Me importa una mierda las probabilidades, se que era él lo sé, estoy seguro de ello - respondió alzando la voz enojado, y cansado de que su esposo haya perdido la esperanza de encontrarlo, era un tema que siempre causaba peleas entre ambos, era inevitable.

- Jin, esto ya sucedió antes, cuando confundiste a ese niño...- fue interrumpido de nuevo.

- Tienes que creerme, lo vi era él, por favor Namjoon, se que era él lo sé, mi corazón me lo dijo, por favor - insistió con voz rota y quejumbrosa.

- Amor - Nam suavizó su voz, para persuadirlo de desistir- yo lo siento...no creo...

Odiaba cuando no sentía el apoyo de su esposo, sentía que llevaba todo el peso del dolor de perder a un hijo el solo.

- No me vengas con tonterías,  llama al equipo, notifica a los padres de Jimin, está aquí en el hospital está realmente mal, y con o sin tu ayuda, recuperaré a nuestro hijo. - dijo firme y seguro de que esta vez no estaba equivocado.

Y colgó frustrado, enojado, apretando los puños ¿y si se equivocaba otra vez?, dudo, ya había sucedido, había tomado a un niño, creyendo que era su hijo, pero estaba desesperado, por encontrarlo, el no podría resistir otro golpe más, él era su hijo él lo sabía.

Cuando Estuve En Tú LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora