two

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🌸Sammy Wilk🌸

Salí de la ducha envuelta en una toalla y me precipité hacia mi armario para cambiarme.

—Dime Johnson — dije contestando al telefono que no dejaba de sonar.

—Tienes que venir — dijo gritando. Estaba en una fiesta, lo supongo que por la música que escuchaba de fondo.

—¿Porqué? — fruncí el ceño poniéndome unas converse.

—Sam está demasiado borracho, y no quiere irse si no eres tú quien viene a buscarlo — dijo —Rápido, te envío la dirección en mensaje.

Y la llamada se cortó.

Bufé y bajé las escaleras de mi casa rápidamente. Mi chico es un idiota.

Está mañana habíamos discutido, sobre algo muy tonto pero se enojó y desde entonces no sé nada de él.

Bajé del coche mirando aquel club, ni sabía que existía.

Antes de que pudiera entrar, Johnson me llamó y me guió hasta Sammy. Suspiré al verlo acostado en un sofá mientras reía con los ojos cerrados.

—Sammy, es hora de ir a casa — murmuré, abrió sus ojos de golpe y sonrió con entusiasmo.

—¡Viniste! — rió a carcajadas y me abrazó fuertemente.

—Sí Sammy, pero sueltame y vamonos a casa — susurré para que solo él me escuchara.

—Adiós chicos, me voy a follar a mi novia — dijo despidiendose causando la risa de sus amigos.

Le dí un golpe en el brazo y se giró a mirarme confundido por mi gesto.

—Vámonos antes de que me arrepienta — lo llevé del brazo hasta mi coche y lo dejé en los asientos de atrás.

—Ven a hacerme compañía aquí atrás — dijo cuando comencé a conducir —Te necesito — se acercó en el espacio de los dos sillones y mordió levemente mi oreja.

—Quédate quieto — gruñé girando en una esquina nerviosamente.

—Vamoooos — insistió —Será rapido, cómo a ti te gusta.

—No Sam, estás borracho — aparqué frente a mi casa —Vamos a dormir, estás demasiado mal.

—¿Porqué no quieres que te folle? - frunció el ceño —¿Ya no me quieres?

—Porqué no es el momento - salí del coche y él salió tambien —Venga, entra a casa.

Me siguió y justo en el momento en el que cerré la puerta, atacó mis labios.

—¡Sam! — me quejé separándome —Te dije que no es el momento.

—Sí que lo es — murmuró besando mi cuello.

—Joder — maldije y me encargué de envolver mis piernas alrededor de su cintura, correspondiendo a ese beso.

—Así me gusta, mi amor — murmuró sobre mi cuello mientras yo arqueaba la cabeza para que tenga mejor acceso —Que escuches lo que te diga.

—Idiota.

𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora