thirty three

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🌸Derek Luh🌸

Lo miré fijamente. Él estaba parado frente a mí con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón deportivo y con la mirada en suelo.

Nathan y Samuel se encontraban recargados en el marco de la puerta, Nate con los brazos cruzados y Sam son sus manos igualmente en los bolsillos de su sudadera.

—¿Me lo puedes repetir? — pregunté intentando calmarme, cosa que estaba conseguiendo muy bien.

—Alicia...

—No, Sam — lo miré para que se callará —Vuelve a repetir lo que acabas de decir.

—Me acosté con otra chica ayer en la fiesta — su cara giro de un lado de golpe al recibir una fuerte bofetada de mi parte. Ahora sí, mis manos habían comenzado a temblar y sentía un nudo en mi garganta.

Cerró los ojos unos momentos y apretó su mandíbula, volvió a mirarme y volvió a su posición anterior.

—Tal vez puedas encontrar a alguien mejor que yo, pero nunca encontraras a alguien cómo yo — al acabar de decir eso me dí la vuelta con la barbilla en alto, pero rápidamente sentí su mano tomar mi brazo para parar mi pasos.

—Estaba borracho y se me había insinuado — dijo rápidamente.

—Pues mira que yo en fiesta me emborracho más que tú y se me insinúan muchos chicos, ¿Me acosté con todos ellos? — me solté de su agarre y caminé con toda la calma del mundo hacia mi coche.

(...)

Salí del baño ya vestida en solo un conjunto de ropa interior y me vestí rápidamente con una camiseta al escuchar la puerta de mi casa ser aporreada varias veces.

Abrí la puerta y suspiré al ver a Derek detrás de ella.

—Al, por favor — murmuró empapado por la lluvia que estába cayendo.

—Derek, no deberías estar aquí — murmuré —Por favor, no me lo hagas más complicado.

—No, no me dejes, yo te amo — su voz comenzó a temblar y supuse que estába tal vez ebrio.

—¿Bebiste? — preguntaste en un susurró.

—Eso no importa, solo quiero que me abraces y que me digas que todo estára bien — dijo acercándose a mí —Que me digas que no me vas a dejar.

—Me fuiste infiel, Luh — le recordé cerrando los ojos unos momentos, me había jurado no llorar pero me estába engañando a mí misma.

—Lo sé, pero no me dí cuenta, te lo juro — intentó tomar mi mano pero me alejé —Nena.

—Entra, te vas a enfermar — dije sin querer mirarlo, él se adentró al departamento con sus ojos fijos en mí, al sentir su mirada tan preocupada sobre mí, una pequeña sonrisa se escapó de mis labios.

—Te voy a traer un poco de ropa, quedate aqui — dije acercándome a la puerta de mi habitación sin esperar respuesta alguna de su parte.

Encontré un short de algodon suyo y se lo dí, se quitó la camiseta rápidamente y los pantalones también para después vestirse con lo que le había traído.

—No encontré otra camisa, la única que tenía de ti la tengo puesto — digo sin mirarlo.

—Quédatela.

Asentí.

—Nena, por favor — susurró al ver que no tenía en mente hablarle.

—No lo sé, siempre me dije a mí misma que si algun día me fueran infiel, lo dejaría de inmediato por qué yo no soy cómo las otras. 

—Yo te amo, enserio lo hago — logró tomar mi mano y me acercó a él —No me puedo imaginar una vida sin tí.

Apreté los labios cuando sentí las lagrimas salirse de mis ojos y rodar rápidamente por mis mejillas.

Lo abracé fuertemente, diciendole que nunca me volviera a dejar.

—Te amo.

𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora