Unos golpes en la puerta me despiertan. Miro la hora en el despertador, son las 2:30 de la mañana.
-MAYA CARIÑO ABREME LA PUERTA
Lo escucho de fondo porque aún estoy un poco dormida, pero cuando mi mente identifica esa voz todo mi cuerpo se congela. Es él, es Pablo pero... ¿qué quiere si se supone que tendría que estar con su fulana?
-Venga Maya se que estas ahí dentro, ábreme - dice mientras sigue aporreando la puerta.
Me levanto de la cama porque se que si lo ignoro será capaz de romperla.
Cojo mi bata, me la pongo y la anudo bien fuerte para que no se vea nada, luego abro.-¿Que quieres a estas horas Pablo? - pregunto
Esta en calzoncillos, con la camisa blanca desaliñada y mal abotonada. Huele demasiado a alcohol.
-A ti pequeña - dice mientras entra en la habitación tambaleándose y empujandome contra el armario que hay justo al lado de la puerta
Sabia que no había sido buena idea abrirle, ahora no podré echarlo de aquí, borracho pesa mucho más que yo y separarme de él es prácticamente imposible.
-¿Y la chica a la que tragistes?
-Me cansé de ella además, ella no eres tú.
En ese momento echa todo su peso sobre mi cuerpo y me aplasta contra el armario, intento apartarlo aunque se que es inútil y cuando intenta besarme giro la cabeza provocando que su boca acabe en mi cuello besándolo mientras que con sus manos va tocando mi cuerpo. Me da tanto asco o más que la primera vez que lo hizo, huele a ron y a puta y las arcadas empiezan a asomar y no sé cuanto tiempo aguantaré, normalmente lo hago hasta que se va de mi habitación pero esta vez esta muy borracho así que no estoy segura de como puede terminar la noche.
Cuando se pasa de limite, intentando tocarme el culo decido que ya está bien e intento apartarlo, empiezo a darle manotazos y a empujarlo pero coge mis brazos con sus manos y los pone detrás de mi espalda hasta hacerme daño.
-No está vez Maya, estoy cansado, desde que nos casamos solo he podido tenerte a la fuerza. Esta vez vas a fingir aunque sea que me deseas, que deseas esto y vamos a follar como si fuéramos dos personas enamoradas.
Su agarre se hace más fuerte en mis brazos y soy consciente de que eso dejará marca mañana.
-El problema es que no lo somos y nunca lo seremos - le digo mientras le escupo en la cara. Sé que esto tendrá sus consecuencias pero no es la primera ni será la última vez que haga conmigo lo que le plazca.
-Muy bien lindura tu lo has querido - en ese momento levanta la mano derecha y me pega.
Me pega de tal forma que mientras me reconpongo del golpe, noto el sabor a metálico en mi boca, será hijo de puta. Mientras, él va hacia la puerta y la cierra para que nadie pueda entrar.
-Asi podrás gritar todo lo que quieras- dice mientras que se acerca a mi de nuevo.
Yo sigo apoyada en el armario así que con mucha más facilidad de la que me gustaría haberle dado me coge del pelo y me arrastra hacia mi cama hasta tirarme en ella.
-Quietecita lindura o si no tendré que pegarte otra vez y no queremos eso ¿verdad?.
Pablo se quita la camiseta y la tira a una esquina de la habitación, luego se baja los calzoncillos hasta que estos acaban donde la camiseta. Se abalanza sobre mi, desata el nudo de la bata y me la quita haciéndome daño, luego levanta el camisón a la altura del pecho y me deja expuesta a él. Me resisto todo lo que puedo mientras pataleo y grito. Se que Dafne me está escuchando pero le tengo prohibida la entrada, no quiero que le pase nada.
Una vez que ha conseguido quitarme las bragas se aproxima a mi oído y me dice:-Y está vez sin protección. Ya va siendo hora de que me des un heredero para mi imperio.
Se pone encima de mí y me penetra, sin preparación, sin cuidado, es brusco y violento y a mi eso me desgarra. Intento resistirme y consigo arañarle la espalda pero me pega dos veces más dejandome la cara palpitante del dolor. Giro la cabeza a un lado como hago simpre que me rindo y me quedo mirando las vistas de la ciudad que se pueden apreciar desde la ventana de mi cuarto. Las luces de los edificios parecen pequeños puntos de luz en una ciudad que parece que nunca duerme.
Como si mi alma hubiese abandonado mi cuerpo y no quisiera ser partícipe de lo que aquí pasa. Soy un ser inerte, no me muevo, no emito sonido ninguno, solo se mueve él, solo disfruta él, solo lo siente él. Yo mientras tanto miro a la ventana y dejo caer mis lágrimas esperando que esto termine pronto.
De repente una imagen de Lucas me viene que la cabeza, esa sonrisa, esos ojos azules, ese pelo sedoso... y me aferro a eso, me aferro a su risa, a su voz, a su recuerdo. Me aferro a él.
Cuando Pablo termina simplemente se vuelve a colocar el bóxer, coge su camiseta y dice:
-Nos vemos mañana en el desayuno pequeña - y se marcha.
Me quedo tumbada en la cama, boca arriba, desnuda y sangrando. Poco después entra Dafne. Me levanta y me lleva al baño. Me llena la bañera de agua caliente y cuando está preparada me mete dentro. El agua caliente aligera la tensión de mis músculos.
Yo no digo nada y Dafne tampoco. Tanto ella como Esme están amenazadas por Pablo. Si hablan o cuentan algo ya pueden ir dando por muertos a sus seres queridos.
Cuando el baño termina, Dafne me saca y me seca con una toalla como lo hacia mi madre cuando yo era pequeña, si supiera cuanto la odio en estos momentos... luego me mete en la cama y me arropa.
-Le diré a Esme que mañana la deje dormir más tiempo.
Yo solo siento, me da un beso en la cabeza y se va. Luego me echo a llorar. Lloro y lloro hasta que me quedo dormida con la imagen que antes ha venido a mi de Lucas.
Bueno pues ya tenemos capitulo nuevo. Es la primera vez que escribo una escena/libro así. Por favor no me matéis.
Espero que os guste.Besitos
_The_Purple_Queen
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Volverás a ser mía
RandomLas vidas de Maya y Alex eran tal y como siempre las habían soñado, vida universitaria, amor, amigos, fiestas... pero cuando Maya se ve obligada a elegir entre Lucas o su familia todo cambiará. La decisión que tomó años atrás volverá para atormentar...