Capítulo 24

34 5 0
                                    

Pablo

Cuando ya estoy lo suficientemente borracho como para olvidar lo que he hecho decido volver a casa, no sé qué hora será, pero tienen que ser las 4 pasadas, entre la stripper y los vasos de ron se me ha pasado el día volando. Cuando llego a casa abro la puerta ya que seguramente Dafne este cuidando de Maya después de lo de esta mañana.

Sé que debería de sentirme culpable pero como hacerlo cuando todo lo que le he hecho se lo merecía por mentirme de la manera en la que lo ha hecho, por no amarme durante todos estos años, por intentar encasquetarme el hijo de otro, por no darme todo aquello que le pedí... una vez que ya estoy en la casa me dirijo hacia la cocina a por un vaso de agua, esperaba que estuviera todo recogido pero sigue todo patas arriba ¿Por qué no habrá recogido Dafne todo esto? ¿y mi cena?

Con un hambre atroz me dirijo hacia la habitación de mi mujer sabiendo que Dafne se encontrara dentro con ella para pedirle que me prepare algo de comer sin embargo cuando me acerco a esta la puerta esta abierta y dentro esta solo la cama llena de sangre pero ni rastro de Dafne o Maya, eso me despierta un poco y decido buscarlas por la casa, las llamo a grito pelado pero nadie contesta, cuando ya me he recorrido la casa entera la borrachera se me ha quitado de un plumazo y no hay rastro ni de mi asistenta ni de mi mujer. La llamo al teléfono y este no da señal, me sale como apagado, lo mismo con el de Dafne y Esme. Un escalofrió me recorre desde la punta de los pies hasta mi nuca. Si mi mujer no está en casa ¿Dónde coño esta?

Lucas

Conduzco lo más rápido que puedo con el coche por la carretera llena de curvas hasta llegar a la casa que hay en lo alto de la montaña, la casa en la que me crie. Una vez que aparco alcanzo a ver a mis padres. Les llame poco antes de salir sabiendo que llegarían antes que nosotros, junto a ellos veo a Alex, mi querido amigo al que llame cuando encontré a Maya así sabiendo que me ayudaría ya que es medico en uno de los hospitales más famosos de Málaga. Mis padres se han encargado de abrir la casa y medio adecentarla para poder instalarnos en ella de inmediato y que Maya se recupere. Cuando los llamé nos les conté nada mas que necesitaba toallas, sábanas y todo aquello que tuvieran en el botiquín de emergencia, no les mencioné nada del porque, así que cuando vieron que me dirigía hacia el asiento trasero y sacaba con mucho cuidado a una desfigurada e inconsciente chica se asustaron.

- ¡OH DIOS MIO! ¿Quién es hijo? -. Pregunto mi madre en shock

- Es Maya mamá, luego os lo cuento, pero ahora mismo necesito que Alex la cure.

- Por supuesto, por supuesto.

Entro en casa con Maya en brazos y me dirijo a la habitación más grande que hay en la segunda planta al final del pasillo, compruebo que mi madre ha puesto las sabanas y con mucho cuidado la deposito sobre la cama, en ese momento aparece Alex detrás de mí con el botiquín y se acerca a ella. Yo me aparto y me dirijo al otro lado de la cama.

-Mamá David esta apunto de llegar con dos señoras que son importantes para Maya, cuando llegue dile que les diga donde estamos y luego te acompañe a la compra, necesitaremos comida y algunas cosas básicas, llevaros mi cartera -. Le digo mientras se al entrego.

- Vale cariño.

- ¿Tú necesitas algo Alex?

- Por ahora no. Tiene unas cuantas costillas rotas, dos dedos de la mano rotos, la cara hinchada y ensangrentada, un tobillo torcido, cortes por todo el cuerpo, el oído derecho le sangra... Necesita un hospital Lucas -. Me dice preocupado

- Lo sé pero es imposible, si la llevamos a un Hospital su marido podría encontrarla y la próxima vez que la encontremos no tendremos tanta suerte.

Volverás a ser míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora