Volverás a ser mía

Capítulo 34

- Que nooo que no veo nada

- ¿Segura?

- Segurisima Lucas y si no me agarras me voy a escoñar viva

- Tranquila sabes que eso nunca lo permitiría

- Más te vale.

Hacia ya dos meses del juicio, la empresa iba viendo en popa y Lucas era mi nuevo socio. Además mi hermana y David estaban mejor que nunca y Sara y Alex habían empezado algo a lo que aún no le habían puesto nombre ya que ella iba y venía de Grecia a Málaga y no se veían tampoco mucho.
Todos los sábados íbamos a comer a casa de mis suegros y nos reuníamos allí para ver que tal nos había ido la semana.

Lucas y yo estábamos tan volcados en la empresa que muchas veces nos olvidabamos que teníamos familia y vida propia. Nosotros seguiamos sin acostarnos, yo aún no estaba preparado para ello y Lucas lo respetaba.

Pero esta noche... acabábamos de llegar a casa después de un duro día en la oficina pero en vez de dejar que me cambiara, me pusiera cómoda y me recostara en el sofá que ver algo en la tele. Al contrario, me obligo a cambiarme de ropa y vendarme los ojos con una de sus corbatas para que no viese a donde me llevaba.

Estaba nerviosa, no sabía que planeaba Lucas pero sabia que no me iba a tirar por ningún acantilado. Así que como una ciega, y nunca mejor dicho, tonta enamorada le hice caso y le seguí el juego. Lucas me llevó hasta su coche, me subió a el, me puso el cinturón y subiéndose al coche arrancó el motor

Condujo durante unos 10 minutos en los que no deje de preguntar a donde íbamos. Lucas no dijo nada solo se río y puso su mano en mi pierna para tranquilizarme, después aparco, apago el motor y me ayudo a bajar. Y es entonces en el momento en el que nos encontrábamos, yo diciéndole que como me la pegase se las vería conmigo.

No sabia el qué pero había algo que no terminaba de cuadrarme, esta situación me recordaba a algo...

- Lucas ¿No irás ha hacer lo que estoy pensando verdad?

- ¿Y en qué estás pensando? -. Dijo con voz de inocente.

- Lucas...

- Maya o cierras la boca o arruinarás el momento -. Se estaba empezando a poner nervioso y cuando eso pasaba le salía una voz infantilona muy mona.

Yo me reí y decidí callarme esperando a ver cómo sería esta vez.

Cuando pisé terreno movidizo comprobé que estaba en la playa y mi intriga aumentó a un más. Seguí a Lucas cogido de la mano con dificultad por la arena ya que mis tacones no eran lo más adecuado para la ocasión. Cuando este paro después de lo que parecieron horas de meneito mis pies se lo agradecieron.

- Esta bien, ya puedes quitarte la venda.

Cuando lo hice me quedé sin palabras. La playa estaba desierta pero delante de mi sobre un pequeño escenario había una banda de música compuesta por 5 personas, debajo de ellos había unas luces de neón blancas con unas letras que ponían... ¿Quieres casarte conmigo? Y cuando volví la vista a Lucas este estaba arrodillado en la arena con un anillo en la mano

- Maya, hace cinco años no robaron la oportunidad de estar juntos, de crear una familia, de ser felices. No hay día en el que no me culpe por no haber insistido más, por dejarte allí sola en ese aeropuerto y no luchar por mi. Era un hombre herido en orgullo y corazón y es algo que nunca me perdonaré, pero el destino nos ha brindado una segunda oportunidad y esta vez no pienso dejarla escapar. Maya Castillo ¿quieres hacerme el hombre más dichoso de este mundo casándote conmigo?

No llores tonta no llores... pero como evitarlo si tenía al amor de mi vida pidiéndome que pasara el resto de mis días junto al él.

- Si, por supuesto que sí

Lucas se levanta, me pone el anillo y me besa. Dios si pudiera ahora mismo explotaría de la felicidad. En ese momento la banda que hay a nuestro lado empieza a tocar nuestra canción.

- ¿Son la 5 estación? -. Pregunto sorprendida

- Sí en exclusiva para nosotros -. Me contesta sonriendo.

No me lo puedo creer. Cantamos nuestra canción junto a ellos y disfrutamos del momento al máximo. Hace unos pocos meses no me hubiese podido imaginar que esto podría pasarme a mi, que saldría de ese infierno de matrimonio y que sería feliz junto al hombre que realmente amo.

Cuando llegamos a casa es muy tarde y no puedo llamar a nadie para darles la noticia, así que quedo con Lucas en invitarlos a todos mañana a comer y así darles la noticia a todos a la vez.

Salimos del coche y abrimos la puerta de la casa cuando Lucas me pregunta:

- ¿Eres feliz?

Pero que mono es dios miooo si es que no he podido tener más suerte.

- Pues claro que soy feliz ¿porqué no iba a serlo?

- No sé con esto de que tu anterior matrimonio no fue lo esperado...

- No fue lo esperado porque no era contigo -. Aclaro mientras le acaricio la cara.

Luego lo beso demostrandole que mis palabras eran ciertas. Nos dirigimos entre besos al sofá, Lucas se sienta y yo me siento a horcajadas sobre él. El beso se va intensificando, Lucas me acaricia la espada sin llegar al sujetador. El vapor empieza a hacerse latente, no solo en el ambiente sino también dentro de mi. Es como si algo me dijera que estoy preparada, q ya no tengo q tenerle miedo a esto.

Empiezo a moverme encima de Lucas por puro instinto buscando mi propio placer y en parte el suyo. Pero antes de que pueda seguir Lucas me frena.

- Maya, Maya para por favor

- ¿Porqué? -. Pregunto sin parar de moverme

- Porque como sigas así no voy a ser capaz de parar -. Dice con una voz ronca que me vuelve loca.

- Pues no pares -. Y lo vuelvo a besar.

Lucas toma eso como una invitación y cogiéndome en volandas se levanta del sofá para dirigirse al cuarto. Cuando llegamos me tumba sobre la cama y se acerca a mi para besarme de vuelta.

Sus labios dejan los míos para posarse en el cuello y besarlo mientras sus manos recorren mi cuerpo de arriba a abajo. Un calor empieza a aparecer en la zona baja de mi vientre y solo deseo que no pare nunca. Lucas vuelve a mi boca mientras yo decido que la ropa esta empezando a sobrar, así que dirijo mis manos a su pecho para desabrochar su camisa.

No es brusco si no ansiosos y por eso Lucas se separa de mi para terminar de quitarse la camisa y luego quitarme a mi el vestido. Me quedo en ropa interior mientras que él solo está en pantalón y es algo que me parece injusto, así que me incorporo un poco y le desabrochó el cinturón para que pueda quitarselos.

- ¿Estas segura de esto? -. Dice acariciandome la cara

- No he estado más segura en mi vida.

Esa noche hacemos el amor entregando nuestro cuerpo y alma a la persona que hemos escogido como compañera de vida.

¡¡¡¡No queda nada para el final!!!!

Espero que os guste

Besitos
_The_Purple_Queen