Capítulo 3.

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Hizo una mueca cuando vio la cuenta, sabiendo que tendría que pedirle al chico de la caja quitara alguna de las prendas que había escogido y odiaba tanto esa idea, ya que todo lo que llevaba le gustaba demasiado, y en ese momento se arrepintió de no haber tomado el dinero que Yun Ho le ofreció cuando su madre no quiso darle nada, y tuvo que llevar sus ahorros, pero de verdad que su padrastro no era de su agrado.

Min Seok lo veía desde un lado pero permaneció en silencio porque sabía que a Tae Min no le gustaba recibir ayuda, ya que por su orgullo no se lo permitía, y él lo conocía lo suficiente como para no hacerlo enojar, y en el momento que lo vio sonreír y bajar su mirada sabía que ni siquiera debería tener la intención de intentarlo.

—Me temo que tendré que dejar la chaqueta —dijo Tae Min haciendo un mohín —rayos, olvidé el dinero en casa.

El chico que estaba por guardar la chaqueta dentro de una bolsa detuvo sus movimientos y Tae Min volvió a hacer un mohín, mirado el nombre del joven de la tienda, sonriendo con fingida timidez mientras su mirada tomó un brillo como un depredador cazando a su presa.

—Uhm, Hyuk Jae —colocó su mano sobre la del joven —¿podrías guardar la chaqueta para mí?

Hyuk Jae sonrió casi igual de tímido, y se inclinó un poco más en el mostrador, mirando a su compañera que estaba ocupada con otro cliente, incluso Min Seok fingió que no estaba prestándoles atención.

—Puedes llevarte la chaqueta si me das una cita.

Tae Min fingió pensarlo unos segundos antes de tomar un bolígrafo del mostrador y sujetó la mano del joven para escribir su número de teléfono, dejando un beso en su mejilla, y una mirada de cierta complicidad, antes de recoger todas las bolsas para salir de la tienda, siendo seguido por Min Seok, que al estar a su lado sonrió al darse cuenta que una vez más su amigo se salía con la suya, porque esa no era la primera vez que conseguía algo gratis.

—¿Le diste de verdad tu número?

—Sí.

Se encogió de hombros al decirlo, ya que no sería la primera vez que le daría su número a alguien que acaba de conocer, aunque no siempre lo hacía, todo dependía de si podía tener algún otro beneficio o si la persona le agradaba, y él creía que podía volver a esa tienda de ropa.

—No estaba nada mal.

—A mí no me pareció tan guapo —Min Seok hizo un mohín —¿vamos a comer o prefieres ir a tu casa?

—Creo que yo iré a casa.

Aunque no tenía muchos deseos de hacerlo, pero al no tener dinero no tenía opción, volviendo a arrepentirse de no haber tomado lo que Yun Ho quiso darle.

—Yo invito —Min Seok tomó su mano —yo no quiero ir a casa.

Le sonrió a Tae Min como diciéndole que todo estaba bien, después de todo, sus padres le daban el dinero suficiente para que cubriera sus gastos como si con aquello pudieran pagar el casi nunca estar en casa, y él quería gastarlo junto a su amigo, quien no sólo lo veía como una fuente de ingreso, sino que su amistad era real.

—Min Seok... —se quejó Tae Min.

—Quiero hablarte de Jong Dae —sonrió al mencionar al chico —me pidió salir con él.

La sonrisa de Min Seok se amplió al ver a Tae Min ceder para ir a comer con él y hablar de Jong Dae que era dos años mayor que ellos, quien parecía estar interesado en algo serio con él, haciendo que se ilusionara por una posible relación, y Lee, también lo estaba al ver a su amigo sonreír, después de todo, su amistad era sincera.

Encanto letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora