Capítulo 11.

3.3K 205 50
                                        

Abrió los ojos y en lo primero que pudo pensar era en Lee Taemin, quien empezaba a hacer que sus principios morales ya no fueran tan firmes como antes, porque ya no estaba pensando en lo correcto e incorrecto, no cuando éste aparecía en su oficina para darle dulces que había empezado a acumular en uno de los cajones de su escritorio, porque no era muy fanático de ellos, aunque comenzaba a serlo de los chocolates, ya que estos tenían una forma diferente de entrega, en el que el adolescente lo estaría besando tan apasionado que le hacía desear más.

Los dulces se habían vuelto una dosis diaria, ya fuera cuando Taemin se los entregaba personalmente, o se los dejaba a Jin Ki, quien todavía lo miraba como si le dijera que necesitaba que le explicara lo que estaba sucediendo, algo que no podía hacerlo, porque ni siquiera Min Ho estaba seguro de lo que pasaba.

Su mirada se dirigió a la mesita de noche, en donde había un chupete con un papel pequeño pegado en el palito de éste; extendió su mano y lo tomó, leyendo una frase que ya no le parecía extraña, porque cuando el chico no le daba en persona los dulces, siempre había una notita, como esa que decía, "Con amor, Taemin", aunque en el principio, la frase era "Con cariño", pero en el transcurso de esa semana había cambiado.

Le costaba admitir que aquello lo tenía sonriendo y de buen humor, tanto que en la oficina estaban murmurando acerca de eso, y de lo necesario que era que tuviera un novio, ya que todos asumían que Taemin lo era, cuando ellos no le habían dado un nombre a lo que sea que tenían, porque no sabía cómo denominarlo, ni qué era exactamente, ¿atracción?, bueno, de eso estaba seguro.

Taemin estaba calando hondo en su ser y no quería asumirlo, todo porque cuando estaba solo, lo único en que podía pensar era en los veinte años de diferencia, aunque eso había disminuido en los últimos días, en lo único que podía pensar era en el adolescente, en que deseaba volver a besarlo, y al parecía que no iba a poder hacerlo, porque el chupete sobre la mesita de noche, decía que éste ya estuvo ahí, y ni siquiera lo había escuchado.

Para él, Taemin era impredecible, no sabía si lo vería en su oficina o en el apartamento, y si en algún momento llegó a cuestionarse sobre colocarle un alto, era algo que quedó en el olvido, porque se descubrió a sí mismo deseando verlo, y decir que dos semanas era muy poco tiempo para sentirse así, lo quiso justificar con todo el tiempo que el adolescente fue a su apartamento, desde aquella primera insinuación que le hizo, porque se sentía atraído, pero su moral no le permitía avanzar.

Se acomodó en la cama, miró el techo, suspirando, porque su lado racional estaba haciendo acto de presencia, y en ese momento deseó que Chae Young estuviera en la ciudad, porque parecía que tenerla cerca lograba que tuviera más resistencia hacia los encantos de Taemin, quizás era por esa relación que tenían, aunque sabía que no se trataba sólo de sexo, porque podría incluso pagar por él si fuera sólo apagar un deseo sexual, tal vez al sentirse como una relación sin compromiso entre ellos, que la fidelidad era una opción.

El sonido casi imperceptible de la puerta al abrirse hizo que volviera su atención a ella, encontrándose unos ojos verdes que lo observaron varios segundos, para que después ésta se abriera más, mostrándole una sonrisa perfecta y hasta un poquito traviesa, en un rostro que pensó que ese día no vería, porque no era sábado, y el joven de piel pálida y cabellos miel, debería de estar en clases, no en su apartamento, y el uniforme del instituto que vestía, confirmaba que así debía de ser.

—Taemin...

—Está despierto.

Taemin se encogió un poco de hombros y su sonrisa se amplió, como si hubiera sido atrapado cuando no debía de ser así, como si no hubiese faltado intencionalmente al instituto, teniendo en cuenta que tampoco podía quedarse durante muchas horas, porque si su mamá lo veía ahí, iba a castigarlo, y hasta podría no dejar que fuera cada sábado.

Encanto letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora