Capítulo 21.

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No siempre obedecía a su mamá, en realidad, había aprendido a hacerlo sólo cuando quería, y luego de enviar un corto texto a Min Ho, diciéndole que iría a visitarlo en su oficina, que le llevaría café, se detuvo en la cafetería que quedaba cerca, recordando que las veces que habían ido juntos a ese lugar, Choi siempre pedía un expreso, mientras él solía tomar cappuccinos o cualquier bebida que no fuera tan amarga.

Luego de hacer su pedido, pagó y esperó a que pedido fuera despachado, saliendo de la cafetería de buen humor, como lo estaba desde el día que Min Ho le dijo que quería llevarlo por su cumpleaños a la villa de sus padres, pero todavía no le había dicho a nadie de eso, esperando que Choi hablara con su madre primero.

Sin embargo, su día no podía ser perfecto, de eso se dio cuenta cuando afuera de la cafetería vio a Jong In, a quien no había tenido cerca desde que borró toda la evidencia que tenía de él, e imaginaba que se debía a que no se lo permitía, porque éste no dudó en pararse al frente sin permitirle pasar, por más que él se moviera a la derecha o izquierda, siempre lo tenía adelante.

—¡Es suficiente! —dijo furioso —¿qué quieres?

Jong In sonrió de lado, sin embargo, por la manera en cómo lo veía sabía que no estaba enojado, y Taemin también se sentía así, porque pensó que ya se había deshecho de él, pero al parecer su ex no se cansaba.

—¿Creíste que te ibas a librar tan fácil de mí?

Taemin tensó su mentón y lo levantó, sin mostrarse intimidado por su ex.

—Sí —habló seguro —sin evidencia no me puedes obligar a nada.

—¿Estás seguro?

—Sí. Ahora quítate de mi camino.

—No es tan fácil, Taemin...

Jong In lo tomó de sus brazos, haciendo que las bebidas cayeran por la fuerza usada, tanta que incluso hizo que Taemin retrocediera un paso, y las personas alrededor sólo pasaban a su lado, mirando como si aquello fuera una escena cotidiana.

—¡Suéltame!

—¡No, estoy cansado de todo esto! ¡¿Te crees la gran cosa por ser bonito?! ¡Pero no lo eres! ¡Sólo eres una puta que se abre de piernas para cualquier hombre que le ofrezca dinero!

Taemin intentó abofetearlo, pero al estar siendo sostenido de por los brazos fue difícil, y hubiera seguido forcejeando si una voz masculina que conocía demasiado bien no hubiera interrumpido, viendo como una mano fue colocada en una de las muñecas de Jong In.

—¿Qué está pasando aquí?, me parece que dijo que lo sueltes.

—Min Ho... —susurró Lee, jamás había estado tan feliz de verlo.

En cuanto fue soltado, Taemin se colocó detrás del cuerpo de su novio, viendo la ira crecer en Jong In, pero al parecer era lo suficiente inteligente como para haberse dado cuenta que contra Min Ho no tenía posibilidad de ganar, porque dio un paso hacia adelante y uno hacia atrás, sonriendo de lado.

—Vas a arrepentirte de haber defendido a una puta como esa.

Jong In gruñó y dio media vuelta para irse, dejando más que impresionado y molesto a Min Ho, por haberse referido de esa manera a su novio, y agradeció mentalmente que cuando recibió el mensaje de Taemin decidió sorprenderlo, después de todo siempre su pareja solía comprar las bebidas en la misma cafetería, pero lo que no imaginó fue llegar a presenciar a ese joven agrediéndolo.

—¿Estás bien?

Min Ho se giró y tomó los hombros de Taemin, pasando su mirada por todo su cuerpo, buscando si el otro adolescente le había hecho algún daño, y casi suspiró aliviado hasta que su mirada reparó en sus brazos, que estaban en un tono rojo que parecía que pronto se colocaría de un color más obscuro, haciéndolo enfurecer más todavía, ¿quién se creía ese para lastimar así a su novio?

Encanto letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora