Capítulo final.

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"Para Na Ra"

Eso decía el CD encontró afuera de la puerta de la casa, y que le hizo fruncir el ceño, y reproducirlo más por curiosidad por saber de qué se trataba, ella estaba sola en casa, su esposo había ido a trabajar, sus hijos estaban en clases, y ella en media hora también iría a su trabajo, pero creía tener el tiempo suficiente para ver de qué se trataba todo eso.

Su ceño se frunció cuando la primera imagen apareció, por un momento pensó que se trataba de una broma de muy mal gusto en el que algún vecino se tomó el tiempo de bajar un video de pornografía del internet, del cual la calidad era un poco mala, hasta que se hacía un mejor enfoque y sus ojos se ampliaron cuando reconoció primero a una de las personas ahí, quien estaba arrodillado en el suelo, haciéndole sexo oral al hombre que después reconoció como el profesor Jung del instituto en el que su hijo iba.

La respiración de Na Ra se volvió irregular sin poder apartar la mirada ahora llena de lágrimas de la televisión, porque a pesar de que el video fue corto no se detuvo, ya que se reprodujo uno tras otro, en el que siempre había un mismo protagonista, que ella conocía demasiado bien, que había llevado en vientre, y con cada imagen estaba destrozándola.

"Na Ra, ¿segura de que conoces bien a Taemin?"

Esa frase apareció en la pantalla poco antes de que reprodujera el último video, que hicieron que la lágrimas cayeran con mayor ahínco de sus ojos, porque las dos persona ahí eran demasiado cercanas a él, porque no sólo se trataba de Taemin, sino que Yun Ho estaba ahí, follaban en el mismo sofá que ella se encontraba sentada, haciendo que se levantara instintivamente, sintiendo asco.

Parecía que todo había estado programado para eso, porque poco después de que el video terminara, la puerta de la casa se abrió, y un Taemin bañado en lágrimas ingresó, viéndose demasiado roto, pero en ese momento no causó preocupación en ella, sino que la hizo sentirse triste, furiosa, porque ese joven que acababa de entrar por la puerta, no era el hijo que ella crió, no con los principios que inculcó.

—Mamá... —su voz sonaba tan rota, igual a cómo él se veía.

No lo pensó, porque cuando ella misma se había dado cuenta, ya lo había abofeteado, doliéndole quizás ese golpe más a Na Ra, porque la traición de su esposo y su propio hijo estaba desgarrándola, quería gritar, arrancarse cada emoción, que las lágrimas terminaran con eso, pero solo dolía más.

¿Qué había hecho mal? ¿en qué se equivocó al criar a Taemin?, porque ella intentó corregirlo cada vez que vio algo malo, pero había sido tan ciega, porque las cosas estaban sucediendo a su alrededor, y no pudo verlo, ¿desde cuándo ocurría eso a sus espaldas?

—¿Por qué, Taemin? —sollozó —¿qué te hice yo? ¿En qué me equivoqué contigo?

El adolescente apretó su mandíbula que estaba temblando y limpió sus lágrimas, dirigiendo todo su dolor y odio a la situación contra su madre, porque iba a decirle desde su perspectiva en lo que ella se había equivocado, porque no había que ser adivino para saber que ella había visto lo mismo que todos los estudiantes del instituto.

—¿Quieres saberlo? —limpió sus lágrimas —¡te equivocaste casándote con Yun Ho! ¡En tener más hijos y dejar de quererme por ellos!

—¿Qué?, eso no...

—¿Vas a decir que no es cierto?

»Cuando Min Ki nació, te olvidaste de mí, tenías tiempo para él, pero no para mí.

»Mientras cuidabas de Min Ki, yo no podía estar alrededor, siempre alguien más me cuidaba, guarderías, la vecina, cualquier menos tú.

»Na Ra, me odias igual que odias a mi padre, o el no saber quién es.

Encanto letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora