Capítulo 22.

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Si pudiera hacerlo, no habría invitado a su mamá a su cumpleaños, y la razón para él era sencilla, ya que sentía que ella sólo arruinaría todo, como cuando se empeñó con que quería ir en el auto de Min Ho, junto a él y Min Seok, pero aceptar a Jung Woo con ellos hizo que terminara cediendo, y que tanto Na Ra, Yun Ho y Min Ki viajaran junto a Chan Yeol, a otro que no lo quería presente.

No había pensado en eso cuando aceptó la propuesta de su novio sobre invitar a su familia, porque en el último momento se dio cuenta que no era una buena idea tener a Min Ho, Chan Yeol y Yun Ho en el mismo lugar, no desde que parecía que su padrastro se había vuelto más posesivo con él, hasta el punto de cansarlo, siempre diciendo que era suyo, porque él no era de nadie, así lo de su boca hubiera salido que sí lo era.

Cuando llegaron al lugar en el que pasarían todo el fin de semana, tanto Taemin, como Min Seok habían exclamado por lo grande que era, y Min Ho sólo sonrió al saber que a su novio le gustaba el lugar, y si no hubieran tenido que instalarse, y llevar con Na Ra a Jung Woo que se había dormido en mitad del camino, los adolescentes pudieron estar corriendo por todo el lugar, disfrutando de todo.

En realidad, aunque no quiso hacerse ilusiones sobre cómo sería el lugar, Taemin no había esperado que la habitación que utilizaría sería tan grande, incluso más que la que Min Ho utilizaba en su apartamento, y la cama era tan cómoda y grade, que casi pidió que Min Seok se quedara con él, pero su amigo estaba en la habitación de al frente, y al lado su mamá, porque ella quería vigilarlo todo el tiempo.

No creyó necesario desempacar todo, porque sólo dejó su maleta en la habitación y fue a la de Min Seok para juntos recorrer el lugar, encontrando varios pasillos que conectaban las habitaciones, una amplia sala por la que ya pasaron antes, la cocina, pero la parte que tuvo la atención de Taemin fue la grande piscina, que parecía llamarlo y no querer dejarlo ir, a pesar de que habían hectáreas que podría recorrer.

La casa en sí lo tenía encantado, ¿podría quedarse a vivir ahí?, porque él no tendría ningún problema, aunque sabía que su mamá sí, y esperaba que en el futuro pudiera escapar junto a Min Ho otra vez a ese lugar.

—El lugar es hermoso —dijo Min Seok quitándose los zapatos para poder meter sus pies en la piscina.

—Y todo gracias a mi novio.

Taemin rió al decirlo e hizo la misma acción de su amigo, sin tener que doblar sus pantalones como Min Seok, ya que usaba sus típicos shorts, que parecía que en esa mañana Na Ra quiso ser ella misma quien le se los cambiara, porque nunca estaba de acuerdo con que los usara.

—Sí —gracias a tú novio —Taem...

—Uh...

—¿No estás nervioso?

—¿Por qué?

—Conocerás a los padres de Min Ho.

Aquella mención hizo que Taemin frunciera su nariz no muy feliz, aunque ya conocía al papá de su novio, no sabía si era igual a los típicos padres de los dramas que se dedicaban a hacerle la vida imposible a la pareja de su hijo, y si eran ese tipo de personas, no iba a permitir que arruinaran su cumpleaños cuando llegaran, ya que estos no habían viajado igual que ellos, sino que llegarían en unas horas más.

—Espero que sean agradables,

—Yo también, porque sería feo si ello están todos gruñones en tu cumpleaños.

—Min Ho confía que todo saldrá bien.

Estuvieron cerca de una hora ahí antes de ser llamados para la cena, la que había sido preparada para su llegada, en la que todas las personas que habían viajado estuvieron en la mesa, pareciéndole tan molesto a Taemin cuando pudo sentir la mirada de Yun Ho y la de Chan Yeol sobre él, ¿es que no podían disimular?, sí, follaba con los dos, pero no tenían que intentar revelarlo en ese momento.

Encanto letalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora