Aquellas palabras se apoderaron totalmente de mi alma y mi corazón, los latidos comenzaron a acelerarse y el fluido de mi sangre a correr con más rapidez por todo mi cuerpo, aquella pregunta me sorprendió tanto que por un instante sentí que estaba en otro lugar y no en aquel sofá con mi James. ¿JAMES ME ACABA DE PEDIR QUE ME CASE CON EL? Lo empuje nerviosa y me senté como niña pequeña regañada sobre el sofá, el me observo impaciente acercando mi mano a su boca y besando mis nudillos con delicadeza.
– ¿Me estás hablando en serio?– Mi cara debía de ser un poema. Jame rio y siguió besando mis nudillos antes de responder.
–Jamás había hablado tan en serio con algo– Su hermosa sonrisa me cautivo– Sé que no es la mejor forma de proponerlo pero te amo Emma, tú me haces tan feliz y quiero pasar el resto de mi vida contigo.
¡Oh dios mío! Mi ser y toda yo exploto de emoción al escuchar aquellas palabras, me abalance sobre el para besarlo sin pensarlo dos veces, sentí por un momento como mis una lagrima cayo por mi mejilla, una lagrima de emoción y felicidad. Lo amo tanto, estoy segura de que este hombre es el amor de mi vida. Este es el punto en el que se llegue y sientes tanta felicidad que sabes cuál es el amor verdadero, el amor de mi James, solo mío. Por siempre.
–Claro que me quiero casar contigo– Dije con emoción– Y es la mejor forma en la que me lo pusiste pedir. Te amo– Volví a juntas nuestras bocas y sentí como su mano quitaba aquella lagrima que se había escapado de mí.
–No sabes lo que siento aquí en este momento– Coloco mi mano sobre su pecho, ubicada exactamente encima de su corazón.
–Si se, créeme que lo sé– Sonreí mordiendo mi labio. Era tan feliz que nadie podría arruinarme ese momento, ese momento de los dos y que no quería que acabara nunca– Porque estas sintiendo exactamente lo mismo que yo amor.
Me abrazo con tanta fuerza que por un segundo me quede sin aliento, me observaba con tanta fascinación que estaba segura de que el sentía por mí lo mismo que yo sentía por él, un amor puro e incondicional. Me recosté sobre su pecho recordándole lo mucho que lo amaba, sumergiéndonos en cuestión de minutos en un sueño en el que los dos sentíamos mucha paz. Que rico dormir asi. Dormir con mi James, mi futuro esposo.
– ¿Alo?–Respondí de inmediato el teléfono medio adormilada.
– ¿Dónde estás enana, que hacemos hoy?– Era Sebas.
–Estaba dormida hermanito, ya voy al apartamento y planeamos algo– Respondí observando a James todavía dormido.
–Está bien mi pequeña, te amo– No me dio tiempo a responder porque colgó.
Observe la hora en el reloj y era las siete con cuarenta y dos minutos, todavía era temprano y no parecía. Me encime sobre James dejando cortos besos sobre su rostro, el comenzó a moverse ligeramente y me aprisiono contra su cuerpo para intentar seguir durmiendo, pero insistí.
–Mire futuro esposo mío– Seguí besando su boca cerrada y el abrió los ojos lentamente al escucharme– Debemos reunirnos con los demás en mi apartamento.
–Que hermoso se escuchó eso de su boca, futura esposa mía– Correspondió mi beso, provocando sensaciones en todo mi cuerpo. ¡Este hombre nunca se cansa! Comencé a reír de inmediato.
–Levántate, vamos a ducharnos rápido que nos esperan– Me levante e intente jalarlo del brazo para que hiciera lo mismo, pero obvio tiene mucho más fuerza y termine recostada nuevamente sobre su cuerpo y el hundiendo su rostro en mi cuello.
–No, quiero quedarme aquí– Susurro besando mi cuello– Para siempre.
Sonreí ante la idea y lo bese por última vez antes de convencerlo de que se levantara, James se ducho seguido de mí y nos apuramos para llegar a tiempo al apartamento, antes de marcharnos le sugerí que no era momento de informar lo de nuestro compromiso porque no quería ser el centro de atención, por lo menos no hoy y el accedió sin preocupación, ya abra un momento, puede ser este fin de semana. Cuando ya nos encontrábamos llegando a nuestro destino, observamos a Mauricio llegando también con mi hermana, nos dispusimos a subir juntos en el ascensor y adentrarnos en el apartamento. Mi hermano se encontraba conversando tranquilamente con sam en el sillón y se emocionó más de lo normal al vernos. Al parecer se había tomado unos cuantos tragos al igual que su hermana aquí presente. Lo abrace ante su bienvenida tan torpe evitando dejarlo caer, peny comenzó a carcajearse y sam lo observo como las mamas ven a un hijo pequeño que hace algo malo.
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Mas que placer
RomanceEmma nunca a querido dejarse llevar por los consejos de "seducción" de su mejor amigo gay, pero luego de estar decepcionada de los fracasos amorosos por no ser el indicado, accede a las tácticas de su querido amigo, que la llevara a experimentar cos...