Mas que placer

Capitulo Sesentaiuno

Camine despacio a lo largo de aquel pasillo lleno de puertas verdes con números impresos y enmarcados al lado de cada una de ellas. La habitación de James era la 124 y yo me encontraba a sólo 5 puertas de aquel anhelado lugar, la emoción recorría todo mi cuerpo, mi paso se aceleró al mismo tiempo que mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho. La noticia de que ya se encontraba estable se apoderaba de mi en una forma inexplicable, llegue y me ubique en frente de aquella puerta, con pasos temblorosos impacte mis puños sobre ella, provocando un ligero sonido en modo de aviso, no recibí respuesta alguna, abrí la puerta y entre ansiosa. Allí se encontraba, uno de sus brazos estaba oculto bajo la sábana, el otro posaba sobre su pecho acompañado de un ligero tubo que impactada contra su piel generándole algún tipo de suero, de igual forma había uno alrededor de su nariz, tenía los ojos cerrados y había un raspón en su mejilla derecha. Me acerque silenciosamente tragando con fuerza, mis ojos se cristalizaron y no pude retener una lágrima que recorrió con rapidez hasta llegar a mi cuello, la limpie de inmediato. Me partía el corazón verlo de aquella forma tan vulnerable y pensar que en parte este accidente había sido mi culpa, si no hubiese creído lo que la falsa rubia dijo, nunca hubiésemos peleado y todo estaría bien, el no tendría porque está de esta forma, aquí en esta cama. Toque ligeramente su cabello, el soltó un ligero quejido abriendo los ojos con pesadez, me observó de inmediato intentando asomar una sonrisa en aquellos hermosos labios. Acerque mi mano a aquel lugar, haciéndole señas para que no hablara, el asintió y trago con fuerza.

-¡Lo siento tanto! -Llore. Trague saliva y se quejo negando repetidamente- Nada de esto hubiese pasado si yo te hubiese creído, lo siento tanto.

-No amor, no llores.- Su voz era ronca y pesada. -Todo va a estar bien.

-Pero mira como estas- Le señale y acaricie su brazo, con mi otra mano toque su mejilla ligeramente-No sabes como me duele todo esto James-Lágrimas inundaron mi rostro, tape mis ojos e intente limpiarlas con rapidez.

-Amor-levanta su brazo izquierdo y toca ligeramente mis labios y sonrió-No sabes cuanto te extrañe-intenta acercarme hacia el y no puedo evitar sonreír también-¿Me puedes regalar un besito?

Me dejo llevar por su brazo sin poner residencia y acerco mi cara a la suya, el muerde su labio y mi corazón salta de emoción, lentamente dejo un casto beso sobre su frente, seguido de otro en su nariz. Su sonrisa se extiende y yo le regalo una ligera risita, acarició mi labio con los suyo y el respira profundo, me dejo de juegos y uno nuestras bocas, trato de ser lo más delicada posible y me pierdo en un beso lento y sensible. James toma mi labio inferior y lo chupa con fuerza, coloca su mano en mi cuello con sutilidad y me aprisiona más a su boca, intentando acelerar el beso y meter su lengua en mi boca, se me olvida por un instante la situación en la que nos encontramos y profundizó el beso y le muerdo con anhelo y desesperación. ¡Dios cuanto lo necesitaba! El no se queja y me corresponde, con su otro brazo me aprieta de la cadera y yo rompo el mágico momento y niego divertida mente.

-¡Basta! -Muerdo mi labio y el hace puchero -Mira como estas -repito nuevamente y mi mirada vuelve a caer y me entristesco-Necesito que te recuperes cuanto antes, no puedo sacar de mi mente que todo es mi culpa...

-¡Por favor Emma! -Eleva la voz y endurece la mirada-No quiero volver a escuchar que digas eso por favor-Me toma la mano y la acerca a sus labios dejando un casto beso en ella-Te amo, ya nada importa, es pasado y estoy feliz de que no sigas dudando de mi-Vuelve a besar mi mano-Yo lo único que quiero es a ti y que olvides eso. ¿Si?

-Esta bien amor-Me acerco y vuelvo a besar sus labios, el me corresponde y acaricia mi cabello-Tu mama esta allá afuera, muere por verte-le informo luego de un instante.

Me despido de el hermoso y adolorido hombre frente a mi encaminándome de inmediato hacia la sala de espera y le informo a la madre de James que ya puede entrar. Ella se emociona y se adentra en busca de la puerta, me acerco a mi hermana y la abrazo con emoción, ella me corresponde y abraza mi cuerpo con fuerza.