Volviendo al centro comercial

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Por la mañana fue Lola la que fue a despertarlos, entró temerosa al cuarto por como los podría encontrar. Pero se relajó al ver que ambos estaban aun con la ropa que les dieron ayer. Lana se encontraba hecha un ovillo en el centro de la cama y Lincoln la rodeaba y tenia un brazo encima de ella. La joven princesa se acercó y acarició suavemente el cabello del peliblanco.

Lola: Linky... Lana... despertad dormilones.

Lana: Zzzzzzz

Lincoln: Mmmm... 5 minutos mas....

Lola: !EN PIE HOLGAZANES¡

Lana/Lincoln: ¡¡¡AAAAHHH!!! GRRRRRR....

Ambos dieron un salto y se pusieron en guardia gruñendo ante la amenaza, pero al ver a Lola se tranquilizaron pero seguían con el corazón acelerado. Se sentaron en la cama intentando respirar tranquilos.

Lincoln: Lola, no hagas eso. Podríamos haberte mordido...

Lola: Ya no están en el bosque, así que relájense. Mamá me ha pedido que les despierte. Iremos todos juntos al centro comercial.

Lana se levanta de un salto de la cama y agarra el brazo de su hermano y lo empieza a estirar para salir de la habitación.

Lana: Pues tenemos que bañarnos, venga vamos Zeusito.

Lincoln: Lanita, tranquila. Ahora no estamos en el bosque. No vamos al río. Aquí puedes ir tu sola a la bañera de casa.

Lana: Joooo... pero yo quiero que nos bañemos juntos.

Los cachetes del chico tomaron un color rojizo mientras que los de la princesa rosa se inflaron y su ceño se fruncía. Desde la revelación del día anterior, no había dejado de pensar en que no era justo que Lana se quedase con su príncipe y menos siendo alguien con tal descaró.

Lincoln: Mejor ves tu primero, ahora estamos con toda la familia. Así que te tienes que comportar.

El peliblanco le dio a Lola un abrazo y a Lana un beso en los labios y la empujó para que fuese delante. Lola intentó relajar su rostro para hablar con su hermano cuando Lana se marchó.

Lola: ¿Has conseguido que Lana se bañe por las mañanas?

Lincoln: Y no solo eso, jejeje. La he convencido de bañarse cada dos días.

Lola (En pose amenazante): ¿QUIEN ERES Y QUE HAS HECHO CON MI HERMANA?

Lincoln: !Lola¡ De verdad somos nosotros. Mientras espero a que Lana termine, ¿te gustaría que leyésemos juntos un cuento? La ultima vez que lo hicimos fue cuando te ayudé a aprender a leer.

Lola (sonrojándose un poco): Claro, pero gracias a tu cariño ahora se leer muy bien...

Lincoln: ¿Que?

Lola (feliz): Que ahora mismo traigo un cuento de princesas. Un momento.

Tras media hora Lana salió del baño ya limpia y lista para partir. Se dirigió al cuarto de su hermano donde lo encontró estirado en la cama junto a su gemela y ambos leían un libro. Le alegró ver el rostro sonriente de su hermana. Pero cuando esta notó su presencia dejó de leer y su rostro cambió a uno serio.

Lana: Tu turno Zeusito.

Lincoln: Lo lamento Lola. Ya seguiremos en otra ocasión.

Las gemelas bajaron juntas a desayunar mientras el chico se lavaba.  Sus padres habían preparado un buen montón de tortitas con sirope y Lana las engulló feliz de volver a poder comer comida caliente. Pero algo le llamaba la atención y eran las miradas rápidas que le daban sus hermanas.

TLH: Protegiendo lo importante - Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora