Un día grancioso

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Cuando la feliz pareja regresó con los rostros iluminados por una sonrisa a su hogar, sus hermanas no tardaron en asaltarlos para saber como había ido la cita. En esta ocasión incluso Lynn D parecía interesada en saber las cosas que habían hecho. Pero fueron interrumpidos por los padres alegando que al día siguiente habían clases y que tocaba irse a dormir.

Pero ante quejas y rabietas de algunas, había una de las hermanas que sonreía malvadamente mientras se dirigía a su habitación. Antes de entrar a esta observó como la mas pequeña de la familia la miraba fijamente, solamente le guiñó el ojo antes de acceder a su cuarto. Durante la noche la feliz pareja de hermanos dormía plácidamente con una sonrisa en su rostro pero alguien llamó a la puerta de las gemelas. La princesa rosa se levantó y acudió a abrir la puerta tras librarse de su mascara facial, su sueño de 8 horas podía esperar.

Lisa: Unidad fraternal, tal y como hablamos en la pijamada, he desarrollado la formula que me solicitaste. Pero debo advertirte, sus efectos son permanentes.

Lola: Muchísimas gracias Lisa, con esto ya no habrá problemas. ¿Lograste convencer a papá y mamá?

Lisa: En efecto, pero deberías hablar con ellos antes de proceder con esta substancia y déjame advertirte, con 11 mililitros son suficientes, no excedas esa dosis o seria algo muy malo.

Lola: Iré con sumo cuidado hermanita, muchas gracias por tu ayuda. Como te prometí, una vez utilice esto, te ayudaré a probar tus nuevas formulas de cremas faciales y maquinas maquillaje instantáneo... aunque la escopeta me sigue asustando.

Lisa: Bien, ahora regreso a mi habitación, Lily se encuentra en un extraño estado de nerviosismo y deberé leerle las Leyes de la robótica de Isaac Asimov para lograr que se duerma.

Lola: Buenas nocheeeees.

Lola cerró la puerta y dirigió una mirada a su gemela que dormía plácidamente mientras se reía levemente al sentir cosquillas en sus pies por la lengua de Brincos que roncaba en la almohada y con cada espiración su lengua salia de su boca.

La mañana siguiente empezó de forma completamente normal, todos acudieron al baño para preparase y lavar sus dientes mientras que sus padres preparaban el desayuno. Cuando estaban bajando todos las escaleras la pequeña Lily corrió a su habitación y tomó su mochila para el colegio, después se apresuró a buscar a una de sus hermanas mayores e insistirle que le había prometido comprarle un nuevo cómic antes de entrar a clase. Con desgana evidente, su hermana terminó accediendo y marchándose antes de poder dar un solo bocado a las fabulosas tortitas con sirope que había preparado su padre.

Lori: Bueno, ellas se lo pierden, estas tortitas están...

Leni: ¿Hace calor aquí o soy yo?

Todos menos las Lynn: ¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHH!!! QUEMA, QUEMA, QUEMAAA.

La familia casi al completo se lanzó contra la cocina para beber agua y calmar el terrible picor de sus lenguas. La joven Lucy parecía un dragón en esos momentos escupiendo fuego por su boca.

Lynn D (Rascándose el hombro): Pues a mi me parece que están realmente ricas. ¿No crees copia?

Lynn A (rascando disimuladamente su pierna): A mi también me gusta que papá utilizase tabasco en las tortitas en esta ocasión.

Tras relajar las bocas de todos, Luna llevó a cada cual a su centro de estudios, Lynn A al sentarse en el asiento de vanzilla no podía dejar las piernas quietas y frotaba el lado de sus deportivas con sus calcetines. Por su parte Lori empezó a dar clases a Lana aun ambas con las bocas molestas del excesivo picor por el descuido de su padre. Al mismo tiempo Lisa daba sus clases a Lincoln en su búnker y Lola estudiaba por su cuenta en la sala de estar mientras Leni y Lynn D recogían los restos del desayuno... bueno, una los recogía y la otra se los zampaba, para luego lavar los platos. La mañana siguió tranquila, por lo menos hasta una hora antes de que el resto de la familia regresase.

TLH: Protegiendo lo importante - Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora