La historia de Luanny

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Luan: Pues veras hermanito, todo empezó aquel día de San Valentin donde encontramos la carta de mamá y nos animamos todos a escribir a la persona que nos gustaba.

Lincoln: ¿Cuando Luna se confesó a Sam?

Luan (molesta): SI. Pero no me interrumpas.

Lincoln (asustado): Ok.

Luan: Pues bien, yo también me animé a declararle a Benny que me gustaba, pero simplemente ignoró mi carta. Jamas me respondió. Pero si que nos llegamos a besar cuando participábamos en la representación de Romeo y Julieta. Poco después fue cuando nos hicimos amigos de Maggie y viendo lo feliz que se veía a Luna... bueno, ya sabes que Maggie siempre ha sido muy cariñosa con los dos. Así que en secreto mantuvimos durante unas semanas una relación a tus espaldas.

Lincoln (sorprendido): ¿Era por eso que no querías que te acompañase? Claaaaaro, por eso Maggie se comportaba tan esquiva conmigo....

Luan: Lo lamento, pero a mi me daba vergüenza. Me lo pasaba muy bien con ella y he de decir que ese piercing en la lengua hace los besos muy especiales, pero yo me sentía incomoda. Siempre que andábamos juntas me imaginaba que todos nos miraban, al final lo dejamos... el día antes de que se fuese de la ciudad.

Lincoln: Vaya... ahora imagino porque aquellos abusones "se cayeron" sobre una piedra tantas veces...

Luan: !QUE NO INTERRUMPAS¡

 El peliblanco realiza un gesto con la mano cerrando una cremallera en su boca.

Luan: Pues poco después es cuando nos burlamos de ti y acabaste yéndote al bosque a tu prueba de hombría de la que no regresaste. Eso nos afectó mucho a todas, pero durante tu ausencia hubo un chico que se acercó a mi y trajo un muñeco de ventrílocuo de una chica, ese era Benny. Me alegró mucho que por fin me hiciese caso y empezamos a salir juntos. Al principio me sentía en las nubes porque por fin el chico del que me había enamorado me hacia caso. Tuvimos varias citas, cenas románticas y cosas así.

La chica entristecida saca un nuevo cigarrillo y se queda mirándolo.

Luan: El fue quien me enganchó al tabaco. Hizo la misma broma que tu hace un momento. Lo del beso indirecto.

Enciende el cigarrillo y se lo va fumando mientras sigue explicándole a su hermano el resto de los hechos.

Luan: Nuestro nidito romántico era el teatro del colegio, donde nos escabullíamos y pasábamos tiempo mientras el resto se marchaba a casa y el club de teatro no lo utilizaba. Allí me sentía protegida, cómoda y donde nos besábamos apasionadamente sin que nadie nos mirase. Cuando salíamos de allí siempre me ofrecía un cigarro después de él encenderlo para darme ese beso indirecto el cual yo aceptaba con mirada cómplice. Pero poco a poco empezó a ser mas insistente y quería acariciarme y tocarme en lugares que me incomodaban o me daban vergüenza. 

Los ojos de la comediante empezaban a empañarse mientras seguía con su explicación.

Luan: No te daré detalles, pero te imaginas a lo que me refiero ¿verdad?

Lincoln simplemente asiente con mirada triste al ver el estado de su hermana.

Luan: Yo aun en mi nube de ilusión acabé accediendo y dejando que me acariciase por encima de la ropa, pero el quería mas, así que yo también acabé acariciándolo a el. He de aceptar que la sensación que me daban sus caricias era placentera, pero mi vergüenza era mayor aun, sobretodo cuando quiso que le acariciase por dentro de la ropa. Ahí mi nube ya se había ido, entre otras cosas porque a penas teníamos ya citas fuera del teatro... y como lo ocultábamos, cuando nos veíamos por los pasillos de clase, apenas me dirigía la palabra. Se que fui yo la que quiso ocultarlo, pero eso era peor, eso me dolía.

TLH: Protegiendo lo importante - Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora