Una misión, dos mundos, y muchos problemas.
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1# en PJ. (24-5-2021)
Aclaración:
En esta historia, como bien se verá, transcurrirán ambas tramas, la de Harry Potter y Percy Jackson, en una misma linea temporal, a pesar de que originalmente no e...
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Ver a cinco jóvenes, adolescentes, parados detrás de los nuevos alumnos de primer año que esperaban a ser seleccionados era algo llamativo. Nadie sabía quienes eran, no hasta que el director del colegio se los explicó.
— Quiero que le den la bienvenida no solo a los nuevos estudiantes de primer año, si no también a estos cinco jóvenes magos que ingresarán a quinto año. — Los murmullos y susurros estallaron, confundidos por la noticia. Dumbledore esperó unos segundos en silencio, y todos volvieron a callarse. — Antes de que creen teorías sobre su llegada... — Continuó tranquilamente. —...he de explicarles el por qué de su llegada. — Hizo una pausa. — Estos jóvenes de aquí han sido transferidos de una pequeña escuela de magia lejana debido al cierre de esta, por esa razón entrarán en quinto año. Confío en que los hagan sentir cómo en casa.
Y así, sin más, sonrió y se apartó, dejando a McGonagall pasar adelante.
— Abercrombie, Euan.
Harry Potter, confundido, escudriñó al grupo de estudiantes nuevos; habían dos chicas y tres chicos, y todos tenían un aura que el azabache no pudo identificar. Luego volteó hacia su amiga, Hermione, quien observaba fijamente un punto muerto mientras fruncía levemente el ceño. Harry estuvo a punto de preguntarle su opinión, pero ya conocía esa mirada; su mente estaba maquinando a mil por hora, probablemente buscándole un sentido a la canción que había cantado el sombrero seleccionador momentos antes, así que cerró la boca.
Los minutos pasaron al igual que los estudiantes de primero, y Harry estaba cada vez más intrigado sobre aquellos cinco chicos, aunque aún no sabía muy bien por qué. Había algo extraño con ellos, algo que no identificaba; quizás en su forma de moverse, de vestir, o de ser. Pronto McGonagall llamó a Rose Zeller, quien quedó en Hufflepuff, y los cinco jóvenes avanzaron un par de pasos.
Harry se acomodó en su asiento, apoyando ambos codos en la mesa, y McGonagall llamó al primero de ellos.
— Chase, Annabeth.
El comedor se quedó en silencio de repente, observando todos cómo una de las dos chicas caminaba hacia adelante, con la barbilla en alto y una expresión neutra. Tenía el cabello rubio ondulado atado en una coleta, y cuando se volteó para ver al resto del comedor Harry pudo ver un par de tormentosos ojos grises, de esos que te dan la impresión que pueden descubrir hasta tus más ocultos pensamientos. Contrastaban con su piel morena, que por extraño que sonase parecía brillar, y a más de uno dejó embelesado.
McGonagall le colocó el sombrero, y tras casi dos minutos en que los alumnos observaron impacientes, este gritó su veredicto.
— ¡Slytherin! — La casa de las serpientes estalló en vítores, celebrando la llegada de su nueva integrante. Annabeth, tras echar un último vistazo a su grupo, caminó hacia la mesa de verde y plata, con su corbata adoptando lentamente estos colores. Para cuando se sentó, el interior de su capa y los bordes de su sweater se habían teñido de un verde oscuro poco llamativo, mientras que el escudo sobre el lado de su capa había pasado de ser el de Hogwarts a ser la serpiente de Slytherin.