Una misión, dos mundos, y muchos problemas.
______
1# en PJ. (24-5-2021)
Aclaración:
En esta historia, como bien se verá, transcurrirán ambas tramas, la de Harry Potter y Percy Jackson, en una misma linea temporal, a pesar de que originalmente no e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ese día, después de la comida de navidad, todos habían decidido ir a visitar al señor Weasley. Así que allí estaba Alissa; arrodillada frente a su baúl y con la mirada perdida. Un pensamiento le había llegado de golpe mientras se lavaba los dientes y no la había abandonado hasta ese momento. Miró su varita, la cual descansaba sobresaliendo de una pequeña vaina de cuero sobre un libro, y pensó que podría llegar a necesitarla si llegaban a atraer monstruos. Atraer monstruos... Ese pequeño detalle. Llevó ambas manos a su rostro y se restregó los ojos. ¿Cómo no había pensado en eso antes? ¿Cómo se le había pasado tan fácilmente? Sabía que había protecciones en Hogwarts que impedían que los monstruos entraran, así cómo en el campamento, pero allí, en la casa de los Black, no. El nerviosismo empezó a crecer. ¿Y si ella y su hermano habían atraído a las mantícoras y ellas habían guiado a Thomas? La sola idea de que hubiera sido su culpa la hizo enojarse consigo misma. ¿Cómo había sido tan estúpida de no darse cuenta? Tres semidioses juntos, dos hijos de uno de los tres grandes, eran lo más similar a un faro para los monstruos. ¿Cómo había dejado que pasara?
Cuando Taehyung entró a la habitación, con una pequeña bolsita verde pálido en su mano, se la encontró sentada junto al baúl, con la mirada perdida en las serpientes que rodeaban su varita. Ni bien se acercó sintió la angustia y nervios de la chica, y una mueca de preocupación apareció en su rostro. — ¿Estás bien? — Preguntó en un susurro, sentándose frente a ella. — ¿Y si fue por nuestra culpa que Thomas los encontrara? — Taehyung, de alguna forma, ya sabía por donde iba el tema, así que la miró a los ojos y tomó su mano. No sabía cómo decir lo que iba a decir, así que simplemente tomó una gran bocanada de aire y suspiró. — No fue tu culpa. — Murmuró. Alissa cerró los ojos, algunos mechones de cabello le cubrían el rostro, pero aún así Taehyung pudo ver una lagrima recorrer su mejilla. — ¿Y si lo fue...? — Taehyung negó. — No lo entiendes, ella no se preocupó por huir, solo le importó que yo llegara al campamento. Aquél monstruo solo fue por ella porque se interponía en su camino, el la... — El pelinegro la detuvo. — No. — Dijo, acercándose más y buscando su mirada. Alissa abrió los ojos y más lagrimas silenciosas se deslizaron. Una lagrima involuntaria viajó también por la mejilla de Taehyung. — Detente ahí, se por donde vas, y no es tu culpa. — Sentenció, apartando los mechones del rostro de su amiga. — Nada de lo que pasó fue tu culpa, ni en ese entonces ni ahora. ¿Si? — La chica negó. — Si ella no... — ¡Basta! — Saltó. — Se que piensas que tu causaste que se fuera, pero no fue así. Y, en todo caso, ella decidió protegerte. Estoy muy seguro de que lo hizo para que vivieras una vida feliz, no para que la recordaras con culpa. — Alissa volvió a cerrar los ojos y sus labios temblaron. — Ella no merecía morir... — Murmuró. — Ella... Tenía un futuro brillante, yo... — Sus palabras no salían, pero no hacía falta. Taehyung la tomó por los hombros y la envolvió en un abrazo. — Y ahora estoy cometiendo el mismo error, las personas que quiero.... — Shhh... — Intentó calmarla. — Estoy seguro de que te acompaña, siempre, y que está orgullosa. ¿O acaso no lo vez? Te convertiste en una chica fuerte, brillante, hermosa... Tienes que recordarla con alegría, los buenos momentos, esas charlas junto a la estufa de las que tanto me contaste ¿Si? — Alissa escondió su cabeza en el cuello de Taehyung. — Estoy seguro de que si estuviera aquí te diría que te ama, y que está muy, muy orgullosa. — Murmuró por último, dejando que nuevas lagrimas recorrieran sus mejillas. Los sollozos de Alissa no se hicieron esperar, y su varita rodó de su regazo hasta debajo de la cama para detenerse junto a la caja en la que estaba la de su madre. Taehyung no soportaba, y nunca lo había hecho, el escuchar a Alissa llorar. Algo en su interior se quebraba y hacía que sus manos y labio temblaran, y que aquél molesto y agrio nudo se formara en su garganta de la impotencia, así que siempre intentaba hacerla sentir mejor. Así que esperó a que se desahogara, acariciando su cabello suavemente, hasta que estuvo seguro que había largado todo.