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Editado.

— ¿En serio era necesario despertarme tan temprano? — Inquirió la rubia, adormilada, saliendo por el hueco de la pared

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— ¿En serio era necesario despertarme tan temprano? — Inquirió la rubia, adormilada, saliendo por el hueco de la pared. 
Taehyung, frente a ella, sonrió ansioso. 
— Kook quiere mostrarte algo, ya lo verás. — Dijo, haciéndose a un lado para dejarla pasar.

Esa mañana el pelinegro llevaba el cabello atado en una especie de coleta desarreglada, con varios mechones cayendo sobre su rostro, y había vuelto a aclarar sus ojos a un celeste verdoso, cómo años atrás cuando terminaban de entrenar e iban al lago a descansar. 

— ¿Pero era necesario despertarme así? — Preguntó, desviando la mirada del rostro del más alto y sobando estómago con una ligera mueca de dolor.

Y es que no había despertado de la mejor forma, o la más normal que vendría siendo una de sus compañeras avisándole que alguien la buscaba. No. Había despertado al sentir un fuerte golpe en el estómago. Tan así que le había sacado el aire, y tras despertar sobresaltada había tardado varios segundos en recuperar el aliento. 

— Ya, a mi tampoco me gustó que Jungkook me golpeara, pero era la forma más fácil y rápida de despertarte. — Explicó, sobándose de igual manera el estómago. Si a ella le había llegado el golpe, era por que a él le había llegado peor. 
— ¿Tanta fuerza tiene ese condenado? — Se quejó Alissa, mirando con algo de preocupación a su amigo.
— ¿Acaso no viste sus brazos? Pero no te preocupes, se me pasará. — La tranquilizó, ya conociéndola. — Además, creo que me lo debía. ¿Recuerdas el último entrenamiento libre que tuvimos en el lago? — Preguntó, ahora ya más divertido.
— ¿Aquél en el que lo derribaste cómo si fueras una abuelita en día de rebajas? Claro. — Se burló. 
— A ver, en mi defensa, ir corriendo cómo idiota hacia él funcionó. Lo derribé y me gané una rana de chocolate. — Rió Taehyung, recordando lo estúpidamente orgulloso que se sintió de aquella maniobra. 
— Buen punto. — Admitió la rubia. — Y... ¿Qué es tan importante cómo para dejar que ese Bambi con esteroides te golpeara? — Preguntó ahora, mirándolo con curiosidad. Taehyung solo se encogió de hombros.
— Bah, quizás no sea nada, pero podría interesarte. — Explicó, confundiendo aún más a la rubia.
— ¿Qué?
— Ya verás. 

Pero Alissa no tenía claro que era lo que querían que viera, y menos cuando llegaron al Gran Comedor. No les costó mucho encontrar a Jungkook, solo habían un par de alumnos de Ravenclaw y Hufflepuff, ningún Slytherin o Gryffindor. Además, el castaño tenía enfrente un libro tan grande que era imposible no notarlo. 

— ¿Y esto? — Preguntó una vez llegaron hasta Jungkook. 
— ¡Es increíble! Por fin pu... ¡AH! — El castaño, quien se había levantado emocionado, no pudo terminar de hablar porque Alissa, sin mirarlo, le había asestado un puñetazo directo en el estómago, justo en el mismo lugar donde él había golpeado antes a su amigo. 
— De nada. ¿Qué decías? — Preguntó luego cómo si nada, viendo como Jungkook se doblaba sobre si mismo y caía arrodillado al suelo. 
— Que linda... — Murmuró con voz ahogada, haciendo a Taehyung estallar en carcajadas. — Mira la página anterior. — Agregó. 
— "...es un mago o bruja con la habilidad de transformarse en un animal." — Leyó la rubia, con algo de dificultad, frunciendo el ceño al final. — ¿Quieres volverte animago? — Inquirió ahora, volviendo a verlo. 
— Si, bueno, era lo que iba a decir antes de que me presentaras con San Pedro. — Le reprochó Jungkook, levantándose con dificultad y sentándose frente al libro, aún con una mano en el estómago y una mueca de dolor. — Mi madre siempre me impulsó a convertirme en mi mejor versión, lo que implica estudiar como condenado. Y, aunque admito que esa parte no se me da tan bien cómo atravesar monstruos con un tenedor, tantos años sin otro semidiós en el colegio me llevaron a pasar demasiadas horas solo, la mayoría en la biblioteca. — Mientras hablaba iba buscando algo en aquellas tres inmensas carillas de texto, arrastrando suavemente su dedo sobre el papel. 

Alissa, si bien se sentía algo perdida, se sorprendió al ver la facilidad con la que leía todo y la soltura con la que hablaba al hacerlo. ¿Acaso no se le mezclaban las palabras cómo a los demás semidioses? 

— Ya, ¿Y eso qué tiene que ver con nosotros? — Preguntó, aún sin comprender. 
— Taehyung me dijo que la última vez que te saltó una rata casi la dejas colgando de la cola en un tendedero. No se en que animal me convertiría, pero prefiero que lo sepas a que me envíes a nadar con la gente del agua. — Explicó con un ligero toque de sarcasmo, sonriendo de repente. — Además, creo que te podría interesar esto. — Agregó, haciéndose a un lado en el banco y señalando una parte específica de un cuadro de texto. 
— ¿"Animagos registrados del siglo diecinueve"? — Leyó Alissa, sentándose a su lado. Jungkook asintió. 

A la rubia le costó un poco más leer el resto del cuadro, que principalmente eran nombres de animagos registrados, sus formas animales y las marcas distintivas de estas. 
No le tomó gran importancia a la mayoría, hasta que llegó a un nombre que le hizo alzar ambas cejas. 

— "Lena Holbein, zorro albino. Marcas distintivas; dos pequeños orificios en la punta de sus orejas correspondientes a las perforaciones que lleva su forma humana." — Leyó, sorprendida. — Mi bisabuela era animaga. 
— Tu abuela también. Se llamaba Pandora, ¿no? — Preguntó Jungkook, a lo que la rubia asintió y él señaló otro cuadro, donde mostraba el registro de animagos del siglo veinte. — Pandora Holbein. Su forma animal era un lobo blanco con marcas al rededor de los ojos. ¿Usaba gafas? — Alissa volvió a asentir. 
— Esto es algo que sinceramente no me esperaba. — Admitió, mirando de nuevo el nombre de su bisabuela. Había pasado tanto tiempo sin oírlo que ya creía haberlo olvidado. 
— Jungkook creyó que quizás fuera alguna especie de gusto familiar. Ya sabes, cómo el de los Malfoy por ser unos idiotas. — Explicó ahora Taehyung, encogiéndose de hombros. Alissa se lo pensó, quizá fuera verdad, pero pronto un mal sabor le llegó. 
— Ya, pero hay un pequeño detalle. — Dijo en un tono de voz más bajo. Ella no lo notó, pero los otros dos si. — No se si mi madre... No se si era animaga. — Y eso le golpeó cómo un balde de agua fría. 

Se dio cuenta de que no lo recordaba. No recordaba si su madre era animaga, o si quería serlo.  Mucho había desaparecido ya de su mente. 

— Bueno, eh... — Jungkook, que fue el primero en hablar, intentó buscar una forma de animarla. — Podrías hablar con McGonagall, ella ya enseñaba aquí cuando tu madre estudiaba, si quería convertirse en animaga probablemente le habrá pedido ayuda. — Agregó, ahora sonriendo levemente.
— Podría preguntarle... — Murmuró Alissa, pero luego pestañeó y alzó la cabeza. — Pero eso será después. Hoy tengo práctica de Quidditch. ¿Van a ir?
— Claro. — Asintieron ambos chicos a la misma vez. — Quiero ir a todas las que pueda antes de que Umbridge las cancele. — Dijo ahora Jungkook. 
— ¿Crees que lo haga? — Preguntó Taehyung.
— Estoy muy seguro. —  Asintió, volviendo la vista al libro. — ¿Me acompañan a devolverlo?

Mundos Mezclados (PJ + HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora