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Editado.

El viaje hacia Londres fue más tranquilo de lo esperado; sin vientos sospechosos, nubes que la miraran de mala manera o truenos cercanos, y eso Alissa lo agradeció, prometiéndose dejar más de la mitad de su plato a Zeus la próxima vez que comiera

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El viaje hacia Londres fue más tranquilo de lo esperado; sin vientos sospechosos, nubes que la miraran de mala manera o truenos cercanos, y eso Alissa lo agradeció, prometiéndose dejar más de la mitad de su plato a Zeus la próxima vez que comiera. 
Al principio se había asustado un poco; el ascenso casi perfectamente vertical hacia el cielo le había cerrado el estómago, principalmente al ver el suelo alejándose tan rápido, pero cuando la criatura con su crin sacudiéndose en el viento se lanzó hacia adelante, resultó ser un vuelo mucho más suave de lo que habría esperado. 
Quizás era la costumbre, o la adrenalina que aún la impulsaba desde el encuentro con Grawp y los centauros, pero logró darse tiempo para pensar. 

Miró a su izquierda, a Jungkook, que alternaba su mirada entre los pequeños puntos de luz de los pueblos que pasaban bajo ellos y el thestral que lo llevaba, con los ojos brillando cual niño. Sonrió, recordando su propuesta de ayudarla a convertirse en anímaga. También recordó lo que le había dicho cuando le mostró los nombres de su abuela y bisabuela en el registro. ¿Su madre habría sido animaga?  ¿Habría querido sino?  No lo sabía, pero de lo que si estaba segura era de que ella habría amado a Jungkook, y por lo que él le había contado probablemente se habría vuelto una gran amiga de su madre. 

Soltó una diminuta risa, imaginándolo, y volteó hacia la derecha.
 
Taehyung mantenía los ojos cerrados, en calma, mientras el viento sacudía su cabello con fuerza. Allí, con el morado de un atardecer que se convierte en noche, nadie podría negar su ascendencia divina. 
Alissa se lo quedó mirando, admirando cada detalle que la distancia le permitía; sus cejas, que tan expresivas le parecían, sus ojos, cerrados en una paz envidiable y sus manos, una de las cuales mantenía firme pero delicadamente sobre la crin de el thestral que lo llevaba. 
Lo observó por varios segundos sintiendo que, a pesar de tener los puños de la camisa manchados de sangre y el uniforme lleno de tierra y arañazos, era la imagen más hermosa que había visto nunca. 
Lo observó, hasta que el pelinegro se acomodó en su lugar, cambiando la mano con la que sujetaba la crin del thestral. 
Esto sacó a Alissa de su ensoñación, y un recuerdo se apelotonó en la primera fila de su cabeza. 
El brazo con el que había estado sosteniéndose era el que le habían herido meses atrás, el hombro que Thomas había apuñalado hasta traspasarle su herida a ella.  
Lentamente una idea se comenzó a formar en su cabeza. 
Si Thomas había hecho eso, si una herida cómo esa había traspasado aquella conexión mágica que los unía y se había reflejado en ella, ¿Qué más podría pasar? 
Si la herían a ella ¿a él se le reflejaría? ¿Si la envenenaban? ¿Si la mataban? 
¿Qué pasaría con él?
Una ola de preocupación la inundó. Nunca había pensado en esa posibilidad, y ahora que la tenía en frente se sentía una idiota. 
Tan ensimismada en sus pensamientos quedó que no se dio cuenta cómo Taehyung abría los ojos y volteaba hacia ella. 

— ¿Estás bien?  — Preguntó alzando la voz sobre el viento, y Alissa volvió a verlo con los ojos muy abiertos. Él la observó con atención, notando como su amiga parecía haberse quedado sin palabras, cuando asintió. Iba a preguntarle algo; sabía que estaba preocupada, pero no lograba identificar el por qué. Justo cuando abrió la boca para hablar la manada de thestrals cambió de dirección, comenzando a descender.  

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2022 ⏰

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