Mundos Mezclados (PJ + HP)

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Editado. 

Alissa miró el espejo frente a ella, empañado por el vapor del lavabo, y se sintió en el mar. El suave oleaje bajo su espalda, su rostro mirando al cielo y una leve brisa recorriendo la superficie azul...
Deseó de verdad estar en mitad de la nada, solo flotando en la gran masa azul, pero no lo estaba, y los golpes en la puerta se lo recordaron.
— Ya es hora... — Murmuró Taehyung del otro lado, y a pesar de que no podía verla ella asintió.
Pronto todo la rodeó cómo un torbellino tormentoso.
¿Cómo reaccionarían? ¿Qué les diría? ¿Había hecho bien en obedecer a Dumbledore y no contarles sobre su realidad? ¿Que pasaría si ya no confiaban en ella? ¿La perdonarían?
Un cosquilleo en su hombro la trajo a la realidad de nuevo. Ella había sabido desde el principio que se enterarían, que tarde o temprano deberían decirles, pero hubiera preferido que fuera en otras circunstancias.
Tomando una gran bocanada de aire dejó que todo fluyera, intentando ignorar la creciente presión que sentía en el pecho, y salió del baño.
Fuera, en el pasillo, no había nadie. Todo estaba tan callado que parecía que incluso la casa entera estaba vacía, pero ella sabía que no era así.
Dos pisos más abajo, en el comedor, todos esperaban a que ella, su hermano y su mejor amigo llegaran, trayendo consigo respuestas a la avalancha de preguntas que soltarían.
Sintió miedo, pero se contuvo y comenzó a avanzar, arremangándose la playera que llevaba puesta.
Intentó hacer memoria; recordar la llegada al cuartel, pero todo fue un borrón blanco. Taehyung se había desmayado por la perdida de sangre, y por consecuente ella había sufrido una decaída que casi la hace seguirlo. Todo lo que llegaba a su mente eran imágenes sueltas; Percy ayudando a los gemelos a llevar a una Tonks inconsciente a algún lado, Ginny tratando de despertar a Ojoloco, Ron ayudando a su madre y a Sirius a atender a todos y Harry mirándola sin expresión.
Se rindió al llegar al inicio de las escaleras, sabiendo que sería inútil intentar recordar todo, y dejó que sus pies bajaran los escalones de dos en dos. En cierto momento levantó la mirada, volviendo en si, y se topó con su hermano, quien la miraba preocupado.
— ¿Estás bien? — Preguntó, colocando una mano en su hombro y otra en su mejilla. La rubia asintió, y Percy la abrazó. — Taehyung nos espera en el pasillo. — Murmuró, sintiendo cómo su hermana escondía su cabeza en su cuello.
— ¿Que crees que pase? — El azabache suspiró.
— Lo entenderán, no te preocupes.
— ¿Y si no?
— Les presentaremos al señor D. — Sentenció él, sacando una débil sonrisa de su hermana.
Tras varios segundos ambos siguieron camino, en un silencio en el que solo se escucharon sus pasos, y ambos sintieron la misma presión dentro al ver a un Taehyung cabizbajo esperándolos en la entrada de la cocina.
— ¿Que tal...? — Inició Percy, pero el pelinegro negó.
— Véanlo por ustedes mismos... — Y se apartó, empujando levemente la puerta.
Alissa miró a su mejor amigo, pero este miraba al suelo, inexpresivo, y tras tomar una gran bocanada de aire se adelantó.
Se decía a si misma que no se dejaría llevar por el miedo, que ellos eran sus amigos y que la entenderían, pero cuando entró a la habitación se sintió cómo la misma niña de siete años que no se separaba de Luke.
Sus amigos estaban al rededor de la mesa del comedor, mirándolos expectantes, y Molly y Sirius estaban cada uno en una cabecera, observándolos preocupados. Hermione también estaba allí, Alissa pensó que podría haber llegado mientras los tres semidioses se preparaban arriba, y por alguna razón su mirada la reconfortó.