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Jericho lleva a la humana, entre sus brazos, hacia la amplia cama con sábanas de seda negras. Laura cae con cuidado sobre la mullida cama del primate sin dejar de besarse ni un instante, ella desliza sus brazos, con cuidado, sobre el cuello de Jericho haciendo que este deje sus grandes manos sobre el culo de ella amasándolo con cuidado.

El desliza sus besos por  el cuello de la morena haciendo que a ella se le escapen pequeños gemidos;  estos estimulan al macho que acaricia la cintura de la hembra por debajo de su camisa.

-Es muy molesta. -con un movimiento rápido saca la camisa sobre la cabeza de la mujer dejándola solo con el sujetador puesto- Desnúdate y pone a cuatro patas sobre la cama -Jericho ordena firmemente mientras deja escapar un fuerte gruñido-.

Laura se levanta de la cama y empieza a desnudarse como había dicho el primate. Se desabrocha el sujetador dejándolo caer al suelo, lo mismo que hacen, unos segundos después, sus pantalones junto con su braga.

-Hueles delicioso -susurra el primate acercándose a ella para empezar a repartir besos por toda su mandíbula y su cuello-.

Ella esquivando alguno de los besos del primate se coloca en la posición que el primate le ha dicho.

-Relájate, no te haré daño bajo ningún concepto -ella asiente mientras siente el aliento caliente del primate sobre sus muslos-.

-Sé que estoy segura contigo -su frase se corta por la intrusión de la boca del primate cerca de su sexo palpitante por el deseo-.

El primate deja besos húmedos por toda la ingle de la humana para segundo después besar su centro oliendo la fuerte esencia de la excitación de la mujer.

-Joder -gime la mujer cuando siente la lengua del primate arremeter contra su clítoris-.

La mano de la mujer baja lentamente su mano hacia la cabeza del primate presionándolo más contra ella misma.

La lengua del primate deja el clítoris de la mujer para lamer el resto del sexo entero lentamente.

Laura gime fuertemente por la intrusión de su lengua en su interior, penetrándola.

-Dios Jericho... -susurra mientras siente cómo las fuertes sensaciones la invaden, sobre todo el contraste de temperatura entre las sábanas frías y el calor de su cuerpo-.

El gran primate se aleja de la pequeña humana desde su perspectiva.

-Quiero recordarte que nunca te haré daño -él macho con cuidado rompe el envoltorio del preservativo. Laura al escuchar al sonido se gira para mirarle fijamente-.

-Yo me cuido, puedes estar tranquilo no me quedaré embarazada. -las palabras de la mujer deja en shock al moreno primate. A ella al ver su cara le invade una sensación de haber dicho algo malo.- Recuerda que trabajo con Nuevas Especies y tuvieron que decirme todo.

-Luego habláremos de esto, porque ahora tú esencia me está matando.

Con cuidado el macho primate coloca la punta de su miembro en la entrada de la mujer y empieza a penetrarla lentamente repartiendo besos por toda su espalda.

-Joder que apretada estas -gruñe fuertemente mientras empieza un vaivén tortuoso-.

Los gruñidos del primate se mezclan con los fuertes gemidos de la mujer y el sonido del impacto del cabecero de la cama contra la pared.

-Jericho...-susurra Laura y este complaciente aumenta al ritmo prolongando el placer apoteósico que los dos están sintiendo-.

Cuando el fuerte climax invade a Laura está no puede hacer otra cosa que gritar el nombre del primate mientras este derrama su semen llenando a la mujer.

Este se tumba haciendo que ella quede sobre él. Laura apoya sus manos en el gran pecho del primate mientras coloca su cabeza en este también.

-Tengo que acariciaste, tocarte... Es una instinto de primate.

-Tranquilo, me gusta -ella le sonríe tiernamente encontrado como respuesta un fuerte gruñido de excitación y un apasionado beso-.

Laura siente como su sensible piel se eriza deliciosamente cuando las manos del primate reparten delicadas caricias sobre esta. Ella se relaja cuando unos pequeños gruñidos salen del pecho de Jericho.

- Jericho -el nombrado le mira con una sonrisa pero esta desaparece cuando nota duda en los ojos de la mujer- ¿Puedo quedarme a dormir? Quiero decir... Sino quieres puedo ducharme rápidamente e irme a mi apartamento...

-Puedes quedarte todo lo que quieras... No tienes ni que preguntarlo. Creo que sabes que no suelo hacer esto mucho con las mujeres.

Estas palabras calan fieramente en el cuerpo de la mujer que se siente privilegiada, especial y feliz por las palabras del primate.

A la mañana siguiente.

Laura se despierta cuando siente unas caricias por su espalda:

-Buenos días... -la voz ronca del primate afecta directamente hacia su sexo, el macho al olor la creciente excitación de la mujer gruñe de placer-.

-Llegaremos tarde si seguimos lo que tengo pensado, hace unos minutos Fury nos ha reunido a los dos junto a tus hombres, para nuestra suerte me ha pedido que te recoja.

-¿Y cómo saldré de aquí sin que los otros machos me vean?

Tras las palabras de la mujer el pecho le afectan al prímate como un puñal, ya que él interpreta que no quiere que le van con él.

-¿Te avergüenza que tengamos sexo? 

-Claro que no, -se apresura a decir- pero como te expliqué ayer, pueden joder lo quiero que tengamos Jericho.

-Ningún Nueva Especie se chivará a tu país si saben que somos felices juntos.

-Por favor entiéndeme, al principio quiero ir lento tanteando el terreno sobre cómo reaccionan todos.

-Respetaré tu decisión. -la besa tiernamente- Vamos a desayunar. 

El desayuno pasa rápidamente para los dos entre risas y comida. Con cuidado salen de la residencia de hombres y caminan hacia el despacho de Fury.

Jericho/ Fanfic Nuevas EspeciesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora