Jericho/ Fanfic Nuevas Especies

09

El primate mira fijamente como Tanque habla con Laura mientras los dos comen, no puede evitar que los celos le hiervan la sangre y sus instintos de protección salten al segundo de que un macho le mire.

-Jericho, amigo, tranquilo. Parece que quieras arrancarle la cabeza. -Smiley posa su gran mano en el hombro de su amigo- ¿Es tan fuerte tu sentimiento por ella?

- Nadie toca a mi mujer ¿Dudas sobre el sentimiento que tienes hacia Vanni?

-Amo a mi mujer y a mi cachorro no nato ¿Crees que sientes lo mismo por ella? -Jericho solo asiente haciendo que su amigo ría a carcajadas- ¿Y dónde queda la frase de prefiero que me peguen un tiro antes que enamorarme de una mujer y menos de una humana?

-Todo ha cambiado desde que la he olido. Es maravillosa, hace que tenga paz conmigo mismo, me hace sentir cosas que antes no sentía. No tengo miedo a que me rechace o grite por solo ver mis ojos.

-¿Piensas reclamarla cuando deje de ignorarte?

-Varias veces me comentó que dentro de uno meses tiene que volver a su país, quiero arreglarlo antes de que ella se vaya.

-Desde que te ha mandando a dormir en la caseta del perro, duermo como un tronco -Query no puede evitar picar a su amigo el primate-.

-¿De qué estarán hablando? -pregunta el prímate confundido debido a que no entiende la diferencia-.

Tanque mira preocupado como Laura palidece ante las palabras de advertencia:

-¿Quién ha dicho eso?

-No lo sabemos, pero si estos rumores llegan al consulado tendrás problemas.

-No puedo tener problemas si no he hecho nada de todo lo que se me acusa. Tanque, sabes que yo no haría daño, a ninguno de vosotros.

-Claro que lo sabemos, todos somos conscientes de todo lo que has sacrificado por nosotros, pequeña. Llamaré al resto de los nuestros y nos reuniremos en tu apartamento ¿te parece bien? -ella asiente mientras mordisquea nerviosamente la uña de su pulgar-.

-Hablaré con el consulado, esta mierda de que os hago daño y luchar a muerte entre vosotros no se lo cree nadie que me conozca -su voz tiembla por el nerviosismo que la inunda completamente-.

-Tranquila -el gran felino la abraza con fuerza al momento que llegan Kat y Darkness-.

Apartamento de Laura.

Laura se sienta nerviosa entra Tanque y Kat en el sofá esperando a que el consulado acepte la video llamada.

-Estamos contigo en todo momento -Kat sujeta con fuerza la mano de Laura cuando el consulado español acepta la videoconferencia-.

-Buenas noches Señor Cónsul, siento pedirle una videoconferencia a estas horas de la noche, pero he considerado la situación de extrema urgencia. 

El hombre de unos treinta años, la observa fijamente, su pelo negro hace resaltar sus ojos color avellana. Su gran cuerpo tumbado sobre la cómoda silla impone a simple vista, sonríe al ver a la morena en la pantalla de su ordenador. Laura se queda impactada al ver al nuevo Cónsul de la embajada española; al principio se quedó frustrada por no poder hablar con el Embajador, pero ahora no se arrepiente tanto.

-Claro, señorita Menéndez. Cuénteme -el Cónsul pone sus grandes manos, entrelazadas entre ellas, sobre su gran escritorio de madera-.

-Resulta que por ciertos círculos de la sociedad de las Nuevas Especies, están pululando rumores sobre que hago a mis chicos luchar a muerte, que los maltrato y quería, -haciendo un gran movimiento con las manos abarca a todos los presentes- junto a todos los presentes, comunicarles de que no son ciertos.

-No voy a negar que nos han llegado los rumores que usted me comenta; pero todos mis contactos me aseguraron de que usted no es capaz de hacerles daño. Según palabras textuales: son su vida. -lee estas palabras en un informe que tiene en la mesa. Sus ojos marrones avellana escudriñan el papel para luego mirar la pantalla- Mientras no tengas problemas con la NSO, tendrá nuestro apoyo y confianza siempre señorita Menéndez. 

-Muchas gracias señor Cónsul.

-Por favor, llámeme Adrián -ella asiente mientras la videollamada termina-.

-¿Y ese hombretón es tu Consúl? -Kat mira impresionada a su amiga mientras le mira de igual manera-.

-Yo no sabia que este hombre era el Cónsul.

-Es muy atractivo -Laura solo asiente mirando con atrevimiento a la compañera de Darkness-.

-Recuerda que tienes a un gatito esperándote en casa, que, querida, no le gustará como miras a mi Cónsul.

Los chicos se ríen ante la certeza de las palabras de la española. Es sorprendente como los Nueva Especie españoles se han adaptado al idioma, a la cultura y todo lo que les rodea. A las pocas semanas ya casi podían desenvolverse como un nativo en el idioma.

Gracias a las clases que ella les había dado sobre cultura americana, el coche cultural no fue tan fuerte para ellos por lo que hicieron amigos rápidamente.

Los chicos murmuran una disculpa sobre algo de salir a patrullar con Harley y Moon, haciendo que las chicas asienten divertidas por quedarse solas y así poder hablar. Laura se levanta del sofá para coger el paquete de cigarros y unas cuantas cervezas. Le pasa uno de cada a su amiga y se sienta a su lado.

-¿Sigues castigando a Jericho? -la española levanta a una ceja dando un buen trago a la cerveza-.

-Solo le pedí tiempo. Fue chocante toda esa situación ¡Lo llamó mi Jeri! -Kat ríe ante el diminutivo del nombre del primate- ¡Ni yo lo llamo Jeri! Quiero decir, llevamos un par de meses teniendo sexo y para mi se convirtió rápidamente en algo mucho más profundo que atracción sexual. Pero... no le digo nada sobre mis sentimientos porque alguno de los chicos me habían advertido de que a él no le gustan las mujeres humanas y no quiero asustarlo o algo así. Y entonces pasó eso con Beth... y me dejó descolocada.

-Te entiendo, pero cariño tienes al primate en vilo toda esta semana.

La española suspira mientras inhala el humo de su cigarrillo:

-Todo sería mucho más fácil si supiese como sienten los machos ¿me explico?

Nota de la autora: ¡Hola a todos! He subido a mi Instagram la portada de la nueva historia que tengo en mente, sobre Nuevas Especies. Sí queréis verla, y por lo tanto saber que macho NE será nuestro próximo protagonista, solo tenéis que ir a mi perfil @Srta.Wolff .

¡Nos leemos!