Jericho/ Fanfic Nuevas Especies

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Javier mira a una masacrada Laura, con ojeras enormes y notablemente agotada, tanto física como mentalmente. Él coloca la silla que está en frente de él para ponerla  a su lado mientras come una de las galletas que están en el paquete que le ha regalado Marta.

-Tengo noticias, -susurra- para nuestra desgracias no son buenas. Ya hay fecha para el juicio, el diez de marzo; las malas noticias es que me he tenido que enterar por la prensa, he dejado un mensaje en el Ministerio de Justicias pero sé que no me contestarán. He hablado con Justice... -con cuidado gira el teléfono mostrando a un Justice calmado sentado en la silla, acompañado de un entusiasmado Jericho que mira fijamente la pantalla-.

-¿Cómo? -ella mira emocionada la pantalla lanzando un beso al teléfono móvil antes de limpiarse las lágrimas- Hablaré en español luego Jericho te dirá todo. Te hecho muchísimo de menos, las cosas no están fáciles aquí... -todo en pequeños susurros-.

-Todo va salir bien, Fury se ha ofrecido ha realizar el vídeo que has pedido; solo quiero que intentes descansar, los días que vienen no van a ser fáciles. Pero, aunque tenga que ser a escondidas quiero que sepas que te amo y te voy a apoyar siempre.

-Yo también te amo. Tienes que entender que tú no puedes presentarte aquí por que te ven como a una víctima, por eso es lo que le comentaba a él -mira a Javier que asiste mientras le muestra su apoyo colocando su mano en su hombro- todo lo hay que alrededor de todo esto.

-Estamos en ello, pronto pasará lo que tú y yo sabemos. -el macho le guiña el ojo transmitiéndole que está hablando de Beth- Estamos preparando todo, no vamos a rendirnos por eso queremos verte fuerte; por que tú no eres culpable de nada aunque intenten metértelo en la cabeza a la fuerza.

-Lo que me mantiene con fuerza es saber que tengo el apoyo de vosotros y de mi familia. No sería nadie sin vosotros -la mujer salta en la silla cuando tocan abruptamente a la débil puerta del cuarto, por lo que el astuto abogado deja caer la pantalla del móvil contra la mesa; uno de los guardias del pasillo abre la puerta indicando de que el dibujante ha llegado por lo que tienen que irse a la sala de interrogatorios donde está esperándoles el dibujantes-.

-Buenos días señorita Menéndez. Soy el dibujante de esta comisaría por lo que si usted quiere podemos empezar con el retrato robot. 

Al no poder negarse ella empieza a dictarle, sesgada y distorsionadamente, las recuerdos que tiene del "Cónsul" que ella había conocido. Los minutos pasan como hora intentando no parecer demasiado nerviosa debido a que sabe que Jericho y Justice están escuchando todo lo que ella está diciendo; al final el huesudo y delgado hombre le enseña el retrato el que ella aprueba asintiendo antes de volver a la pequeña habitación donde se reinicia la conversación en susurros.

La conversación entre ella y los Nuevas Especies termina como empezó, con lágrimas de tristeza mezcladas con alegría de poder volver a ver al primate que tanto ama. El abogado le muestra su apoyo su abrazándola como forma de consuelo cosa que solo puede hacer antes de irse puesto que las horas de reunión establecidas han terminado.

-Volveré a verte en un par de días, seguro que tendremos más información; la mujer está muy tranquila pensando en que están desinformados pero necesitamos saber quien es su contacto en nuestro gobierno. -susurra acercándose a la oreja de la mujer que asiente dándole las gracias por enésima vez- ¿Cuándo volverán los pequeños?

-Dentro de varios días a finales de mes. Justo antes del juicio para darme su apoyo, mi familia entera quiere estar en la sala ¿Qué me recomiendas que les diga?

-Si ellos quieren pueden quedarse, es su forma de apoyarte; no te recomiendo que les hagas la situación más dura haciendo que vean el juicio desde casa. Pero lo mejor para todos es que muestres lo más segura posible, así ellos inconscientemente lo estarán. 

El guardia que anteriormente la ha venido a buscar para ir a ver al dibujante aparece de nuevo pero esta vez con cara de pocos amigos, con una lentitud propia de un perezoso se acerca a Laura con unas esposas pidiéndole que ponga las manos en la espalda para poder ponérselas de una forma más cómoda para él. El rostro de la mujer cambia envejeciendo drásticamente, como si varios años hubieran pasado por ella en cuestión de segundos.

El abogado le asegura que todo estará bien cuando el guardia tira de las esposas como ganadero del ramal de la vaca que lleva al matadero. La mujer le sonríe, haciendo caso a las palabras que segundos antes él le había dicho, intentando transmitir clama y seguridad aunque ella misma no la sienta lo que intenta transmitir. 

Laura camina hacia su celda improvisada cabizbaja en completo silencio escuchando como el hombre borracho que está en el calabozo enfrente del de ella, canta. El silencio de la celda le hace pensar en todo lo que le viene encima, la prensa que llenará los alrededores del juzgado, la presión social sobre ella y su familia, las graves acusaciones hacia ella de la violación; pero lo que le crea dolor es que el país al que ha servido, y donde se ha criado, está en contra de ella aún sin tener la posibilidad de defenderse, ya ha sido jugada por la sociedad sin juicio previo.