Colin Farrell I

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Narra Baby

Juro por Dios que estaba intentando con todas mis fuerzas concentrarme en el texto de latín que tenía delante de mí.

Pero no podía.

No podía porque el jardinero macizorro estaba trasplantando unos pequeños arbolitos. El proceso era bastante simple, cavaba nuevos agujeros, desarraigaba las plantas y las volvía a plantar en sus nuevas posiciones. Sin embargo, las vistas que eso me daba era todo lo contrario.

Colin llevaba unas botas marrones, jeans apretados y una camiseta de tirantes blanca que se le ajustaba al pecho y que además dejaba a la vista sus fuertes (manchados de tierra) brazos.

¿Para qué estudiar latín si tenía a un héroe griego en mi propio jardín? Era de locos.

Suspiré llena de anhelo, clavando mis ojos en sus tonificados bíceps. Madre mía, ojalá ser planta para que me pusiese las manos encima.

Estando en mi ensoñación, no me percaté del momento en el que él me observó con sus ojos oscuros como la noche, pero sí que me ruboricé cuando por fin percibí su insistente mirada umbría.

Tragué saliva, fascinada por la expresión de su rostro, por cómo sus espesas cejas negras se curvaron para darme un look bellísimo. Los blancos colmillos de su dentadura brillaron a la luz del sol cuando me sonrió al mismo tiempo que me hacía una señal con la mano para que saliera.

Me quedé petrificada en mi silla por unos segundos pero al final opté por no ser una gallina espiona. Tenía que ser valiente. No siempre me iban a tener que cortar las rodajas de jamón.

Salí de la cocina y me encaminé hacia la puerta principal, por la que abandoné el interior de mi casa para dirigirme hacia Colin.

-Hola -lo saludé mientras que él se inclinaba un poco para sacarse los gruesos guantes de jardinero.

-Hola, Baby -me devolvió el saludo con una potente voz varonil-, ¿estudiabas?

-Ahh, sí -asentí una vez.

Estudiaba sí. Su cuerpo.

-Eso está bien, yo debí haber estudiado para no acabar siendo un simple peón de jardinería -dijo con sarcasmo aunque percibí un deje de pesar dentro de la ironía.

-Yo creo que tu trabajo es muy bonito -comenté ante su extrañada mirada.

Mierda, iba a creer que era una niña tonta.

-Quiero decir -empecé-, debe ser duro y agotador pero cuando ves crecer a los árboles y flores que tú plantaste... ¿no es eso muy gratificante? -me abracé a mi misma-. Estarán ahí durante años y años gracias a ti -rematé.

Colin se relamió el labio inferior un segundo antes de caminar hacia mí, acortando la distancia que nos separaba a apenas un metro.

Perdí la respiración al percatarme de que sus iris eran negros al completo. Ni una traza de pardo. Todo oscuro como un pozo, hipnotizándome como un boli a un tonto.

-Eres una chica muy tierna, Baby -susurró, alzando una de sus manos para mostrarme una diminuta amapola roja cuyo tallo se encontraba presionado por sus dedos índice y pulgar-

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-Eres una chica muy tierna, Baby -susurró, alzando una de sus manos para mostrarme una diminuta amapola roja cuyo tallo se encontraba presionado por sus dedos índice y pulgar-. Nunca había pensado eso pero es cierto -añadió, colocando la flor detrás de mi oreja derecha.

Yo me ruboricé tanto que a sus ojos debería parecer un tomate.

Colin sonrió, dulce, tocándome el antebrazo con la punta de sus digitos cuando bajó su mano.

Colin sonrió, dulce, tocándome el antebrazo con la punta de sus digitos cuando bajó su mano

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-Y-yo ah... -me trabé cuando entonces se oyó un estruendo.

Salté del susto, chocando contra el fornido cuerpo de Colin, quien levantó la cabeza para ver que una nube preñada de agua acababa de colocarse encima de nosotros.

-Va a llov- -paró cuando un diluvio se desató sobre nosotros ipso facto.

-¡Dios mío, corre! -chillé divertida, tomándolo de la mano para llevarlo hasta el porche de la casa, donde el tejadillo nos ofrecía el resguardo que necesitábamos.

-Nunca había visto nada parecido -él rió como un niño, haciéndome sonreir por igual-. Estás empapada... -comenzó hasta que su mirada se clavó a la altura de mi pecho.

Miré hacia abajo y vi cómo mi camiseta se había pegado a mi figura, marcando mis pechos y mi abdomen con fidelidad.

Enseguida me enrrollé en mis propios brazos, muerta de verguenza.

-Lo siento -Colin desvió su mirada hacia otro lado y juraría que estaba algo sonrojado-. No pretendía incomodarte.

-No pasa nada -negué aunque sabía que sí pasaba.

Nunca un hombre me había mirado a mi así pero sí que había visto ese tipo de mirada entre otras parejas.

Lujuria.

Colin me había mirado con deseo y lascivia. Solo habían sido un par de segundos pero mi cuerpo entero había entrado en trance tras esa descarga de anhelo.

Mordí mis carrillos internos, intentando contener las ganas que tenía de salir corriendo o de abalanzarme sobre él. Ambas acciones contrarias pero igual de potentes e ilógicas.

Por suerte o por desgracia, Colin no era un niñato sino un hombre y con un gesto de caballerosidad me abrió la puerta para que entrara a casa.

-Vas a constiparte si sigues aquí fuera -habló en voz baja, intentando mirar hacia cualquier sitio salvo hacia mi-. Será mejor que entres.

-¿Y tú? -cuestioné sin pensar, poniéndoselo más difícil.

-No puedo trabajar con esta lluvia... esperaré en la furgoneta hasta que se calme o hasta que llegue la noche -explicó, haciéndome sentir mal.

-No tienes por qué quedarte en la furgoneta -nada más decir eso me miró-. T-tengo mantas y... y p-puedo hacer café -tartamudeé, siendo yo esa vez la que intentaba esquivar sus ojos.

Él pareció pensar en algo, tal vez en aceptar pero al final negó con la cabeza debilmente.

-No, Baby, estaré bien -de pronto se agachó para recoger algo del suelo-. Debes seguir estudiando -se irguió y volvió a colocarme la flor donde antes había estado, solo que ahora ella y yo estábamos empapadas.

Abrí la boca para decir algo pero él se giró y se marchó a paso rápido directo hacia la furgoneta, donde se acomodó en el asiento del copiloto, volteándose de manera que me daba la espalda.

Tragué saliva debilmente, decidiendo que entrar en casa era lo mejor y lo más lógico.

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Hola a mis lectores!

"Ojalá ser planta para que Colin me ponga las manos encima" es la mejor frase del mundo 😂

Adoro a este hombre, de verdad.

El próximo capítulo de Colin será +18 así que abrochensé sus cinturones.

Espero que os haya gustado!

Un achuchón ^^




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