The Queen & The Prince | Severus Snape

Prólogo

PRÓLOGO.
TODO TIENE UN COMIENZO

Cordelia Lockhart avanzó por los corredores de Hogwarts a altas horas nocturnas. Andaba con gracia y belleza; su túnica negra cubría la mayor parte del cuerpo y su pelo escarlata refugiaba aquel hermoso rostro cual cortina. Entonces, sigilosa, se aproximó al despacho del profesor Snape. Golpeó con suavidad y dijo:

— Soy yo.

La puerta cedió al instante y entró rápidamente para evitar ser vista, aunque, si a alguien se le ocurriera para por allí, pensaría que estaba cumpliendo un castigo o detención, algo poco frecuente en ella. Cerró la puerta tras sí y apartó los mechones sueltos del rostro; como siempre, sonreía. El profesor Snape se incorporó con lentitud del frío asiento y poco después empezó a hablar, sombrío:

— Muffliato.

Aquella oscura y fría habitación quedó en completo silencio. La muy hermosa señorita Lockhart tomó asiento delicadamente, después se apartó el pelo rojo del rostro y esbozó una pícara sonrisa.

Pero él no se inmutó.

— ¿Te ha visto alguien?

— Aunque lo hicieran, no importaría. Estoy aquí porque tú me lo has pedido. Incluso podrías maniobrar al asqueroso de Dumbledore haciéndole creer que me has castigado.

— O podríamos evitarnos inconvenientes y tú solo dedicarte a escuchar. —Snape protestó con voz de queda—. El plan del Señor Tenebroso cada vez está dando frutos. Estos meses, Cordelia, has demostrado junto con Draco ser una leal seguidora, por lo tanto, Él quiere ofrecerte una gran oportunidad.

Cordelia se mantuvo callada e inmóvil, aguardando por sus palabras; jamás había notado tanta oscuridad en el pálido semblante ajeno, pues estaba sumido en una aflicción desconocida aquella noche de invierno y era notoria su preocupación, aun estando dentro de los muros del colegio. De pronto, tuvo un mal presentimiento.

Severus se aclaró, arremangó su túnica azabache y finalmente comentó:

— La muerte de Albus Dumbledore.