CAPÍTULO VEINTE

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CAPÍTULO VEINTE.
DIECINUEVE AÑOS DESPUÉS


Una niña de cabellos tan escarlatas como antorchas deslizó su carrito con sus pertenencias por la estación abarrotada de magos y brujas despidiendo a sus hijos antes de que el Expreso de Hogwarts diera marcha a las once en punto.

Sabiendo de sobra lo que debía hacer, colocó el carrito lleno junto con los demás del montón y comenzó a caminar entre la gente mientras que peinaba su cabello en una trenza francesa, como era costumbre desde que aprendió a hacerlas.

Estaba tan absorta en los pelirrojos mechones que ni siquiera notó cuando tropezó a alguien sin quererlo, se detuvo de un solo golpe para observar a la persona frente a ella.

Un muchacho de cabellos castaños y ojos verde esmeralda se giró a mirarla con suspicacia.

— Lo siento mucho, ha sido mi error. —se disculpó—. ¿Te he hecho daño?

— Para nada, sobreviví al golpe. —se encogió de hombros despreocupadamente—. Soy Albus Potter, si has escuchado sobre mí, entonces ni te molestes en decírmelo.

Le tendió la mano educadamente.

— Oh, pues yo me llamo Lily. —correspondió al gesto—. En mi vida he escuchado sobre ti, pero sí sobre tu padre. Soy una de sus admiradoras, pero no al punto de rendirle homenaje.

— Genial. —rodó los ojos, aburrido del mismo discurso de siempre—. Maravilloso por ti.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— ¡Allí estás, Lily, me tenías muy preocupada!

Una voz femenina interrumpió sus palabras. La niña se giró sobre sus talones y observó sonriente a la mujer que se le acercó con el ceño fruncido. Tenía el cabello tan rojo como la pequeña y los ojos de un color avellana. Era verdaderamente guapa.

— Me he retrasado porque te he perdido justo cuando atravesaste el andén. No vuelvas a hacer tal cosa. Realmente me preocupaste. ¡Tu padre me mataría! —riñó.

— Discúlpame, mamá. No fue mi intención dejarte atrás.

Harry levantó la mirada de la menuda niña, quien hablaba con demasiada tranquilidad a la mujer que yacía frente a ella enfundada en abrigo color bronce. Sus ojos se conectaron con los de ella y soltó un alarido de asombro.

Cordelia frunció el ceño cuando sus miradas se encontraron. Pero le dedicó una amigable sonrisa antes de colocar una mano encima del hombro de la chiquilla.

— Ha pasado mucho tiempo desde que te vi por última vez, Harry. —saludó educadamente, captando la atención de los otros tres adultos restantes junto al ministro de seguridad. Cordelia también les observó con tranquilidad—. Ginny, Ron y Hermione; es bueno volver a verlos después de tanto.

— Qué sorpresa verte por aquí. No sabía que habías tenido una hija. —Hermione comentó son sorpresa. Efectivamente, la pequeña tenía un enorme parecido con su madre; nunca podrían negar el parecido físico—. ¿Va al primer año también?

La susodicha esbozó una sonrisa.

— ¡Hogwarts es el mejor colegio de magia en el mundo! Y empezaré mi primer año. —Lily, sonriente, respondió—. Mis padres quieren que tenga la educación adecuada. Además, dijeron que estarán presentes en todo momento. ¡Es genial!

Agrandó su sonrisa, siendo impertinente como de costumbre. Porque la hija de Cordelia ciertamente debía ser impertinente. Hermione sonrió, conmovida por su respuesta.

The Queen & The Prince | Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora