→ cuatro

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advertencias (hey, mel quiere ser responsable): insinuaciones/pensamientos suicidas, enfermedades mentales, heridas, ect. 


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JaeBeom llegó a su propio hogar a eso de las ocho y media, sintiendo una extraña molestia en su interior. Era un deseo de regresar al departamento de YoungJae y pronunciar palabras que aún no reconoce, pero solo ansia decirlas.

A diferencia del escritor, el cocinero vivía en un pequeño lugar un poco apartado de la ciudad, por lo que debía tomar más de un autobús y arrastrar sus pies un par de calles para llegar. Entre las condiciones para alcanzar su trabajo se encontraba levantarse más temprano, pero después dejó ser un problema cuando fue una bendición conseguir alejarse de su espacio cada vez más.

Apenas cruza la puerta, puede escuchar como su madre discute con su tío desde otra habitación, rompiendo el cómodo silencio en el que había estado desde que abandonó el departamento de YoungJae. Era lo mismo, la compañía por supuesto. Park SeoJoon —su tío paterno— quiere tomar posesión de ésta antes de que terminen en la quiebra, mientras que su madre, Park MinYoung, no confía en sus intenciones. Ya de por sí era sospechoso que el mismo padre de JaeBeom no resultara ser la persona que estaba teniendo aquella discusión, lo agradecía en cierto modo.

Desde que JaeBeom entró a la adolescencia, la compañía comenzó a tener dificultades con el tema de los clientes y fue en decadencia cuando tomaron la decisión de mudarse a la capital, aumentando las deudas y las perdidas que se acumulaban cada día en sus escritorios. La cosa tomó un estado critico cuando cuando sus padres se divorciaron, por lo que renunciar hasta sus estudios universitarios para trabajar. Han estado años del mismo modo y aun no se encontraban en la mejor situación, pero tampoco podían considerarse en la quiebra. El contrato que tenían con la madre de YoungJae fue casi un milagro para lo último que necesitaban en cuanto a dinero, tal vez podrían elevarse un poco más si el cocinero lograba trabajar formalmente para el escritor. Pero, cuando JaeBeom alcanzó los veintitrés, tío consideró que su trabajo era un completo desastre y casi tuvo un paro cardíaco cuando se enteró de su falta de preparación universitaria por los eternos problemas de dinero . 

La disputa pasó de ser algo entre su madre y su tío a ser una guerra entera de familias, donde MinYoung luchaba contra todos. Nadie estaba de acuerdo con lo que sucedía y todos le pedían a su madre que cerrara el negocio, pero ella aún creía en él y no estaba dispuesta a ceder tan fácil, aún si el más afectado estaba siendo JaeBeom. Muchos creían que había una relación abusiva entre los dos, donde el cocinero estaba obligado a perder su vida por lo que su madre ordenaba. Pero, nadie comprendía que aquellas eran sus decisiones, muy en el fondo, en un sentimiento muy débil, deseaba algo distinto. Pensaba que la única manera de que su madre se rindiera era que terminaran quebrados por completo y en cierta forma compartía la preocupación de su familia. No le interesaba demasiado omitir la universidad por un tiempo, pero realmente esperaba que su madre se rindiera, solo que no tenía las agallas de decirlo en voz alta.

―blooming day.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora