❝ YoungJae es un famoso escritor que lleva más de tres años escondido en su departamento, apartado de los medios y hundiéndose en lo más profundo de su tristeza. No hay nada más trágico que un escritor sin inspiración y él es la prueba de ello. Su m...
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JaeBum y YoungJae se encontraban en el suelo, cada uno envuelto en una cobija y con un libro en sus manos, con su concentración dedicada únicamente a estos. El escritor había adquirido nuevos libros para el cocinero, aunque éste le haya repetido mil veces que no era necesario, pero entre estos salieron los hasta en ese momento publicados tomos de la saga de Canción de Hielo y Fuego y pues, al mayor le fascinó y el pelinegro no tardó en agarrarlo para entender porque el chico estaba tan emocionado.
De vez en cuando soltaban muecas, JaeBum de disgusto e impresión por las descripciones de las muerte violentas del segundo libro, mientras que las de YoungJae eran de fascinación por todo el universo creado por el escritor en el primer libro.
— Qué asco.
— ¡Qué genial!
JaeBum miró extrañado al escritor, el cual lo ignoró por estar tan absorto en su lectura. Había notado que cuando estaba concentrado, su ceño se fruncía de forma muy leve, de manera en que era casi imperceptible si no te encontrabas a la suficiente cercanía. De vez en cuando empujaba su labio inferior hacia afuera, ligeramente empapado con saliva y aumentaba el ritmo de su pestañeo. Sus labios formaban una curva muy pequeña cuando leía algo que le gustaba y luego ladeaba su cabeza, buscando sacarlo de su mente para centrarse en lo demás.
Regresó su mirada a su libro, ladeando su cabeza mientras las preguntas sobre si haber notado aquello estaba bien.
«El mundo está lleno de gente que quiere ayuda. Ojalá algunas de esas personas juntaran el valor necesario para ayudarse a sí mismas. »
Cerró el libro, dejándolo a un lado y estrujando sus ojos. Los libros empezaban a volverlo loco, sí, eso.
Se giró a ver a YoungJae, el cual ya tenía su mirada puesta sobre él y se quedó ligeramente estático cuando sus ojos se encontraron.
— ¿Fue demasiado? —Había escuchado como soltó el libro, por lo que se preocupó.
JaeBum asiente, YoungJae abandona su propio libro para gatear hasta él. Sus flequillo ahora caía lacío solo un poco más abajo del lunar en sus ojeras, tapando un poco su ojos si no lo apartaba con sus dedos. Cuando está cerca, lo tira hacia atrás.
— Está bien, escuché que la serie de televisión es peor.
— ¿Tiene serie? —Preguntó el escritor con impresión, JaeBum apretó sus labios para evitar reír y éste lo notó, empezando a empujarlo. — ¡No te burles de mí, no lo sabía!
— ¡No te estoy juzgando, en serio! Pero, sabrías más si al menos encendieras la televisión. —YoungJae dejó de empujarlo, JaeBum de inmediato se dio cuenta de lo que dijo y al instante, añadió: — Además, no es mi culpa que no veas nada relacionado con el internet, habrías visto el revuelo que había en las redes sociales por el capítulo final.
