→ veintiséis

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nombre alternativo: éste capítulo superó 17 años de crisis existenciales y caos en menos de dos meses.

(la segunda escena fue eliminada y reemplazada)


(la segunda escena fue eliminada y reemplazada)

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— YoungJae...

El escritor parpadea ante su llamado, abandonando la tierra de sus pensamientos. Su distracción no le permitió percatarse de que su mirada se posó en la psiquiatra, sin enfocarse realmente en ella. La cual, estaba esperando su respuesta, pero el chico solo la miraba con la misma sonrisa de antes: Grande, brillante y fuerte, como si nada pudiese destrozarla.

― ¿Escuchaste lo que dije?

Sacude su cabeza, también se inclina en manera de disculparse.

— Lo siento, ¿qué habías dicho?

— Te pregunté si querías hablar al respecto. —Repite con calma, dejando que sus rodillas caigan por completo en el suelo, mientras arregla su falda para cubrirse las piernas. YeEun no tuvo que pensarlo demasiado para saber que provocó el llanto del escritor, él siempre tenía esa mirada cuando se trataba del barista— O puedo irme ahora, me parece que puedes necesitar tiempo solo...

— ¿Cómo puedo llegar a Ansa... en menos de cinco minutos? —La interrumpe, la mirada de la psiquiatra se vuelve confusa— ¿Cómo puedo llegar hasta él...ahora mismo?

— Está es su hora de descanso. —Hace mucho que habían marcado las ocho de la noche, por lo que la psicóloga pasó a avisarle al escritor que debía retirarse. Sin embargo, ahí se encontraba consolándolo. — Puedes hablar con él en cualquier otro momento...

— Tiene que escucharme... —YoungJae la interrumpe, el teléfono es abrazado con más fuerza abraza, sintiendo como estaba cerca de clavarse la pequeña antena— No podemos seguir siendo idiotas.... ¡Hyung es un idiota! Y yo más. Los dos competimos para ser los más imbéciles en éste momento. No pueden existir otras personas más tontas que nosotros, hemos superado todos los límites.

Tira su cabello húmedo hacia atrás, liberando su rostro para limpiar cualquier zona mojada, las lágrimas salían por cuenta propia pero con menos frecuencia.

— Tengo que decirle que también lo amo. —Afirmó, como si estuviera enumerando su lista de cosas por hacer. Posó su vista en la psiquiatra en busca de su aprobación. Ella se mantiene seria— Tengo que hacer algo,  llamarlo o enviarle un texto no es una opción. Tengo que verlo. Tengo que ir yo por él. Sí, eso es justo. Es una decisión inteligente que deje de pretender que nada pasa y demuestre que siento, ¿no? Yo tengo que ir a Ansa en éste mismo instante, debo hacerlo. Tengo que hacerlo. Tengo que hacerlo. Yo tengo que hacerlo.

YoungJae repite lo último tantas veces, que es como si integrarán convencerse sobre algo. Las alarmas de YeEun se encendieron al instante y es demasiado lenta al incorporarse, porque se ha puesto de pie en menos de lo que se demoró en parpadear.

―blooming day.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora