❝ YoungJae es un famoso escritor que lleva más de tres años escondido en su departamento, apartado de los medios y hundiéndose en lo más profundo de su tristeza. No hay nada más trágico que un escritor sin inspiración y él es la prueba de ello. Su m...
nota 1: xfa lean la nota que les dejé al final cuando concluyan su lectura.
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Una de las cosas que más avergonzaba a YoungJae sobre sus malos hábitos, era la pésima higiene que practicaba. La cual, no era ninguna.
Días, sintiendo su cuerpo tan pensando y cansado como para levantarse y cepillarse los dientes. Incluso al hacerlo, siempre era ligero y rápido. No importa lo mucho que su linda piel se volviera sucia y seca, las veces en que pensaba en que debía levantarse y solo quedarse bajo la lluvia artificial. YoungJae no tenía fuerzas para hacerlo.
Y él no quería ser de esa forma, sintiéndose tan avergonzando cuando su madre lo obligaba a bañarse como si aún fuera un niño. Todos le decían que se sentiría ligero una vez que se deshacía de todo el peso que su suciedad le sumaba, pero no era cierto. Incluso si estruja con fuerza hasta el mínimo trozo de piel hasta que se vuelve rojiza y produciendo picazón insoportable, haciendo planes para seguir maltratandose de tal forma para volverse un humano normal, era solo una falsa motivación para anotar su primer baño en semanas.
Tomar una ducha solo es liberador cuando es lo único en tu mente, porque vivimos de mentiras y el engaño mantiene con vida a miles de generaciones. YoungJae aceptó esa realidad cuando bañarse dejó de ser terapia y comenzó a ser lo que siempre fue: bañarse.
Al momento en que ninguna prenda lo cubre, toma asiento en su bañera y enciende la regadera, porque le parece más divertido cuando es ésta la que hace el trabajo y no el grifo más bajo —el trabajo de tuberías siempre fue extraño, al menos era razonador y no los utilizaba ambos a la vez—. La lluvia artificial cae con fuerza sobre su cuerpo y empieza a formarse un charco debajo, el cual lentamente crece y cubre sus pies.
Suspira.
Y lo repite, porque su corazón duele y tiene la falsa ilusión de soltar todo el aire contenido podría eliminar esa pesadez negativa.
¿Esas son sus lágrimas, o el agua que cae de la regadera empapando su rostro como a todo?
YoungJae se abraza a sí mismo mientras intenta calmarse, apretando sus labios y sacando su cuerpo de la regadera para posicionar las manos en sus ojos. Necesita respirar, mantenerse tranquilo, respirar...
Se empuja fuera de la regadera, el agua sobrepasa los bordes de la bañera a causa de sus bruscos movimientos, pero su mente ya se encontraba en otro lugar. Uno donde solo existía una pregunta:
«¿Estoy exagerando?»
YoungJae crea planes absurdos en su mente, cada uno más exagerado que el anterior. Él había permanecido lo más quieto que pudo durante el día, evitando a toda costa que las cosas que estaban sucediendo lo afectaran. El daño que recibía de parte de esas personas jamás cesaría, por mucho que su inocencia brillara entre cada mínima acción. Ellos no están preocupados por sus errores, les fascina la idea de romperlo y pisotearlo a su antojo.